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El reloj dio las 7:15 cuando Wei Ying atravesó las puertas de un elegante restaurante. Él era un cliente habitual allí y eso era evidente mientras se dirigía hacia la mesa que estaba reservada para él cada vez que deseaba venir a comer allí.

- Wei Ying, estás aquí -. Escuchó la cálida voz de Lan Zhan llenando el aire, consolándolo instantáneamente.

- ¡Por ​​supuesto Lan Zhan! ¡No podía permitirme perder nuestra cena semanal! -. Dijo Wei Ying, acercándose a Lan Zhan para abrazarlo. La sensación familiar y confusa hizo que Wei Ying se sintiera completamente relajado después de un día de negociaciones con sus clientes.

- Mn, me alegro de verte, Wei Ying -. Lan Zhan respondió, colocando su mano en la parte baja de la espalda de Wei Ying.

Cuando Wei Ying rompió el abrazo, le dedicó una sonrisa a Lan Zhan, quien ya se había movido para traerle un asiento.

- Siempre un caballero, Lan Zhan -. Bromeó mientras se sentaba en su asiento. Lan Zhan no se molestó en responder, ya que estaba acostumbrado a sus inofensivas burlas.

Antes de que Wei Ying pudiera comenzar a charlar sobre todo bajo el sol como siempre lo hacía, Lan Zhan le tendió una bolsa de regalo frente a él.

- Felicitaciones, Wei Ying -.

-¡Lan Zhan! ¡No tenías que hacerlo! ¡Esta no es la primera vez que logro vender mi pintura! -. Wei Ying se rió tontamente mientras tomaba descaradamente la bolsa de todos modos. Se asomó para ver qué era cuando Lan Zhan le pidió que abriera el regalo si quería.

- Aiya, eso no son buenos modales, ¡incluso yo lo sé Lan Zhan! -. Wei Ying se rió, agarrando la bolsa contra su pecho, sintiéndose completamente querido por la amabilidad de Lan Zhan.

- Wei Ying, sé que tienes curiosidad y sé que no te concentrarás en comer si no la abres -. Lan Zhan dijo, su voz con un poco de exasperación pero al mismo tiempo, con mucho cariño.

- ¡Okey! ¡Solo porque me estás obligando a hacerlo! -. Wei Ying canturrio fingiendo no darse cuenta de cómo Lan Zhan casi pone los ojos en blanco. Casi, porque, ¿Lan Zhan? ¿Poniendo los ojos en blanco? Estaba por encima de eso, pensó Wei Ying.

Cogió la cosa que estaba dentro de la bolsa y la sacó sólo para ver una caja de Cartier. Le lanzó una mirada a Lan Zhan, que parecía imperturbable e incluso un poco presumido si Wei Ying miraba con suficiente atención.

- ¡Lan Zhan! ¡Deja de gastar tanto dinero comprándome regalos! Literalmente, podrías hacer un brazalete con un trozo de tela para mí y aún lo apreciaría. Vamos Lan Zhan, sabes que estás siendo ridículo, ¿verdad? -. Wei Ying regañó a Lan Zhan a medias. Estaba complacido, pero un poco enojado de que Lan Zhan siempre hiciera todo lo posible cuando compraba algo para Wei Ying, que era mucho más a menudo de lo normal.

- Mmh, solo para Wei Ying. Todas tus victorias deben ser celebradas -. Lan Zhan dijo casualmente como si no le hubiera dado a Wei Ying un brazalete que debe haberle costado más de cincuenta mil yuanes.

- ¡Eres ridículo, absolutamente ridículo! -. Dijo Wei Ying, abriendo suavemente la caja y jadeando cuando vio el brazalete dentro.

- Lan Zhan... -.

- Espero que te guste, Wei Ying -.

- Esto estaba de moda hace un par de meses. Lan Zhan ¡Esto debe haberte costado una fortuna! -. Wei Ying se quejó.

- Wei Ying - .

- ¡Está bien! Me encanta, pero también estoy enojado ¿De acuerdo? -. Dijo Wei Ying, con una sonrisa adornando su rostro.

𝙽𝚎𝚟𝚎𝚛 𝚁𝚎𝚊𝚕𝚕𝚢 𝙾𝚟𝚎𝚛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora