¿Porque Me Haces Esto?

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                          Capitulo 1

El crudo invierno visito la aldea de una joven sacerdotisa, bueno, ya no tan joven, después de todo dicha muchacha llevaba 5 años viviendo en la época que ella escogió, junto a su amado. La dulce muchacha de nombre kagome estaba preparándose para su entrenamiento de invierno, aunque llevaba tiempo entrenado aún le faltaba experiencia y por ello seguía las rigurosas reglas del entrenamiento de su mentora, la anciana kaede.

—Vas bien kagome—, elogió la anciana mientras observaba como kagome aprendía a canalizar su poder espiritual en un ataque.

La muchacha sonrió alegremente.

—Muchas gracias anciana kaede—,respondió con entusiasmo, bajando el arco que sostenía sus manos.

—Es todo por hoy, ya es muy tarde—,hablo calmadamente la anciana.

—Tiene razón, regresaré a casa, Inuyasha debe estar esperándome—, comento emocionada la muchacha, apresurando su paso.

Con alegría se despidió de la anciana agitando una de sus manos mientras corría cuesta abajo de la gran colina dónde entrenaba. Emocionada apresuró su paso, al fijar su mirada en medio del camino donde sus fieles amigos la esperaban. Una vez que los alcanzo empezó a hablar con ellos.

—Miroku, Sango, gracias por esperarme—,hablo agitada, mientras recuperaba el aliento.

—No tiene de que preocuparse señorita kagome, es un placer para nosotros—,hablo cortes mente el monje.

—Tiene razón kagome, lo hacemos porque te queremos—,añadió su amiga exterminadora.

—Muchas gracias, a todo esto, ¿han visto a Inuyasha?—, preguntó con curiosidad.

—No, de seguro sigue patrullando los alrededores—, hablo Miroku con tranquilidad.

—De seguro ha de estar analizando todos los alrededores rigurosamente, ya sabes lo desconfiado que es—, agregó Sango con un tono sarcástico.

Enseguida todos rieron al imaginar a un Inuyasha olfateando todo el lugar en busca de peleas.

—volvamos a la aldea—,propuso el monje.

—Tienen razón ya se hace tarde—, acepto la sacerdotisa, caminado en medio de sus dos amigos.

En el camino conversación y rieron hasta llegar a sus respectivos hogares dónde se despidieron, la joven sacerdotisa siguió su camino hasta llegar a la cabaña más alejada de la población. Cuando ingreso a su hogar, no encontró a nadie.

—Inuyasha aún no ha llegado—, susurró mientras entrecerraba los ojos.

La joven sacerdotisa tenía un ligera sospecha de que su matrimonio con su amado hanyou no iba nada bien. Desde hace 3 meses atrás dicho Hanyou empezó a llegar tarde, únicamente a dormír, además de evitar todo contacto físico con ella.

Se sentía tan mal, la joven llegó a pensar que la razón del porque se estaba enfriando su relación era por su culpa, después de todo no tenía tiempo para el, y se le pasaba entrenando.

—Deberia hacer algo especial para el—, susurró alejando los pensamientos intrusos que invadian su mente.

Cuando se dispuso a traer la leña del almacén, observo como su amado volvía, con mucha alegría salió corriendo hacia sus brazos, lo recibió con un fuerte abrazo y una gran sonrisa.

—¡Bienvenido Inuyasha!—, comento alegremente.

—Kagome tengo una sorpresa para ti, para compensar mi ausencia—, hablo Inuyasha.

renacer entre las cenizas(sesshomaru Y Kagome) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora