renacer entre las cenizas(sesshomaru Y Kagome)

En El Castillo De Naraku

Capitulo 5

El fuerte olor a veneno la hizo despertar, en algún momento se había quedado dormida, pero cuando sus sentidos sintieron aquella cantidad abrumadora de veneno, de inmediato supo que se estaban acercando al castillo de Naraku.

Observo con sus propios ojos, como después de un campo de flores blancas aparecía una ligera brocha entre el mundo real y la del castillo.

—Ya despertaste—, comento el azabache observando a la mujer que cargaba en sus brazos.

Enseguida la azabache fue depositada en el suelo, cuando la joven mujer observo a su alrededor, de inmediato malos recuerdos surcaron su mente.

Aquel campo de flores fue donde Inuyasha la había traicionado.

—¿Porque este campo de flores?—, pregunto con seriedad.

El azabache la miro de reojo y contesto con tranquilidad.

—Estas flores anulan toda clase de poder,ya sean sagrados o demoniacos—, respondió.

—¿Se pueden hacer sellos de estás flores?—, pregunto, recordando lo que Inuyasha le había hecho.

—Puedes hacer lo que quieras con estás flores, si tienes el poder de usarlas claro esta—,aclaró caminando hasta aquella grieta.

La joven solo observo las flores con nostalgia, sin embargo dió media vuelta y siguió a Naraku. Debía dejar esos recuerdos atrás, de lo contrario la seguirán torturando.

De pronto la grieta se hizo más grande, dejando ver el castillo de Naraku, cuando el portal se abrió fueron recibidos por las extenciones del mismo Naraku.

—Hasta que regresaste, Naraku—, comento una mujer con un abanico.

—Kagura, haste cargo de tu señora, o mejor dicho "Madre"—,rio con ironía, desapareciendo en cuando ingresaron al castillo.

Enseguida un suspiro escapó de los labios de la yokai, dirigió su mirada hacia la chica que tenía enfrente y la analizo.

—Pobre Kagome, quién diría que acabarias como una marioneta más de Naraku—,hablo con un tono burlon.

—Y que más da, con tal de lograr mi objetivo, no me importaría vender mi alma al mismo diablo—, comento con una sonrisa fría.

De inmediato la sonrrisa de Kagura cambio a una expresión sería, abrió su abanico y empezó a caminar rumbo a el interior del castillo.

Kagome solo la siguió, cuando ingresaron a el interior del castillo, observo como estaba lleno de espectros.

—No te preocupes ,Naraku te tomo como su esposa y estos espectros lo saben muy bien, si te hacen algo, se volverán solo basura—,hablo con una mirada fría.

La azabache solo camino con total confianza, tal vez en aquel ritual, un poco de la personalidad de Naraku había llegado a ser parte de ella, ya que se sentía totalmente superior a todos ahí.

—Si lo sabes, supongo que todas sus extenciones también—, comento con serenidad.

La mujer solo se detuvo unos momentos y volvió a seguir caminando.

—Al fin y al cabo éramos una solo ser, era obvio—, comento Kagura.

Después de caminar varios minutos, subieron una escalera que los guiaba a la parte más alta del castillo.

—Esta será tu habitación—, comunicó,—Ves la campana encima de tu tocador, solo hazla sonar y atenderán tus necesidades—, finalizó.

—Bien—, comento ingresando a esos aposentos, todo era caro y tenía una buena decoración.