Capítulo 6

42 2 1
                                    

Yuri se encontraba destrozado, los recuerdos de todo, absolutamente todo lo golpearon en un instante; su cabeza dolía y las lágrimas llenas de ira y tristeza no dejaban de salir. El rubio trataba de controlarse, pero, ya era prácticamente inevitable.

Tantos sentimientos acumulados, tantas cosas sin decir. Yuri se sentía como si fuera alguna especie de marioneta en una macabra obra de teatro en espera de que el titiritero lo manejara para la siguiente escena trágica.

Otabek trató de tocarlo, pero automáticamente Yuri golpeó su mano, no quería que lo tocaran, y menos él.

—No me vuelvas a tocar nunca más... —El rubio solo se limitó a limpiar su rostro y levantarse del sofá, necesitaba irse, no quería seguir en ese sitio y menos junto al verdadero Otabek.

—No te puedes ir en ese estado —Le dijo él.

Yuri lo observó con verdadera molestia y con un tono severo le contestó —No te importa lo que me pase, menos cuando tú mismo provocaste esta puta mierda.

El rubio volteó a ver una vez más a Viktor y su rostro se contrajo en una expresión de completa tristeza y sin pensarlo más veces se colocó de rodillas en el suelo y se agachó completamente, el chico nuevamente se rompió en llanto. —Yo... Realmente lo siento no quería que Yuuri se viera involucrado en ese accidente. —Sollozó— Sé que mis disculpas no sirven de nada y tampoco traerán de vuelta a Yuuri y sé que me odias por arrebatarte a la persona que más amabas, es mi culpa... La muerte del Katsudón es mi culpa, en serio que si pudiera regresar el tiempo jamás lo hubiera llevado conmigo. No sólo era tu pareja, también era mi único amigo, jamás hubiera querido hacerle daño y mucho menos arrebatarle todos sus sueños por un ataque de ira.

—Pero lo hiciste, lastimaste a la única persona que era buena contigo, a la única persona que te consideraba su hermano pequeño, y solo por ese mismo cariño que te tenía accedió a acompañarte porque sabía que cuando te enfadas eres un maldito impulsivo, él no quería que te lastimaras y al final el que salió pagando las consecuencias de tus actos fue él. Pagó con su vida.

Viktor ya no era tan amable como en ese entonces, sus palabras fueron frías y dolorosas como un cuchillo cortando su piel, el peliblanco no lo podía perdonar, le costaba hacerlo, Yuuri Katsuki era su vida, era su mundo y ahora él ya no estaba.

Plisetsky sintió una mano acariciarle el rostro, observó hacia arriba y se encontró con Viktor observarle con los ojos cristalinos, como si en cualquier momento fuera a llorar.

—Y... Aunque difícilmente vaya a poder perdonarte por completo lo del accidente... —Desvió la mirada porque todavía le dolía recordar— No quiere decir que pueda seguir ignorando tu situación, mi castigo hacia a ti fue ignorarte por tres años, pero siento que ya has sufrido demasiado con toda esta porquería de Otabek. Estoy seguro de que a Yuuri nunca le hubiera gustado saber que su mejor amigo, su hermanito extranjero, esté pasando por esta situación. —Lo ayudó a levantarse y esta vez observó al pelinegro y al rubio— Es por eso que si necesitas ayuda puedes contar con mi apoyo. Esta ocasión traten de redimir sus errores y hagan pagar a las personas que están involucradas en esto.

Ambos chicos observaron nuevamente a Viktor, pero finalmente le prometieron hacerlo.

🔷️

🔹️

🔷️

Después de un rato ambos se retiraron de la antigua discoteca de Viktor. Yuri caminaba sin un rumbo fijo y detrás suyo iba el kazajo, evidentemente esto provocaba molestia e incomodidad en él porque el simple hecho de saber que ese sujeto estaba cerca suyo le traía memorias desagradables que hace apenas un par de horas acababa de recordar.

Playboy  [Otayurio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora