ᎄᎀ᎘ɪ́᎛᎜ʟᎏ ᮅᮏᮄᮇ

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Rick echó al grupo de Tyreese nomás se hizo presente, pero aceptó que Christie y yo nos quedáramos al igual que Michonne. No tuve opción, debía permanecer en la prisión con mi hermana aunque quisiese ir con mi amigo moreno. Si soy sincera el líder me asusta un poco, la manera tan fría en la que echó a su grupo me hizo darme cuenta de que debía seguirlo y acatar sus órdenes si no quería terminar fuera del grupo. Ahora estábamos en la Ricktadura.

Nos dejaron salir de la sala al siguiente día, no me sentía en confianza a pesar de ver grupo actuar serenos y reír entre ellos. Había decidido no acercarme a aquellas personas, era claro que ya tenían un grupo formado y nosotras solo habíamos llegado repentinamente, además que me sentía culpable por permitir que Merle se llevara al asiático y la castaña (luego me enteré de que se llaman Gleen y Maggie), este sentimiento creció cuando vi a Hershel curando sus heridas, el primero estaba demacrado y la segunda no estaba tan herida, pero si parecía perturbada por algo.

Me siento fuera de lugar.

Christie y yo nos instalamos en una celda de la parte de arriba, esta contenía una litera y unas mesitas donde no dudé en quitarme el cinturón con cuchillos y tirarlo ahí. Escogí la cama de la parte de arriba y me acosté a mirar el techo mientras pensaba en muchas cosas como: el paradero de mi madre o el de Merle, también en como ofrecer una disculpa a la pareja que había sido secuestrada.

Hace un rato mi compañera de celda se había ido a ver en que podía ayudar, pero yo no me moví de mi lugar en ningún momento.

- ¿Piensas permanecer ahí tirada todo el día? – preguntó Beth desde la puerta, yo solo la miré sin ninguna expresión – Creo que deberías bajar a conocer a los demás, no vas a estar toda tu vida acostada – reprochó sin sonar molesta.

- Yo... no lo sé – hice una mueca dudando si decirle como me sentía en realidad – No creo que les agrade ¿sabes? Preferiría evitar ver sus caras de desagrado hacia mí – me alcé de hombros.

- Si es por lo de Maggie y Gleen, ellos no – la interrumpí alzando la voz.

- Yo permití que se los llevaran, Beth – le aclaré molesta, no con ella sino conmigo misma – Yo no tenía idea de porqué Merle se los quería llevar, estaba confundida. Fue estúpido de mi parte no hacer nada, era obvio que no se los llevaría para jugar a las muñecas – me reclamé con rabia.

La chica solo se marchó sin decir nada, seguro estaba decepcionada de mis actos.

- Si tienes la culpa – dijo Carl posicionándose en donde había estado la rubia – No toda, pero si tienes parte de ella. Si te sientes tan mal, deberías disculparte con ambos – aconsejó fríamente y se marchó.

Aunque tenga razón, me molestó su actitud ¿Cuál es su problema? Encima andaba de chismoso.

...

Ahora estaba caminando decidida a hablar con Gleen quien hablaba con Hershel, se veía que era un momento íntimo y serio. No quería interrumpir así que disminuí el ritmo quedando a unos metros de ellos donde esperé hasta que el mayor se fue a no sé dónde.

- ¡Espera! – grité mientras me acercaba rápidamente al ver que el asiático se marchaba también.

- ¿Ah? ¿Necesitas algo? – no supe definir su tono, pero se le veía que no quería hablar conmigo.

- Este... - me rasqué la cabeza y agaché la cabeza con mucha vergüenza – Lamento demasiado lo que tú y Maggie tuvieron que soportar, es mi culpa – no sabía muy bien que decir.

- ¿Sabes todo lo que tuvimos que soportar? – preguntó de manera desagradable – Aguanté una golpiza propiciada por tu queridísimo amigo mientras yo estaba amarrado a una silla, luego me tiró un caminante para que me matara. En una habitación aparte estaba Maggie, mi novia a quien no tengo idea de lo que ese imbécil le hizo. Cuando la volví a ver, estaba sin camisa ¿Puedes creer eso? – sonaba colérico, pero no alzó demás su voz. Yo solo podía sentir decepción de Merle y más culpabilidad 

¿Por qué había sido tan estúpida?

- Lo lamento de verdad – estaba al borde de ponerme a llorar ahí mismo, y no lo haría, pero mi voz me estaba delatando – Yo no tenía idea de lo que les harían y no supe que hacer, yo conozco a Merle y te juro que no tenía idea de que sería capaz de algo así. Perdón – expliqué rápidamente intentando quitar el nudo de mi garganta.

- Eso no arreglará nada, niña – hizo una cara de fastidio y pasó su mano por su cabello revolviéndolo en el proceso, se quedó callado un momento y volvió a hablar – Ella se encuentra mal y no sé qué hacer ¿entiendes? Tú eres una niña apenas maldita sea... - se reprochó a sí mismo cerrando sus ojos cansado.

- Fue muy estúpido de mi parte y por eso vine a disculparme. En este nuevo mundo pagas muy caro los errores que cometes – lo miré con pena.

- Yo también lamento haber sido tan duro contigo – se disculpó y posó sus manos en su cadera mientras miraba al horizonte – La situación se está tornando muy difícil y no puedo con esto – confesó.

- Todo estará bien – le aseguré con una sonrisa leve y me dirigí a Beth quien se encontraba con Carl, Carol y Axel quien parece estar contando una historia graciosa pues todos sonreían.

Antes de llegar a mi destino, una bala atravesó la cabeza del hombre salpicando la cara de la de cabello corto en el acto que marcó el comienzo de una lluvia de balas en todas las direcciones.

Corrí a cubrirme con un muro mientras veía a Carol cubriéndose con el cadáver de Axel y a Carl corriendo junto a Beth al mismo tiempo que disparaba, estaba a punto de imitarlo pero recordé que había olvidado mi cinturón en la celda.

"¡Por un demonio, lo que me faltaba!"

Un estruendo proveniente de la entrada de la prisión hizo que volteara de golpe un camión había entrado arrastrando las dos puertas y de él salían devoradores en todas direcciones. 

 

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𝙋𝙍𝙊𝙈𝙄𝙎𝙀 𝙏𝙊 𝙁𝙄𝙉𝘿 𝙔𝙊𝙐 (𝒞𝒶𝓇𝓁 𝒢𝓇𝒟𝓂𝑒𝓈 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora