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[ADVERTENCIAS: En este capitulo se menciona la urofilia y temas que no son aptos para sensibles. Se pide discreción.

No estaba segura de subir este capítulo, por su contenido delicado. Es la continuación del anterior (en el cual se da una idea de lo que pasa). No se pierde nada de la trama por si decides saltarlo.

Léalo bajo su propia responsabilidad. ]

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Jungkook se sintió casi desmayar, su rostro pálido lo delataba. Su estómago se comprimió y casi pudo sentir su alma escapar de su cuerpo con un aliento.

¿Así iba a morir?¿Le cortaría sus genitales y moriría desangrado?

—¡No! espe-...¡espe-

Susurró entrecortado, no podía terminar su oración. Su instinto lo obligó a retorcerse en su lugar. Suficiente había tenido con su rostro. No iba a poder mantenerse quieto ahora, era imposible.

No se atrevió a desafiarlo, pero ¡joder! no estaba preparado para eso ¡No podía ser en serio!

Taehyung esparció la crema de afeitar, sobre todo el pubis del cuerpo tembloroso. Sin pudor.

—¡no!...lo siento ¡no lo volveré a hacer! p-por favor...basta ¡obedeceré lo que digas!— Dijo mientras se retorcía en sus amarres, echando su cadera hacía atrás lo más que podía, en un vano intento de apartarse.

—Relájate, lo estabas haciendo muy bien —le sonrió divertido—. Solo quédate quieto y yo me encargo del resto.

Pero el chico no lo escuchó, presa del pánico. Así que sin más, comenzó a rasurar justo debajo del ombligo. De una sola pasada, logró que Jungkook lo mirara lloroso y detuviera sus movimientos abruptamente.

Cruzaron miradas en ese momento, y Jungkook supo que su secuestrador no iba a ceder, más le valía no moverse.

—Otro error como el de antes y lo lamentarás. Siempre quise saber qué se siente cortar los genitales de alguien...—sonrió como un niño emocionado por su nuevo juguete— de ti depende si eso ocurre o no. Demuéstrame que puedes obedecer quedándote quieto, y no te lastimaré.

Jungkook mordió fuerte su labio y sintió que prácticamente obligó a sus pulmones a contener el aire para no moverse.

La navaja recorría lenta y delicadamente su piel, de manera ordenada. Cortando los vellos y arrastrándolos, hasta que cayeran sobre la fría superficie de fibra de vidrio.

La posición de sumisión en la que estaba era bastante cansada y sentía sus rodillas doler.

El frío lo estremeció involuntariamente.

Las gruesas gotas de agua que escurrían de su cabello, recorrían lentas y tortuosas los surcos de su cuerpo. Lamiéndole toda la piel.

Quería dejar escapar su mente para no presenciar esto, pero no podía: necesitaba estar consciente de todos sus músculos y no hacer un leve movimiento en falso. Toda su atención estaba en cada movimiento de la mano de ese maldito pervertido.

En la habitación solo se escuchaba el peculiar sonido con eco de la navaja deslizándose, y los suspiros entrecortados del lloroso chico. Taehyung comenzó a silbar la tétrica y lenta melodía de siempre, mientras seguía concentrado con su tarea.

Cuando llegó el momento, Taehyung tomó en su mano el miembro flácido y lo jaló firme hacia abajo. Estirando la piel para evitar cortes pero provocando un leve jadeo de dolor en el chico.

Dame tu vida [ TaeKook ] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora