Insistent [FINALIZADA]

✨ Cap. 17 ✨

Sus días no habían mejorado.

Se acostumbró a acechar a Namjoon, afortunadamente este nunca se daba cuenta de su presencia. Seokjin se había vuelto invisible para él. No sabía lo horrible que sería su vida sin Namjoon, su pecho dolía siempre que esté pasaba enfrente a él y ni lo miraba, ya no se sentía el mismo de antes.

— Y-yo... lo lamento, mucho — Tartamudeo — E-estoy muy arrepentido p-por mi actitud — Sus manos comenzaron a temblar — Eh... yo te extraño, mucho.

No podía hacerlo. Estaba muy nervioso, ¿qué pasaría si Namjoon lo rechazaba? ¿Si sólo lo ignora? Oh, sentía que moría por dentro al ver al alfa tan feliz sin él. Y puede que sea lo mejor, Namjoon no merecía a alguien como él, tal vez era mejor que estuvieran separados y así el alfa pueda encontrar su felicidad con alguien más.

Seokjin sintió su corazón doler; — P-pero estoy arrepentido.

Comenzó a sollozar mientras observaba el papel donde había escrito sus disculpas, estaba muy arrugado y mojado con sus lágrimas, tomó en sus manos temblorosas el regalo que había hecho para Namjoon.

Porque si, era el cumpleaños del alfa.

Seokjin recordaba perfectamente los planes que Namjoon tenía para ambos ese día, no quiero pasarlo con nadie más que usted hyung, Seokjin lo había escuchado a pesar de fingir no haberlo hecho, recordaba perfectamente que el alfa quería ir junto a él a la feria estatal que se estaría celebrando los próximos días y luego hacer un maratón en su casa para presentarlo a su madre.

¿Estarán en pie los planes aún?

Seokjin pudo detener sus lágrimas y salió del baño, tal vez podía dejarle el regalo que había hecho él en su casillero, quería disculparse pero no era lo suficientemente valiente. Camino cabizbajo por los pasillos del instituto, afortunadamente habían pocas personas en los corredores y todos los aromas se mezclaban, lo que no era en todo bueno, pues no podía reconocer del todo el aroma del alfa, con todas esas feromonas mezcladas.

Así que solo tenía que ser rápido y dejar el pequeño obsequio en el casillero, para su suerte era muy bueno forzando cerraduras, así que en cuanto llegó al casillero de este procuró ser lo más rápido que pudo, ignorando las miradas de los demás.

— Vamos... ya casi — Musitó.

— ¿Seokjin? — Oh, mierda.