✨ Cap. 29 ✨

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Bueno estaba bastante incómodo. Seokjin se las había apañado para asistir al instituto a pesar de su pequeño inconveniente, ¿y qué si olía un poco fuerte? ¿Qué podría salir mal? No se había encontrado con Namjoon ya que este le había explicado que no asistiría a clases y lo iría a buscar a la salida, y Seokjin estaba bien con eso, no quería que Namjoon lo viera en ese estado tan necesitado.

O eso es lo que él había pensado.

Tal vez era el celo que había cegado su juicio y razonamiento, pero Seokjin apenas y había dado un pequeño paso al instituto y quería llamar a Namjoon a los cuatro vientos y más cuando muchos de sus compañeros lo miraban de esa forma tan lascivia. Ken pronto fue al encuentro de su mejor amigo quién traía a todos por su dulce olor, claramente Leo lo había acompañado porque no pienso dejarte ir solo con un omega en celo, no seas idiota Ken.

— ¡¿Qué demonios haces aquí Seokjin?! ¡Estás en celo! Y aparentemente el zoque de Namjoon no está aquí para hacerse cargo — Gritó el alfa hacia su amigo pelirosa.

— ¡Hey! —. Leo golpeó el brazo del alfa — no le digas así a mí amigo.

Ken gruñó; — Lo siento bebé.

Seokjin se sentía arder en llamas, su corazón parecía ir a toda velocidad y sus piernas flaqueaban junto a dolores punzantes en su interior, en su interior algo le rogaba por favor, nuestro alfa, Namjoon, por favor. Seokjin estaba prendido en fiebre y no podía mantenerse al tanto de su amigo alfa y su novio omega, comenzó a hipar y gemir bajamente, Ken lo miró con terror mientras todos se dirigían a sus clases, Leo cargo al omega en delirio y el junto a Ken se dirigieron a la enfermería.

— Lo lamento no puedo darle supresores sin la supervisión de la madre —. Explicaba la doctora leyendo algún reglamento, Leo bufó.

— ¿No ve que esta sufriendo? ¡Dele los malditos supresores! —. Gritó el omega obstinadamente golpeando el escritorio, Ken tomó su mano y comenzó a acariciarla mientras le pedía que se calmara, Leo al ser muy débil ante los mimos del alfa cedió sentándose refunfuñando.

— Entonces llame a la madre de Seokjin —. Razonó Ken con cansancio, la enfermera asintió y se dirigió hacia la oficina, ambos Leo y Ken fueron a visitar al delirante omega.

Seokjin seguía gimiendo con los ojos cerrados y el cuerpo tenso, una capa perlada de sudor en su frente y un aroma muy fuerte, Ken acarició bajo la atenta mirada de Leo la cabellera de su mejor amigo.

— No te preocupes Jinnie —. Susurró con preocupación al oír los jadeos más altos y fuertes, de pronto la puerta de la enfermería se abrió en un estruendo.

No toques a mi omega —. Exclamó una voz de comando fuerte, Namjoon se hallaba en la puerta con una pinta de haber corrido un maratón y la mirada profunda.

Ya saben lo que va pasar 👀

Insistent [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora