✨ Cap. 40 ✨

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¿Qué había pasado con el seguro e inquebrantable Jungkook?

Parecía ridículo como su cuerpo reaccionaba al tener a Taehyung a unos pasos de él, como evitaba siempre su mirada con vergüenza y como tartamudeaba al hablar. Su lobo quién había estado a punto de desfallecer se encontraba recuperándose y en parte es por esto que reaccionaba así; como una colegiala enamorada. Pero, ¿Quién era él para pedirle mimos a Taehyung? Suficiente daño le había hecho ya como para pegarsele de una garrapata rogando por su cariño y atención.

Así que quería arreglar y agradecer a Taehyung de la mejor forma: solventado un lío que debía ser resuelto hace mucho. Y sabía que lo ocurrido en la feria, como Taehyung había tomado cuidado de él no significaría más que un banal deseo inconsciente que tenía el alfa de ayudar a los demás, incluso si fuera él, y debía de agradecerle y acostumbrar a su lobo a una presencia con su alfa que no iría más allá que una leve amistad.

Y allí estaba, en la casa de la señora Kim, con los nervios de punta y tan arreglado como se podía estar, estaba completamente seguro de que Taehyung no se encontraba y esto era perfecto pues lo último que quería es quebrarse y lucir desesperado por atención ante éste. Tomó una profunda respiración y apretó con más fuerza el pequeño ramo de flores que traía consigo, tragó en seco cuando observó la puerta abrirse y una dulce algo canosa mujer detrás de está con una sonrisa amable.

— ¿Puedo ayudarte en algo? — Preguntó con una sonrisa casi tan encantadora como la de su hijo, Jungkook preso del miedo y ahora con el pensamiento de la preciosa sonrisa de Taehyung trató de responder algo coherente.

— Eeh, si, de hecho, y–yo soy Jeon Jungkook — Se reverenció con mucha educación, la señora Kim lo miró con una sonrisa — Eh, vengo a hablarle de su hijo, Taehyung.

— Oh, y yo que pensaba que un chico tan lindo venía por mi — Río — ¿Hizo otra cosa? — Preguntó cansada.

— N–no, no, no, para nada — Se apresuró a negar — ¿Puedo pasar? Eh, es algo largo — La señora Kim lo meditó un poco pero accedió, luego de agradecerle a Jungkook por un gesto tan lindo como el de las flores, ambos estaban sentados en el sofá.

— Bien, eh, yo soy un antiguo compañero de Taehyung del instituto en que lo... Expulsaron — La señora Kim suspiró frustrada — ¡Pero eso no fue su culpa! É–él había cambiado sus maneras y era un estudiante excepcional, el culpable de su injusta expulsión... — Evitó la mirada — F–fui yo, y estoy muy arrepentido, sé que es tarde pero no quiero que siga pensando en que Taehyung hizo algo malo cuando lo único malo que alguna vez hizo fue... Fue haberse fijado en un idiota como yo.

La señora Kim lo miraba desconcertada, un peso enorme de sus hombros había caído, solo para que su corazón se acelerara cual motor de lancha y sus palmas empezaron a sudar al ver a Taehyung salir de la cocina, justo al lado de la sala.

Insistent [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora