Jour un

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"한국 뉴스" es una revista de bastante renombre dentro de Corea del Sur, por ello Kwon Soonyoung, el jefe de editores, tuvo la oportunidad de enviar a cuatro de sus mejores reporteros para cubrir todo el enorme evento que se estaría haciendo en el palacio durante los próximos 30 días.

Por esa razón, Lee Chan, uno de los mejores y más jóvenes reporteros de la revista, estaba parado afuera de las puertas reales que daban al enorme Palacio Principal del reino, a un lado de sus tres compañeros de revista.

Los 4 tomaban algunas fotografías, observaban a todas las personas a su alrededor, tomaban notas mentales de ciertas cosas que decían los demás y esperaban pacientemente que los reyes dieran la indicación de abrir las puertas.

Los 4 tomaban algunas fotografías, observaban a todas las personas a su alrededor, tomaban notas mentales de ciertas cosas que decían los demás y esperaban pacientemente que los reyes dieran la indicación de abrir las puertas

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Por su parte, Vernon estaba dentro del castillo, a unos cuantos metros de Chan, con cara malhumorada, vestido y peinado pulcramente.

Llevaba su característico traje rojo con detalles azules y blancos en las mangas y el cuello. Sobre su pecho, del lado derecho, estaba el símbolo de la familia real, el rostro de un felino partido por la mitad, mientras del otro lado se encontraba la otra mitad de un sol.

Sus padres llevaban el mismo atuendo que él, con la única diferencia de que sus trajes además incluían una banda de color azul que partía de su hombro derecho y terminaba en el lado izquierdo de su cadera, dando a entender que ellos eran los reyes del país.

Jeon Wonwoo y Wen Junhui estaban parados elegantemente frente a las puertas dobles que daban a los jardines reales del frente de la propiedad, en donde los 5 hombres y las 4 mujeres (que habían cumplido con los requisitos enviados a todos los pueblos de Corea del Sur para poder convertirse en el nuevo rey o reina del país) los esperaban junto con los miembros de la empresa invitada a cubrir el evento (desde los encargados de la cadena televisiva, hasta los que estaban a cargo de las revistas, periódicos y blogs).

–No entiendo por qué debemos hacer esto –dijo Vernon, rodando los ojos y deseando que sus hermanos, los príncipes Seungkwan y Jeonghan, estuvieran allí con él ya. Ambos eran lo único que él necesitaba para sonreír en cualquier momento del día.

–Ya te lo hemos explicado –respondió el rey Wonwoo, esperando pacientemente a que Moonbyul, la niñera de sus hijos menores, y ambos pequeños bajaran las escaleras para unirse a ellos–. Es una tradición impuesta por mis tatarabuelos. La dinastía Jeon siempre ha seguido esta tradición, mi abuelo, mi padre y yo lo hicimos, ahora es tu turno.

–Pues yo voy a quitar esta tonta tradición –murmuró el joven. Sabía que estaba sonado como un niño mimado, en especial por su rostro molesto y sus brazos cruzados fuertemente sobre su pecho–. Es absurdo que alguien obligue a otra persona a casarse cuando no quiere.

–Podrás cambiar cualquier regla si quieres –respondió su otro padre, Junhui, viéndolo sobre su hombro–, pero primero debes convertirte en rey, y para eso debes casarte primero.

le petit prince grincheux, blessé et beau || chansolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora