⟨ 04 ⟩ 𝑸𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒅𝒆𝒔𝒂𝒑𝒂𝒓𝒆𝒄𝒆𝒓..

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- Au - Un quejido mezclado con sollozos por parte del mayor se escuchaba por toda la habitación, por no decir toda la casa, pues estaba siendo curado con alcohol - Ten más cuidado, por favor.

- Si no lo desinfecto, luego será peor - respondió - ¿Y que te paso para que estuvieses así? - Preguntó curioso, sin recibir respuesta, suponía que no quería tocar el tema - Listo, solo cuida la parte lastimada, o sino empeorará, quien sabe y te puedes amputar el brazo — Dijo recibiendo una mirada asesina por parte de Lee.

- Ehh, J.One - Su mirada fue directo a Minho - ¿Sabes a como venden el paquete de cigarrillos? - Preguntó un poco avergonzado.

- Pues depende que tienda, pero conozco una en la es barato, solo 2,750 wones, si quieres te llevo por si no conoces donde queda - Hizo una pausa - Pero no fumes demasiado, no olvides que es dañino para los pulmones, los intoxica y contamina los demás órganos, a ese punto su recuperación es imposible y solo te queda arrepentirse.

- Tranquilo, se controlar adicciones. Pero, ¿Entonces por qué tú si lo haces tan seguido?

Umm, simplemente porque si. Yo ya seguramente estoy dañado, pero tú estás casi puro, por lo cual estaría haciéndote un favor, de nada~ — Le guiñó para tomar su mano y salir.

Escuchaba los quejidos y preguntas constantes de Minho, no le tomo importancia y siguió su camino mientras lo jalaba suavemente de la mano, como un pequeño niñito haciendo un berrinche.

Ya ambos se encontraban en una tienda cerca de el lugar donde fue la fiesta, aun estaban demasiadas personas y el volumen incluso más alto que antes. Se alejaron del lugar, buscando un lugar en donde hubiese completo silencio, encontrando un parque casi desolado. Se sentaron en un banco que estaba cerca, y prendieron el primero cigarrillo.

Llevaban la mitad y el menor sugirió ir a comer, Minho no sabia como negarse a algo tan tentador para él, y al final termino aceptando la invitación.

Caminaron de nuevo, pero ahora con rumbo diferente, llegaron a un pequeño local de comidas rápidas, se sentaron y comenzaron a leer el menu. Lee quería preguntarle a su contrario, pero por la pena y vergüenza no lo haría, no quería recibir alguna mirada criticandolo.

- ¿Qué quieres preguntarme? - Y otra vez lo había hecho, ¿Cómo era que podía leer la mente con solo ver su cuerpo?, Necesitaba con urgencia aprender a hacerlo.

No, nada, ¿Cuando dije que quería preguntar algo?

Umm, ¿Todavía no comprendes?, No sólo me enfoco en lo que dices, sino en como tu cuerpo se comporta. No puedes controlar totalmente tu cuerpo, y eso es una gran desventaja sino sabes cómo fingirlo.

Quedó perplejo al escucharlo, podía leer todo lo que pensaba. ¿Acaso era un brujo?, Estaba asustado por lo que podría llegar a hacer con tal habilidad.

— ¿Y? — Volvió a insistir esperando una respuesta.

- ¿Hay algo aquí que... No tenga demasiadas calorías?

- ¿Enserio?, estás bromeando, ¿cierto? - Preguntó sin recibir ninguna repuesta, suspiro con gran pesadez, ese chico si que era un poco molesto - No te preocupes por eso, solo come.
- Pero, ¡necesito adelgazar!

- No creo necesitas, y solo es una vez que vas a comer comida rápida, la comida bajara y adelgazas de nuevo, listo, ahora pide algo.

- Okey...

- ¿Que van a ordenar? - Se les acerco un chico de pelo azul claro y hoyuelos en las mejillas.

- Nos puedes dar una pizza mediana y dos jugos, por favor - Dirigió su mirada a su contrarío- ¿Quieres algo más? - Preguntó, pero el mayor tenía su mirada fija en otro lugar.

- Ehh, no, gracias, ya vuelvo - Era ahora o nunca.

Minho se había encontrado con su próxima víctima, odiaba hacer aquel trabajo, era asqueroso, no solo por lo que debía hacer, sino por el sentimiento y culpabilidad que le generaba pero literalmente su vida dependía de ello, tenía deudas que pagar. Suerte que llevaba consigo una navaja pequeña con un corte tan profundo que podría partir un pedazo grueso de madera con solo una cortada, y no mentía con lo decía, y guantes.

Pasaron unos minutos en los que mato al señor y borraba evidencias, dejo el baño con seguro, así tardarían más en darse cuenta del cuerpo inerte, o al menos lo suficiente para salir ambos del local.

De tanta practica generó una habilidad para acabar rápido, hasta el mismo estaba sorprendido de ello, ¿Ello era malo o bueno?, Definitivamente malo, pero beneficioso para ciertas ocasiones.
Volvió a su asiento, y siguió con normalidad.

Después de pasar más de una hora con J.One decidió ir a su casa, no sin antes contactarse con ellas.

- Yeji, Ryunjin - Dijo recibiendo un sonido de afirmación por parte de Yeji, sabía que la otra chica estaba al pendiente de la llamada escuchando por la otra línea - No se pierdan las noticias de mañana - Y colgó, podía imaginarse las sonrisas de ambas en esos momentos, lo consideraba una media-victoria.

Se acostó boca abajo en su cama con una almohada cubriendo su cara, segundos después se encontraba llorando, culpandose frecuentemente por haber manchado sus manos con sangre, maldiciendose por aceptar tantas órdenes y acabando con la vida y alegría de muchos seres, algunos eran culpables de delitos atroces y repugnantes, pero habían otros que eran completamente inocentes y que sólo mataba para cumplir con la satisfacción de sus superiores. Sabía que aunque todas esas lágrimas y lamentos salieran de si mismo, pronto lo haría de una y otra y otra vez, hasta cumplir su gran deuda que no acabaría nunca.

Quería terminar con aquel trabajo y renunciar, pero temia, temía por su familia, que aunque estuvieron alejándose de él y sin prestarle ningún interés amaba. O bueno, quería. No deseaba para nada de que algún ser querido mueriese por culpa suya y de sus inresponsabilidades.

Si pudiera, decidiría desaparecer del plano, ser invisible para la sociedad y no tener que hacer nada más.

Pero ahora solo era esperar a quien sería su próxima víctima, por mientras lloraría, se lamentaría y arrepentiría de todo en lo que se había convertido y en el inmundo futuro que destino tiene para él.

𝙲𝚛𝚢 𝙱𝚊𝚋𝚢 ❣︎ // HanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora