𝙲𝚛𝚢 𝙱𝚊𝚋𝚢 ❣︎ // Hanknow

⟨ 03 ⟩ ¿𝑷𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆́ 𝒕𝒆 𝒑𝒓𝒆𝒐𝒄𝒖𝒑𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒎𝒊?

— Bueno, mientras ustedes socializan,  yo y SpearB vamos a por algo para que tomemos — Y sin más, se fueron, dejándolos a ambos solos con la música de adentro como únicos sonido.

— ¿Entonces? — Insistió el peli-azul.

— Si, soy yo. ¿Algún problema?

— ¿Niño, si te golpean por qué no te defiendes?

— Porque no quiero, ¿Acaso debo tener alguna razón?

— ¿Hmm, por qué tan a la defensiva?, No digo que obligatoriamente tengas alguna razón, solo pregunto ¿Hay algo malo en preguntarte?, ¿O acaso el no ser sociable te dejo tan mal?

— ¿Por qué lo dices?, Mi tema social no implica en esta conversación, además ¿Le pides explicaciones a un apenas conocido y esperas que te responda como si lo hubieras conocido desde hace años?, Además, es por otro motivo motivo que supongo no te debería importar.

— Oh, ¿Acaso no sabes defenderte y por eso te dejas golpear?

— No, no es eso.

— ¿Entonces, qué es?

— No lo entenderias, deja de adivinar. Y por favor, deja el tema aparte.

— ¿Por qué?

— Solo hazlo, créeme que no lo entenderias.

— Si no me explicas no entenderé, ¿Acaso eres de los que piensa que la gente es adivina para saber exactamente lo que sientes o pasas? ¿O eres de los idiotas que creen que la gente es estúpida para no entender lo que sucede y que el único inteligente y superior eres tú?, además, quien se complica la vida eres tu mismo, solo es decirlo como lo piensas y — Volvió su mirada a el mayor, para encontrarlo con la cabeza baja y sus manos tapando su cara, por los sollozos supo que esté estaba llorando, y debía aceptar que se sintió mal.

— Hey, ¿Estás bien?, perdón, enserio - De nuevo un silencio — N- no era mi intención hacerte llorar o algo parecido, ni nada, enserio perdón.

Minho alzo su cabeza encontrando la mirada de tristeza y pena del menor, y J.One observado los ojos un poco rojos y nariz medio colorada, con algunas lágrimas en las mejillas del mayor. Provocando un tipo de satisfacción ante los ojos de el peli-azul, veía algo más que hermoso en los ojos llorosos de Minho.

Vio a el contrario limpiar sus lagrimas con las mangas de su saco, algo un poco tierno a su vista. Pronto llegaron ambos chicos faltantes con bebidas en mano, no eran ningún tipo con sustancias alcohólicas, según ellos, estas se habían acabado rápidamente en cuanto revisaron.

Tomaron un poco, fumaron el resto de cigarrillos que todavía estaban en el paquete faltante, la mayoría gastados por el trío, Minho no quería fumar demasiado, no quería terminar con una gran obsesión. Ellos le habían contado que no fumaban muy frecuentemente, solo cuando terminaban algunas presentaciones, pero que cuando empezaban a fumar, entre los tres se acababan mínimo dos paquetes completos. Un dato que dejo muy sorprendido a Minho.

Pasaron unas tres horas inexactas charlando los cuatro, el tiempo pasaba rápido, y sin darse cuenta eran las cinco de la mañana, menos mal sus padres eran unos padres perfectamente ignorantes que no se preocupan de Minho en casi lo absoluto. De suerte y para la comida traían sobras pequeñas, y de milagro pagaban lo correspondiente de la escuela.

Se despidió del pequeño grupo con una reverencia para después comenzar a caminar rumbo a su casa, vivía, según el, en la nada, demorándose unos quince minutos en pie. La zona era normal, calles solas y en completo silencio. De la anda fue agarrado de su brazo y jalado, haciéndolo caer en el frío piso.

Y aquí vamos de nuevo...

— ¿Ya lo hiciste? — Preguntó una chica de pelo corto, agitada y con un mal humor, esperando impaciente su respuesta.

— No he podido — Murmullo desvíando su mirada, tenía prohibido mirar a superiores directamente a los ojos.

—¿Y ahora por qué? — Se unió otra chica pero con pelo rubio.

— Es difícil, a demás no creo que lo merezca — Decía con la cabeza gacha, las lágrimas amenazaban con salir.

- Tu no tienes que ver quien si y quien no lo merece, solo hacerlo, no están complicado, y supongo que necesitas el dinero — Chantajeaba de nuevo la chica de azul.

— P- pero Ryunjin — Volteo su mirada a los ojos de Ryinjin, dándose cuenta del error y volviendo a voltear. Temblaba no solo por el frío que se concentraba en la calle, sino por el miedo que le daban ambas chicas.

— Pero nada Minho, recuerda tu posición, eres solo un trabajador, alguien quien se tiene que permanecer sumiso ante sus amos — Interrumpió — Prometiste cumplir los trabajos que te dejemos Yeji y yo, ahora cumplelo — El semblante de ambas se convertía en uno cada vez más helado y temerario.

— Agradece que somos más suaves contigo, Lee — Ahora hablaba Yeji — Escucha, seremos flexibles y te daremos un plazo hasta la otra semana, te puedes preparar mentalmente y todo lo que quieras, — Pauso — pero si en las noticias no aparece que ese maldito murió, al que vamos a matar será a otro - Dijo señalandolo mientras sentía su mirada directamente en él, los nervios lo consumían.

— Sí, señora. A sus órdenes.

— Okey, vamos Ryunjin — Ordenó, siendo cumplida por la contraria —, no nos defraudes Lee Know, solo te advierto eso.

Ahora de nuevo, un chico se encontraba llorando en silencio en medio de la calle, sentado hecho bolita mientras apoyaba su espalda en un muro cualquiera. ¿Por qué tenia que cumplir con ese sucio trabajo? Aunque admitía que lo había aceptado por decisión propia, pero era debido a que tenía pagar unas deudas que tenía.

— Umm, ¿Estas bien? — Esa voz la reconocía — Oye niño, te pregunte, ¿Estas bien?

— Eh, ah sí, estoy bien.

— Bueno, bien por ti, pero creo que por tus brazos no mucho — Dijo señalando con sus dedos la parte mencionada.

El mayor reviso sus brazos, viendo como estaban un poco llenos de moretones y raspones, de seguro de la caída y las manos de Ryunjin apretando fuerte su brazo le habían dejado la marca en su piel, tenía como gran desventaja el tener piel pálida, así se hacían más notorias las manchas que le dejaba su trabajo.

— Vamos mejor a tu casa — Dijo extendiéndole su mano a Minho, quien la tomo con cierta desconfianza, dudaba si dejar entrar a el chico en su casa. Para él seguía siendo un desconocido muy poco confiable, ¿Por qué lo dejaría pasar?, Sin embargo no lo contradijo, no tenía la capacidad de pensar y menos para debatir — Allí aprovecho y te curo, porque así como la tienes lo más probable es que se te infecte.

Lee se hacía constantemente la pregunta mientras iban camino a su casa, ¿Por qué se preocupaba por él?, Apenas y los conocía.  Le parecía algo raro, algo que no le daba buenas espinas.