10: el trato

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—Quiero tu vida, Ha Sooyoung.

Ni siquiera se cuestionó por qué sabía su nombre. Bueno, ¿quién lo haría al escuchar tales palabras?

—Primero, baja a Haseul. — Sooyoung dijo. Como siempre, ella buscaba el bienestar de los demás.

Por suerte el ente acató tales palabras. Haseul fue liberada y su ahora frágil cuerpo yacía al lado del de Jungeun.

Cuando Sooyoung se acercó a ver cómo estaba sus manos se convirtieron en puños al darse cuenta de lo tan adolorida que se encontraba la pelicorto. Algo se había fracturado, era un hecho.

—¿Por qué... por qué quieres mi vida? —preguntó para evitar las ganas de intentar lanzar otro golpe. Tenía una furia dentro de ella que sabía que no iba a controlar si es que no pensaba en otras cosas.

El ente, desconocido, la "cosa", como quieran llamarlo, no respondió al instante, se tomó su tiempo, pero al fin respondió. —La caja que una de tus amigas compró en la red oscura hizo que viniera aquí —fue acercándose más a la más alta. —.Ellas pensaron que era un juego o que solo era una estupidez, pero la magia existe, en especial la oscura.

Y ahí fue en donde Sooyoung encontró las respuestas a sus dudas.

En aquel relato de unos cuantos minutos ella descubrió que aquella caja con un polvo especial no era más que una entrada al mundo humano de aquel demonio que engañaba a las personas, que las conducía a convertirse en sus presas por medio de la magia que no lo hacía sino más fuerte.

—La idea era matarte a ti y a esas dos —dijo refiriéndose a Haseul y Jungeun. — y finalmente ir por tus amigas y absolverles la magia. Iba a ser fácil porque el polvo era tan fuerte que las dormiría... —su tono cambió a uno de irritación. —, pero al parecer no fue tan fuerte —se refirió a Hyeju y Hyunjin. Sooyoung sintió una punzada al recordar la realidad de sus amigas. —. Sé que hay otra despierta, pero ya no me importa más porque te tengo a ti, Ha Sooyoung.

Estaba tan cerca, Sooyoung podía sentir la maldad rodearlo y también la frialdad en sus manos, porque sí, la estaba tocando.

Sus mejillas eran acariciadas por unas manos grises con uñas negras alargadas que podrían cortarla si es que decidía escapar.

—Tu alma tiene algo mejor que la magia, algo más fuerte... 

—¿Qué? —Sooyoung preguntó por lo bajo evitando mostrar asco ante lo que estaba sintiendo.

El demonio sin rostro enterró sus garras en la suave piel de Sooyoung y con una risa siniestra, completamente loca dijo— Amor... ¡Tienes una gran cantidad de amor, aprecio y cariño a todas estas personas de tu alrededor que si lo tengo para mí podré ser el más poderoso en mi universo!

El amor más fuerte que la magia. Sooyoung había escuchado de eso, pero solo en las películas. Nunca pensó que eso iba a ser real, hasta ahora que veía con sus propios ojos como un demonio quería hacer un trato con ella.

Su vida a cambio de las de sus amigas.

—¿Qué dices? —La voz demoníaca le hizo levantar la mirada —Toma mi mano y haremos un trato.

—¡Sooyoung, no hagas eso! —La voz rota de Haseul apareció. —¡Yo... yo me ofrezco en vez de Sooyoung! —dijo al demonio mientras intentaba pararse.

Este la vio y chistó. La ignoró por completo volviendo su dirección a Sooyoung quien no dejaba de ver con ojos preocupados a Haseul en su lucha por acercarse a ella y protegerla.

—Si hace un esfuerzo más, se muere —advirtió el demonio con voz severa. —.Y si no me respondes en diez segundos, todas se mueren. —amenazó, alargando su mano lista para ser apretada.

Diez segundos, no era mucho tiempo para pensar...

Pero, ¿por qué Sooyoung pensaría?

Ella amaba tanto a esas chicas que cuando dijo una vez que daría la vida por ellas, era en serio, de una forma literal. Claro que no con la esperanza de que algún día se presentara la necesidad, pero ahora se estaba presentando y por eso su respuesta, con una sonrisa franca y toda calmada, fue:

—Acepto.

Tomó la mano y en seguida sintió una luz ser expulsada de ella.

Fue cuestión de segundos antes de que su alma saliera y fuera atrapada, pero fueron segundos suficientes para recordar todo lo que había vivido, todo lo que había disfrutado, reído y llorado con esas once chicas que consideraba su mundo.

Y al final, todo se puso negro.

Para siempre.

Didn't see that coming [LOONA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora