Unos minutos antes de que sean las seis de la mañana Jungeun se estaba moviendo de lado a lado en su cama, lista para despertar.
Cuando la alarma sonó ella la apagó al instante. Recordó que a Yerim no le gustaba que sonara tanto y Jinsol... bueno ella tiene el sueño pesado.
Con los ojos medio cerrados se levantó y con pasos adormilados avanzó a uno de los baños de la segunda planta. Al llegar y tomar la perilla abrió la puerta y sin muchas ganas prendió la luz.
«Algo de agua me quitará esta pereza» pensó al momento de abrir la llave del grifo y meter su cabeza. El líquido frío hizo contacto con su cara y al instante se despabiló.
En eso, un ruido que venía de la cocina le hizo levantar su cabeza.
—¿Qué fue eso? —murmuró, pero decidió ignorarlo cuando algo más pudo captar su atención.
La bañera estaba llena por completo y algo se movía dentro de ella.
—Qué diablos —Jungeun no entendía qué hacía un pez en la bañera. En primer lugar, no le cabía en la cabeza como ese animal llegó ahí. —...Esto debe ser obra de Hyeju—dijo irritada al tener a su primera (y única) culpable.
Iba a salir del lugar, no sin antes darle una última mirada al pez de color azul y dejarlo como estaba. No quería tocarlo, le daba cosita.
—Hyeju... esa chica —decía entre dientes dirigiéndose a la habitación de la menor, pero se dio con la sorpresa de que la puerta estaba abierta y antes de que siquiera pudiese acercar su cuerpo otra vez regresó el ruido que escuchó cuando estuvo en el baño.
Con toda la rapidez que le permitió su cuerpo bajó las escaleras y se dirigió a la cocina. Estaba segura de que Hyeju estaba ahí; ella es la clase de chica que se levanta a esas horas a comer algo y luego volvía a dormir.
«Pero esta vez no voy a dejar que vaya a dormir» se dijo a sí misma en su cabeza. Estaba en la entrada de la cocina y para cuando iba a llamar el nombre de la chica de quien estaba segura hizo esa broma toda su expresión se vino abajo.
Un animal, grande y peludo estaba oliendo dentro del refrigerador, probablemente comiendo algo, pero eso no era lo más importante
¿Esa cosa era real?
Oh, claro que lo era. Ahora que estaba mirándola lo sabía.
—¡Lo-lo... lobito —iba a gritar, pero cuando el animal, ahora identificado como lobo, le mostró los colmillos ella bajó su tono de golpe.
Era entendible, esos ojos grises, ese pelaje negro y gran tamaño intimidaría a cualquiera y más a ella que con tan solo ver un insecto se alocaba.
Retrocedió con pequeños pasos, de manera lenta y cautelosa y cuando estaba a una distancia considerable, escapó. Ya totalmente despierta corrió lo más rápido que pudo hacia la segunda planta, de vez en cuando miraba hacia atrás teniendo la esperanza de que el lobo no la siguiera.
Sus piernas la llevaron a la última puerta en la cual se podía leer 1/3 y ya sin importarle despertar a medio vecindario, golpeó y golpeó llamando por el nombre de la líder.
-¡¿Haseul, por qué hay un maldito lobo en al cocina?! —iba a seguir gritando desesperada, pero escuchó que algo dentro de la habitación de movió. —¿Haseul, estás ahí? -preguntó incrédula, acercando su oreja a la puerta y luego tocando la manija para ver si es que no había seguro.
Al sentir la puerta abrirse, avanzó dando grandes pasos al interior de la habitación.
Todo estaba a oscuras, pero tenía la suficiente visión como para darse cuenta que Haseul estaba sentada en su cama.
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Didn't see that coming [LOONA]
Fanfiction-¡¿Haseul, por qué hay un maldito lobo en la cocina?! En donde Haseul, Jungeun y Sooyoung buscan que las demás miembros de Loona regresen a la normalidad. [historia editada tantas veces que ya perdí la cuenta]