023-La Última Uchiha

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—Acepto el trato —respondió Naruto determinado.

Sasuke no perdió tiempo e hizo una señal a sus hombres para que dejaran ir a todos, rápidamente el gran salón comenzó a vaciarse hasta que solo quedaron Naruto, Sasuke, Hinata, Shikamaru, Neji y Sai.

—Naruto...no debes de hacer esto, podemos encontrar una forma de..

—Tiene que ser así Shikamaru, es la única forma en la que nadie más saldrá herido. Neji, te encargo que cuides de Hinata y los niños, pase lo que pase —el Hyuuga lo vio incrédulo ahora abrazando a su prima quien se alejó de él para abrazar a su amado, temiendo lo peor.

Naruto recibió el abrazo de su esposa alegremente, acaricio y olió la lavanda del cabello de la mujer. Luego ambos se separaron y unieron sus labios en un beso apasionado pero tierno, un beso que tal vez podría ser su último.

—Naruto...por favor no hagas esto, Sakura no habría querido que ambos pelearan, no habría querido que...

—Tranquila, no pienso rendirme, encontraré la forma de convencerlo, encontraré la forma de hacer que todo termine bien'dattebayo.

—No, no lo entiendes...Sasuke, el es...el tiene una-

—No me hagas arrepentirme de perdonarte la vida, Hinata. Despídete de una buena vez y deja el lugar con Neji. No lo voy a repetir —interrumpió a la ojiperla el oji carmín. Naruto besó tiernamente a Hinata y sostuvo su rostro en sus manos para admirar su belleza.

Admiro su piel blanca, suave y tersa para luego fijarse en su cabello con destellos azules como el cielo en la noche, luego admiro su nariz y sus labios, aquellos que habían dicho tanta veces su amor por el y el como un idiota había pasado por alto dichas palabras. Por último se dejó cautivar por sus ojos majestuosos y más bellos que cualquier perla e incluso la luna, aquellos ojos que al verlos claramente comprendió que ella era su amor verdadero, que ella seria la mujer que estaría con él por el resto de su vida y jamás lo dejaría que volviera a sentirse solo.

—Pase lo que pase...siempre estaré contigo y con nuestros hijos. Es una promesa'dattebayo —y con esa frase, dejó ir de su amada y contempló su silueta hasta que las puertas del gran salón se cerraron separándolos.

...

Boruto continuó moviendo los cuadros cuidadosamente, con esperanzas de que alguno abriera la dichosa "Bóveda Secreta" que los criminales le tenían buscando. Mientras tanto, los demás niños armaban un plan discretamente para tratar de distraer a los ladrones y liberar a la azabache para salir de ahí a pedir ayuda. Inojin bostezo y abrió su boca para hablar.

—Entonces...¿Ustedes dos hacen todo lo que el Halcón Sangriento les diga? —comenzó a conversar con los ladrones, quienes se sorprendieron al ver al chico tratando de interactuar con ellos.

—Cállate niño

—Ok, entonces si lo hacen

—¡No! Digo, sigo sus órdenes pero no dejo que dirija mi barco a su antojo —se defendió el peliblanco, Juugo lo miró incrédulo, sabiendo que estaba mintiendo en todos los sentidos.

—La cara de su amigo dice todo lo contrario señor. —se unió a la conversación ChoCho

—Mira niña...

—¿Y qué hay de usted, Juugo?

—El Señor Sasuke me salvo, le debo mi vida

—¡No digas cosas tan a la ligera! —le reprocho el Hozuki

—Son solo niños

—Cierto, solo somos niños...pero si la memoria no me falla fue a esta edad a la cual nuestros padres ayudaron a salvar el castillo de ser tomado por enemigos, ¿o me equivoco? —se unió Shikadai. Ambos adultos se vieron entre sí pensativos, cuando sintieron una punzada de dolor en su espalda para luego caer adoloridos al suelo.

Dinastía de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora