Capítulo 12.

972 104 317
                                    

Norman SIMPático VS suegrito Yuugo. (Parte 2)

P.O.V Ray.

¡Que agradable ambiente familiar! —exclamé y ojalá se noté mi sarcasmo.

Cualquier persona pensaría que estamos cenando de forma pacífica, amorosa y unida en la mesa. Ya saben, como la típica familia perfecta que aparece en la portada de la revista.

En realidad, no es así. Esto un silencioso campo de batalla donde nadie sabe quién esta ganando.

Norman me veía con una mueca de incomodidad, como si me echará la culpa de lo que le esta sucediendo ahora. Ja, ja, da risa su sufrimiento. Yuugo ve a Norman con muchas ganas de echarlo a patadas de su casa. Dina ve a Yuugo y si las miradas matarán, hace mucho que Yuugo estuviera muerto. Los pequeños Phill y Carol se han dado cuenta de la lucha de miradas que se encuentra presente en la mesa y Emma... Emma esta viendo a la mariposa que posó en la ventana.

Tarada... ¿¡No ves que tu futuro esposo esta sufriendo por el terror que le tiene a tu padre!?

—Y... Norman —se nota que a Yuugo le dolió decirlo—. ¿Qué tipo de actividades haces en tu tiempo libre?

¿Yuugo tratando de socializar con Norman?

Mmm, sospechoso.

El albino carraspeo. —Eh... Casi nunca tengo tiempo libre, señor Yuugo. Normalmente leo un libro o juego ajedrez.

—Interesante —concluyó el mayor y tomó un sorbo de su té.

No puedo con esto... ¡Norman no hace absolutamente nada para ganarse el suegro! Callado como un idiota no logrará que su relación con Yuugo crezca, irá en picada y después se lamentará que su suegro no le de la bendición para su boda con Emma.

Escuchamos unos sonidos que interrumpieron nuestra cena. Están tocando la puerta.

—¡Yo voy! —Emma se levantó de la mesa y se retiró del lugar dando brinquitos.

Cuando Yuugo estuvo seguro de que la chica ya estaba lejos, golpeó la mesa y apuntó a Norman con su dedo acusador. —Maldito fantasma, ni creas que tendrás algo con mi hija.

—¡Yuugo! —exclamó Dina enojada.

—¿¡Eh!? —Norman comenzaba a palidecer—. ¡Señor Yuugo yo no...!

—No mientas, escoria albina. Se que quieres algo con ella.

—Es cierto, estoy enamorado ¡pero eso no es malo!

—¡Claro que es malo!

—¡La primera pelea entre el suegro y el yerno! —bromeé pero mi segundo papá me fulminó con la mirada.

Auch, Yuugo no me trates así.

Emma regresa a la mesa junto con dos nuevas personas.

—¡Miren quienes llegaron! —exclamó la peli-naranja con una sonrisa.

—Hola, perdón la tardanza —Lucas Goldy se disculpaba ante nosotros.

Bajo el brillo de la luna | NorEmma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora