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Tras dejar su coche en casa para que su chofer lo llevase al taller, el ojiverde cogió su moto, la cual este ya se la había sacado del garaje y se la había preparado.

...-Gracias Kevin, eres el mejor.

-De nada señorito Harry.

A continuación, este le lanzó las llaves de su coche, se subió a la moto y se fue a recorrer la ciudad sin un rumbo fijo pues quería estar distraído y solo pensar en conducir.

En un momento de su recorrido, el ojiverde pasó cerca de la calle donde vivía su amigo Liam, quizás inconscientemente con la esperanza de ver a su pequeño hermano pero no fue así.

Algo molesto, decidió acelerar y sin darse cuenta se metió por una calle por la que nunca solía ir, ya que estaba la biblioteca pública.

De repente, a lo lejos vio a un pequeño chico que sonreía junto a otros, el cual al acercarse comprobó que era el ojiazul y entonces se detuvo.

De repente, a lo lejos vio a un pequeño chico que sonreía junto a otros, el cual al acercarse comprobó que era el ojiazul y entonces se detuvo

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-Hey hola, ¿me recuerdas?...soy Hazza, el amigo de tu hermano Liam, nos conocimos en el aeropuerto.

El más bajo asintió.

-Oh si, claro...tú nos llevaste a casa.

-Si, así es-dijo feliz de que este lo recordase-

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-Si, así es-dijo feliz de que este lo recordase-...¿Oye y qué haces por aquí tan solo?

El ojiazul resopló resignado.

-Bueno...es que tuve que venir a la biblioteca para hacer un trabajo con algunos compañeros de mi Instituto y ahora me voy a casa.

El mayor asintió.

-Oye, si quieres puedo llevarte.

El chico entonces lo miró y sonrió tiernamente.

-¿En serio puedes llevarme en tu moto?, nunca he ido en moto...oh pero no podré, no tengo casco.

Al escuchar eso el rizado se bajó y tras levantar el asiento, sacó otro casco del compartimiento.

-Taraaaan.

El ojiazul dio varios saltitos mientras aplaudía eufórico.

-¡Es genial!, ¡tienes otro!.

Tras dárselo, el chico se lo puso y se subió en el asiento trasero.

-Bien...ahora agárrate fuerte a mi, no quiero que te caigas.

Louis obedeció y entrelazó sus manos alrededor de la cintura, haciendo que el ojiverde sintiese una corriente eléctrica que le recorrió todo el cuerpo.

-Oh mierda, joder-susurró para sí.

-¿Has dicho algo?-preguntó el más joven desde atrás.

-No, no es nada...solo que nos vamos ya.

Cuando iban en camino, hubo un momento en el que el menor posó su cabeza en la espalda del mayor y apretó más su agarre y eso volvió a motivar el cuerpo de Harry, el cual sintió como su entrepierna despertaba.

«Oh Dios no... joder, ahora no...Jesús, este chico va ha matarme»-se dijo mentalmente, mientras apretaba el pomo del acelerador para que su tortura acabase cuanto antes.

Tras unos minutos, al fin llegaron a la casa de Liam y este aparcó su moto justo en frente para que Louis se bajase.

-Wow...ha sido fantástico-dijo el más bajo muy sonriente tras sacarse el casco y entregarlo.

El mayor se bajó también y lo guardó de nuevo en el compartimento, luego se sacó el suyo y miró al hermoso chico una vez más.

-Me alegro que te gustase...Bueno, emm... pues hasta otra entonces-dijo algo nervioso, ante la encantadora y tierna sonrisa del más joven.

Luego de esto se sentó de nuevo en su moto y se dispuso a ponerse el casco nuevamente.

-Harry-le llamó entonces Louis

-Si, pequeño.

Sin mediar palabra este se le acercó y le dio un beso en la mejilla.

-Muchas gracias por traerme, adiós- le dijo antes separarse nuevamente y  echar a correr avergonzado hacia la puerta de casa, donde tras girarse se despidió nuevamente haciendo un gesto con la mano y a continuación entró.

El mayor que se había quedado en shock, se acarició la mejilla con la mano mientras de su garganta salía un profundo y desgarrador suspiro.

-¿Por qué?, ¿Por qué me haces esto?...dame fuerzas señor...ayúdame para no perder el control y comerme a ese precioso niño-Suplicó angustiado mientras miraba la inmensidad del cielo.

Acto seguido resopló y tras ponerse el casco, arrancó su moto y prosiguió su camino de regreso a su casa, donde tras llegar a su habitación, entró en su baño privado, se metió en la ducha y una vez más, se masturbó pensando en el pequeño y hermoso hermano de su mejor amigo.

—Maldita sea, ese jodido niño va ha matarme.

........

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46. Obsesión -Larry Stylinson TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora