Consecuencias

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Después de pasar todo un día increíble, todos se fueron a bañar para ir a cenar; excepto Felipe que no le dejaron hacer cosas de niños grandes, es por eso que esta vez le dejaron escoger en que restaurante de especialidades iban a ir.

Tía Eugenia. Bueno, como te portaste relativamente bien, escoge el restaurante para la cena.

Felipe. El italiano.

Tía Eugenia. Esperanza, puedes hacer la reservación para 4 y poner la hora de 8:30 pm.

Esperanza. Claro.

Tía Eugenia. En lo que Esperanza termina la reserva, vamos al baño Karla.

Karla. Sí, está bien.

Felipe. Eso quiere decir, que yo me voy a bañar solo.

Tía Eugenia. No, te van a bañar por Esperanza.

Felipe. Valió la pena preguntar.

20 minutos después, salió Karla del baño ya lista al igual que su tía ambas envueltas solo con la toalla.

Karla. Tía y que ropa me voy a poner

-Ahora te digo- le dijo su tía al oído.

Tía Eugenia Ya puedes bañar a Felipe y una vez que termines con él tráelo envuelto en su toalla, para vestirlo.

Karla. Y bien tía.

Tía Eugenia. Pues por tener un excelente comportamiento, te voy a premiar. Solo vas a tener que usar un calzón entrenador para la cena, el resto tu escoges entre la ropa que te permití traer.

Karla. Eh, gracias. ¿Igual mi primo?

Tía Eugenia. Por hoy en la noche, ya no va hacer tú primo, será tu prima.

Karla. No entiendo.

Tía Eugenia. Ya lo verás, esto es parte de las consecuencias por desobedecer.

Karla sintió un escalofrío por el comentario que hizo su tía, por lo cual agradeció a ver obedecido en todo momento.

Cuando salieron, Esperanza y Felipe del baño, este envuelto solo en una toalla que por cierto le quedaba grande, este pregunto por su prima.- ¿Y Karla?

-Está tomando fresco en el balcón, le dije que esperará allá en lo que te vestimos apropiadamente-dijo su tía.

-Me estas asustando tía- dijo el joven en tono nervioso.

Tía Eugenia. Sabes por un momento, pensé que si hacías alguna cosa en desobedecerme el castigo o más bien las consecuencias, serían algo leves. Pero te excediste, no solo no respetaste las reglas, sino que también tomaste bebidas alcohólicas, lo cual por cierto para ti está prohibido no solo por aparentar ser un bebé, sino que realmente eres menor de edad.

-Esperanza, tráeme la ropa que deje en el buró de la cama-dijo muy pero muy molesta.

Felipe. Tía lo siento, no lo volveré hacer, ya con esto de la mañana aprendí mi lección. No es suficiente castigo.

Tía Eugenia. Eso del día fue por no obedecer, este otro castigo o más bien consecuencia es por haber tomado alcohol sin el permiso y/o consentimiento de un adulto.

Y poniendo sobre la cama, se encontró con su peor pesadilla posible:

Y poniendo sobre la cama, se encontró con su peor pesadilla posible:

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Vacaciones con mi tíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora