ME SIENTO VALIENTE.

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POV ARIZONA.
Subí furiosa a mi habitación ¿Quien mierda se cree que es para hablarme así? Lo peor de todo es que me la tendré que topar en estos 5 días, ¿Por que no simplemente seguí mi camino y la dejé? Esto debería ser una maldita broma y la peor de todas, no he tenido tiempo de nada, ni siquiera de pensar la conversación que tuve con Charlotte, si solo eso fuera más fácil, si tan solo hubiera sabido que la iba a volver a ver tal vez...No, no debo traer a mi mente pensamientos que puedan confundirme, pero por ahora lo único que deseo es una ducha, larga y plena, llena de paz, es lo único que pido, dejé llenando la tina, después fui a la cocina por agua, no se porque tengo la leve sospecha que más tarde mi cabeza va ha doler, odio eso porque ni siquiera me aguanto yo.
Me estaba quitando los zapatos cuando tocaron la puerta, mierda sea quien sea lo mandaré al diablo, así que me apresure y la abrí de golpe.
ARIZONA: ¡Oh genial!-grité frustrada-¿Que no te cansaste de insultarme allá abajo?-dije furiosa-¿Que mierda quieres ahora?
Ángeles me miraba seria, casi podía apreciar como su mandíbula estaba apretada.
ÁNGELES: ¿Puedo pasar?-preguntó en tono bajo- No voy a insultarte otra vez, lo prometo.
Esta escena me recordaba a las veces que le abria la puerta de mi pequeño departamento cuando venia a rogarme que la perdonara porque hizo algo estupido, y bueno...ahora no es tan diferente.
ÁNGELES: Si no vas a decir nada entrare de todos modos-dijo pasando por debajo de mi brazo hacia mi cuarto de hotel.
Ella estaba jugando con fuego y no sabría que tanto podía soportar la rabia que sentía o si ella sabía que no debía molestarme justo ahora.
ARIZONA: Solo lárgate de aquí Ángeles, no quiero verte-dije de mala gana- No te entiendo, crees que puedes insultarme y después venir a aquí a...No se ¿Que?
ÁNGELES: Vine a pedirte una disculpa-me interrumpió- Es solo que...
ARIZONA: No me interesa lo que vas a decir y mucho menos tus disculpas-solté
ÁNGELES: No me iré de aquí hasta que te calmes-dijo firme.
Negué con la cabeza, ¿Como mierda la saco de aquí? Para este punto ya estaba entrando en desesperación, hasta que se me ocurrió una idea, si ella puede hacer lo que le plazca cuando está enojada también yo lo haré
ARIZONA: ¿No te irás?-sonreí sin ganas.
ÁNGELES: No-puso sus manos en las caderas.
ARIZONA: Bien, porque justo estaba por darme una ducha- dije sacándome lentamente el cinturón.
ÁNGELES: ¿Que diablos haces?-preguntó enmarcando las cejas.
ARIZONA: Está es mi habitación, puedo hacer lo que quiero ¿No es así?-me saqué el saco dejándolo en el piso.
ÁNGELES: ¡Detente!-soltó frustrada.
ARIZONA:¿Por que? Tú eres la que sigue aquí-me desabotone la camisa y al igual que el saco cayó al piso.
Nuestras miradas no habían dejado de luchar y tampoco yo iba a ceder, estaba cansada, no había dormido bien, tengo tantas cosas en la cabeza y que no me dejen en paz fue la gota que derramó el vaso, desabroche mi pantalón y baje el cierre.
ÁNGELES: Arizona por favor para-desvío sus ojos a un lado.
Eso me parecía majestuoso ya que se estaba rindiendo y saldría corriendo de la habitación.
Me acerqué despacio a ella y cuando estaba a medio metro de distancia baje mis pantalones.
ARIZONA: Vete de aquí si no quieres que me siga quitando la ropa Ángeles-me acerqué un poco más- A menos que quieras que lo haga.
Bajo la mirada y cuando pensé que se iría ella recorrió mi cuerpo con sus ojos lo que causó que mi cuerpo se estremeciera, estaba desafiándome, poniéndome al límite y no era lo que yo quería lograr, así que entré en pánico.
ARIZONA: Te vas a ir de aquí ahora- la agarre del brazo llevándola arrastras sacándola y cerrando la puerta de golpe, volviendo a respirar.
POV ÁNGELES.
Cuando la vi sin su elegante vestimenta quise doblegarme, arrancar cualquier pedazo de razón que me quedaba por tocarla, mi dedos picaban por hacerlo, recordando cuando mis orgasmos le pertenecían, jamás habría imaginado que llegaría ha hacer eso y por unos pequeños segundos cuando estábamos cerca mi inconsciente me jugó una mala pasada permitiendo contemplarla-¡Dios!- Ni siquiera podía moverme, reaccioné cuando halaba de mi brazo sacándome a la fuerza.
Volviendo a mi habitación me di cuenta que ahora de nada servía alejarse porque el maldito destino es más inteligente que yo, no pienso luchar contra eso, solo necesito estar tranquila y enfocarme en mi trabajo, cuando la seguí para pedirle disculpas no conté con que me encontraría poniéndome a prueba.
Y de verdad no quiero que esto me pase otra vez, Arizona esta por casarse, no me interpondré, es que si ella estuviera sola yo...sin duda me abría quedado, pero hay que ser consiente y hacer lo que una vez hice, dejarla ser feliz.
-Á las 10:00pm va a haber una pequeña fiesta en la terraza del hotel, te espero.
El mensaje de Regina solo hacía que me frustrara un poco más, ahora tenía que ducharme y arreglarme, mi reloj marcaban 8:59, lo que significaba que no tenía mucho tiempo
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Estaba poniéndome un pequeño collar dorado, mi cabello estaba recogido en una coleta y llevaba un vestido de lentejuelas azul oscuro, con un escote razonable y zapatos de tacón del mismo tono, mi maquillaje era natural, la verdad no me gusta hacerlo muy cargado, mirándome al espejo solo podía pensar en Arizona- Mierda es que no entiendo ¿Como pude paralizarme- como sea, sigue molesta y no pude hacer nada.
-Por favor no llegues tarde
REGINA.
Volvi a mirarme al espejo, agarre mi celular y salí de la habitación para después tomar el elevador que me llevaría directo a la terraza de este gran hotel, minutos después se abrieron las puertas y caminé lentamente fuera de la caja metálica, viendo a mi alrededor la asombrosa decoración que tenía aquel lugar, habían muchas flores, en tonos, amarillos, rosas, celestes y blancos, el tema era "Despidiendo a la primavera" había varias mesas decoradas la barra era libre, ya que solo estaba invitados de la alta sociedad- Si que puede intimidar todo esto-pensé, hombres y mujeres con trajes y vestidos hechos a la medida, cada uno como siempre, con una copa en su mano y uno que otro cóctel, si hubiese sido la de hace unos años atrás de seguro me sentiría ansiosa, pero ahora solo puedo sentir curiosidad.
Vi a mi jefa reunidas con varias personas, asintió con la cabeza en gesto de saludo, le sonreí de inmediato, supongo que esta noche no había nada que hacer, solo integrarme, aunque quiera pasar desapercibida. Decidí recorrer el lugar, hasta que sentí que tocaron mi hombro, era un hombre joven, con ojos marrones, sonrisa perfecta y bien vestido, llevaba una copa de vino en la mano, se veía agradable.
-Hola, soy Raúl Ferrer, Dueño de "Moon Company"-se presentó amablemente extendiéndome una mano- Y...¿Tú eres?-preguntó curioso.
Negué con la cabeza varías veces, la verdad no pensé alguien se acercaría.
ÁNGELES: Oh! Lo siento soy Ángeles Torres, estoy en el equipo de abogado de Regina.
RAÚL: ¡Regina!-se sorprendió- De seguro eres muy buena para que ella te haya tomado en cuenta...pero no te lo tomes a mal, es más bien un cumplido.
ÁNGELES: No te preocupes-le sonreí amable- Entiendo lo que tratas de decir.
Nos quedamos en silencio unos segundos, hasta que lanzó una mirada coqueta.
RAÚL: Así que...Ángeles-se acercó un poco a mi-¿Quieres irte de aquí?...
-Hola Ferrer, tiempo sin verte-hablo de repente.
Ni siquiera me di cuenta cuando ella apareció.
RAÚL: La señorita y yo solo teníamos una charla amistosa-soltó aclarándose la garganta y poniéndose derecho.
ARIZONA: Supongo que si-enmarcó las cejas- Ángeles- llamo mi atención- Creo que ya tuviste el placer de conocer a Raúl socio de "Moon Company"-dijo poniéndole la mano en el hombro.
ÁNGELES: Si, ya nos presentamos-asentí mirándola algo confundida, no sabía lo que estaba tratando de hacer.
ARIZONA: Seguro que si-arrugó la nariz- Así que...Ferrer, ¿Donde está tu esposa? De seguro en la suite acostando a los niños, ¿Verdad?-lo mire  sonriente- ¿No te dijo que ella es la dueña de esta empresa?-me preguntó
Al momento que soltó esas preguntas entendí a donde quería ir, Que hijo de puta, imagino que este hombre aprovecha su puesto para llevarse a mujeres a la cama, totalmente asqueroso.
RAÚL: Creo que debería irme-dijo incómodo.
ARIZONA: Creo que deberías-soltó sería.
Ella llevaba un traje rosa pastel, con una camisa blanca, el cabello suelto, un reloj dorado, los zapatos a juego con su saco y el en bolsillo de este, un pañuelo violeta con amarillo.
ÁNGELES: ¿Sabes? Habría podido con el-levanté una ceja.
ARIZONA: No lo creo...Raúl es un asco de ser humano, hay pruebas de que en ocasiones, cuando las chicas no se quieren acostar con él las droga-explicó.
ÁNGELES: ¡Dios mío! Y ¿No han hecho algo para detenerlo?-pregunté consternada.
ARIZONA: Lastimosamente, Querida Torres, existe algo por lo que los humanos dejamos pasar atrocidades por bien para uno mismo-me miro.
ÁNGELES: Dinero, es eso entonces-deduje.
ARIZONA: Exacto- asintió.
Desvió su mirada hacia otro lado, estaba a punto de irse, la música comenzaba a sonar, entonces como reflejo la sostuve del brazo.
ÁNGELES: Baila conmigo-dije sin pensar
ARIZONA: ¿Que?-preguntó extrañada.
Solté mi mano y me paré derecha, respirando profundo, dando un suspiro.
ÁNGELES: Baila conmigo-volví a repetir
ARIZONA: En serio ¿Crees que no te voy a rechazar?-ladeo la cabeza.
ÁNGELES: Bueno...me siento valiente esta noche- le sonreí.
Negó con la cabeza unos segundos y después me miro suspirando, hizo una pequeña reverencia extendiéndome la mano.
ARIZONA: ¿Me concederías esta pieza?-preguntó.
Miré su mano unos segundos, para después deslizar la mira lentamente encajando con la de ella-¡MIERDA, LA CASA DEL ÁRBOL- Gritó mi subconsciente, mientras me llevaba a la pista de baila recordé muy bien cuando me llevo ahí, en donde casi me entrego a ella y cuando me agarro de la cintura, di un grito ahogado, aclaré mi garganta rápidamente, tratando de relajarme aunque sintiera que los nervios comenzaban a salir.
ARIZONA: ¿Por que tan pensativa?-preguntó haciendo que saliera de mis pensamientos.
ÁNGELES: Quería...yo-tartamudeé unos segundos-Quería pedirte disculpas, por...lo de hace un rato-dije sincera.
ARIZONA: También quería pedirte disculpas-hablo-Por...casi desnudarme en frente tuyo, no estaba al 100% y creo que tú tampoco-dijo dándome una vuelta para después atraerme más cerca de ella mientras sus ojos no dejaban de ver los míos.
ÁNGELES: Supongo que las dos no estábamos Al 100-le sonreí y ella me devolvió la sonrisa.
ARIZONA: Ángeles, solo quiero ayudarte, pienso que tienes potencial, eres demasiado inteligente para estar en la firma de Cuesta-su mirada me transmitía sinceridad.
ÁNGELES: Lo se- asentí dando una sonrisa débil.
Y si, fue entonces cuando lo entendí, hace un rato cuando me mandó al carajo, siento debo calmarme un poco, ya que seremos prácticamente compañeras de trabajo.
ARIZONA: Te propongo un trato-Alzó una ceja- Tú me ofreces la bandera de la Paz y yo sigo siendo amable contigo-sugerio.
Di una pequeña risa, negando con la cabeza para volver después a su mirada, la verdad es que no podía dejar de verla, sentía como si no pudiera despegarme de ella y no iba a hacer nada por alejarme.
ÁNGELES: Acepto.
ARIZONA: Bien, eso me dará tranquilidad- suspiro para después poner su barbilla en mi hombro.
ÁNGELES: ¿Que..Que haces?-solté nerviosa.
ARIZONA: Tú olor, es el mismo que antes-dijo respirando mi cuello para después soltar lentamente el aire de sus pulmones.
ÁNGELES: Algunas cosas nunca cambian-alzó la mirada y de nuevo me sonrió.
ARIZONA: Ojalá nunca lo hagan.

¿ME QUEDO CON MOLLY? (PART.2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora