NO QUIERO PENSAR EN LAS EQUIVOCACIONES

18 4 0
                                    

POV ARIZONA
Día dos de reunión y esta vez me siento un poco abajo, mis estados de ánimos son demasiado confusos, en especial ahora, después del trabajo tengo que ir corriendo a terapia-¡Dios!- me siento en una montaña rusa, esto de aprender de ti mismo resulta ser un poco desgastante y doloroso.

Me he dado cuenta que la gente tiene muy romantizado el  amor propio, no tienen idea lo mucho que cuesta amarse, o por lo menos tolerarse, cuesta mucho entender que muchas cosas que te lastiman no son tu culpa, cuesta aceptarse, cuesta el si quiera sentirse suficiente con uno mismo...pero lo que más me causa ansiedad es saber que en algún momento todo se venga abajo y vuelva a lo mismo, teniendo como resultado tiempo perdido y esperanzas rotas.
El amor propio es de todo, menos fácil, es una maldita tortura para mi y me cuesta pensar que algún día pueda amarme tanto como la amo a ella, la aceptación es difícil viniendo de alguien que ha evitado encontrase con sigo mismo durante tantos años, pero como bien dicen, lo más difícil es empezar y yo ya di un primer paso.

Me estaba terminado de poner el traje, mi mejor amiga no estaba, así que un par de minutos después yo estaba saliendo de su departamento para dirigirme donde mi jefa me había mandado la ubicación. Nos citó a las 12:30 del medio día en un restaurante algo rústico para almorzar y seguidamente hablar de negocios.
Estaba llegando, parque mi auto justo al frente, a penas iba a ser 11:30, salir de él y entre al lugar, como siempre ya había una reservación, muy alejada del resto de la gente, a veces pienso que mi jefa tiene fobia social, es cómico que aparte el lugar más alejado.
Uno de los camareros me dirigió a la gran mesa, era una especie de balcón y la vista era espectacular, el día estaba nublado y había viento rozando por mis mejillas, respiré profundamente y solté el aire muy despacio quedando en paz.
Ordené una ensalada y una limonada, después de terminar minutos después llegó Ángeles, veía como se acercaba, era como si estuviera en cámara lenta, sus ojos no se despegaban de los míos...La amo, locamente yo la amo y no quiero pensar en las equivocaciones porque nunca fue un error, ella y yo, lo que pasamos, lo repetiría una y mil veces si eso me trae justo a este momento, viniendo hacia mi, sintiéndola poderosa, llenándome de energía.

ÁNGELES: Hola-Me saludó dándome una leve sonrisa-Llegaste antes-dijo poniendo su bolso a un lado mientras se sentaba junto a mi.

ARIZONA: Quería llegar temprano para almorzar-me encogí de hombros.
Nos quedamos unos minutos en silencio mientras ella ponía en orden sus cosas, no podía dejar de verla, nunca he podido y creo que jamás dejaré de hacerlo, me fascina admirarla, sobre todo cuando está concentrada.

ÁNGELES: ¿Que tal tu noche?-pregunto haciendo que saliera de mis pensamientos.

Ahora que me lo pregunta no fue tan buena, fue una de las peores.

ARIZONA: Decente-le sonreí- ¿Que tal tu cita?-solté curiosa.

ÁNGELES: Bueno...no tan decente-suspiró derrotada.

ARIZONA: ¿El efecto Tereza no fue tan encantador?-me burlé.

ÁNGELES: Si por encantador te refieres a que fue totalmente incómodo pues si-negó con la cabeza- Me confesó lo que te dijo cuando se encontraron en el baño-me miro seria

ARIZONA: ¡Oh!...ya te enteraste-sonreí si ganas.

ÁNGELES: Si, ya lo sé y no entiendo por qué no me lo dijiste...

ARIZONA: Quería que te dieras cuenta que era una perra-la interrumpí

ÁNGELES: Aún así, Arizona-me reprendió.

ARIZONA: Y, ¿Que querías que hiciera?, no lo entiendo ¿Querías que te dijera que no te acerques 

a ella?...no puedo hacer eso, Ángeles...

ÁNGELES: Ella dijo cosas que malinterpretaste...

ARIZONA: No, no lo hice, te conozco demasiado bien como para pensar que tendrías sexo con ella, por favor, ambas sabemos que Tereza no te atrae para eso.

ÁNGELES: Si, exacto, no podría tener sexo con Teresa-dijo tocando descaradamente mi pierna.

La miré sorprendida, pero ella seguía con la misma expresión como si no estuviera haciendo nada.

ARIZONA: Acerté-trague lentamente-Eres demasiado buena para ella.

ÁNGELES: ¿Lo soy?-pregunto enmarcando las cejas.

ARIZONA: Si-respondí en seco.

ÁNGELES: Entonces, para la próxima-se acercó a mi rostro sonriente para después susurrar en mi oído- Me adviertes- soltó dejando un beso en mi cuello, alejándose un poco quedando cerca de mi cara-No quiero tener que lidiar con personas que no me aportan nada bueno-acarició su nariz en la mía.

Dí una pequeña carcajada, ahora lo entiendo lo que estaba tratando de hacer, pero curiosamente, eso, no funciona conmigo.

ARIZONA: Sabes...eres buena, pero creo que te estás metiendo en algo que no podrías soportar-puse mi mano en su cuello y presione lentamente hasta acercarla de nuevo a mi-Ambas sabemos que no te queda hacer provocaciones para conseguir algo de mi-la mire fijamente- mientras que mi otra mano subía lentamente por su entrepierna.

ÁNGELES: Yo no te estoy provocando para conseguir algo-decía con la respiración entrecortada.

ARIZONA: ¿No?-presioné su muslo haciendo que ella soltara un grito ahogado.

ÁNGELES: Sabes, Zo, no he tenido sexo desde hace mucho tiempo-lamió sus labios- Y tocarme ya no me basta-su respiración aumentaba, lo que me hacía subir poco a poco más a su centro.
No sabía que estaba haciendo pero no me podía detener.

ARIZONA:¿En serio?-pregunté en un susurro solo para que ella escuchara-¿Por que no lo haces?

ÁNGELES: Estoy tratando de hacerlo justo ahora-sonrió maliciosamente- No te provoco porque quiero que me hagas caso, lo hago porque quiero tu boca ahí abajo.

Iba a besarla cuando mi celular sonó.

ARIZONA: ¡Mierda!-dije molesta.

-Castillo- contesté.
-Estamos por llegar, más les vale que estén listas-dijo mi jefa desde la otra línea.
-Descuida, llegamos antes-le dije.
-Bien...¿Ya empacaste la ropa que vas a llevar el fin de semana a mi casa de campo?-preguntó
-Espera-solté desconcertada- Se suponía que era sólo un día.
-Lo se pero cambie de opinión, así que es mejor que cuando acabe esta reunión irás por tu maleta a llenarla de ropa.
-No puedo quedarme tanto tiempo.
-No creo que tengas nada que hacer ya que tú y tu prometida no se hablan por ahora, así que ve este viaje de negocios como unas vacaciones cortas.
-¿Que se supone que haré esos días?-pregunte sería, ella se quedó en silencio unos segundos.
-Escucha, te necesito ahora, es Luna, necesito tu ayuda, quiere retirarse de la universidad, le dije que se tomara unos días para pensar, estará con nosotros esos días y tú eras la única que la hacía entender-explicó
-Regina, sabes que ella es lo suficientemente grande como para tomar sus propias decisiones...Lo sabes, ¿Verdad?-le dije.
-Escucha, te lo estoy pidiendo como amiga, hazla entrar en razón...ya me tengo que ir, estoy recogiendo a Héctor y a Teresa, llegaremos en 10 minutos.

ÁNGELES: ¿Que ocurre?-preguntó, yo la miré para después meter mis dedos entre su cabello besando su frente.

ARIZONA: No te preocupes-negué con la cabeza- llegarán en 10

¿ME QUEDO CON MOLLY? (PART.2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora