¿AHORA QUE QUIERES?

14 3 15
                                    

POV ARIZONA.

Estábamos tan entregadas la una a la otra en ese instante, que lo único que hice fue besarle apasionadamente, mientras la montaba sobre mi, ya no lo soportaba, nuestros cuerpos no lo soportaban mas, queríamos sacarlo todo, queríamos que este maldito deseo nos consumiera a ambas.

Me detuve unos instantes y en mi dibuje una sonrisa perversa, lo que causo en Ángeles la misma reacción.

ARIZONA: Quitame la ropa, Torres-ordené-

Casi pude observar como por unos segundos ella se desconcertó y no era para menos porque usualmente era yo quien la despojaba de sus prendas, pero no retrocedió, comenzó a quitar todo poco a poco, mientras me daba pequeños besos cuando lo hacia.

ÁNGELES: Espere mucho tiempo para esto-dijo contemplándome unos minutos-Para ser exacta...7 años, soñaba con poder observar cada parte de tu cuerpo...sabes que después de esto no vamos a poder parar, ¿No?-me miró

ARIZONA: Y a ti quien te dijo que yo quería parar-le sonreí cínica antes de volver a traerla hacia mi bruscamente.

No se en que momento estábamos desnudas, el contacto de nuestros cuerpos era infinitamente todo lo mejor que había sentido jamas, besaba su cuello lentamente, dejando leves mordiscos para después bajar a sus perfectos senos, metí uno a mi boca mientras jugaba con el otro, lo hacia duro y ella gemía, no había otro sonido tan delicioso como ese, créanme que si lo pudieran escuchar se volvería su canción favorita...eran tan rogados y llenos de placer, placer que yo le causaba, ella lo disfrutaba porque halaba de mi cabello para que lo hiciera mas fuerte.

Volví a sus labios, no dejaba de extrañarlos a pesar de que los tenia cerca, en todo este tiempo sus ganas, su deseo, su alma me ha pertenecido, siento en cada parte de mi corazón ella me pertenece y yo le pertenezco.

ÁNGELES: Quiero hacer algo-dijo entre besos para después mirarme-Quiero ser yo quien te de placer primero.

Yo asentí y le di un beso rápido en la frente, se levantó de la cama, mientras la observaba, por la espalda se veía tan perfecta, su trasero hizo que me mojara aun mas, se dio la vuelta y me sonrió.

ANGELES: ¿Donde están tus corbatas?-preguntó en un tono inocente.

ARIZONA: Todavía están en la maleta, a tu derecha-respondí, no entendía que quería hacer.

ANGELES: Cariño, te prometo que lo disfrutaras-dijo poniéndose encima mio con una pierna a cada lado de mis caderas, podía sentir como latía su sexo buscando contacto.

-¡MIERDA!, no entiendo como podía soportarlo.

ANGELES: Dame tus manos, Zo.

Y así lo hice, las tomó y luego hizo un nudo en ellas con la corbata para después atarla al respaldar de la cama, yo la miraba atenta.

ÁNGELES: ¿Tienes miedo?-me preguntó dulcemente

ARIZONA: ¿Debería?-dije sonriente.

ANGELES: No lo se, sabes, Arizona, he descubierto que tengo cierta...afición y....

ARIZONA: Muéstrame-la interrumpí

Se acercó para besarme, poco a poco sentí como una de sus manos iban a mi cuello y presionaba lentamente, mientras bajaba a mis pechos, esto es diferente a cualquier experiencia  que he tenido, es la primera vez que me esta tocando y siento como si nadie nunca lo habría hecho bien, hasta ahora, sentía las mordidas tan deliciosamente que sentía que no podría soportarlo tanto

ARIZONA: Esto es tortura-dije entre gemidos, para este momento no sentía vergüenza alguna

ANGELES: Curioso-entrecerró las cejas-Yo estoy tan encantada con tus gemidos, pero ahora, estoy dejando lo mejor para el final-dijo bajando por mi abdomen hasta mi centro, el cual miro detenidamente mirándome como pidiendo mi aprobación.

ARIZONA: Hazlo-le rogué.

Sonrió cinicamente y sumergió su hermoso rostro en donde mas yo lo necesitaba, no pude evitar poner los ojos en blanco cuando sentí su lengua en mi manojo de nervios, mis gemidos eran graves y roncos, ella me estaba llevando al cielo, el sonido de succión se escuchaba en repetidas ocasiones y me estaba volviendo loca, lo que lo hizo aun peor fue cuando sentí como metía dos dedos dentro de mi, entraban y salían cada vez mas rápido y yo luchaba conmigo misma para no acabar tan rápido pero me fue imposible, arquee mi espalda mientra me estremecía cada vez mas, hasta que un gemido fuerte salio de mi.

ANGELES: ¿Te gustó?-preguntó

ARIZONA: Desatame ahora-dije extasiada.

Una vez que lo hizo me levanté de golpe besándola, necesitaba darle placer, quería escucharla venirse en mi oído, lo había hecho tan bien que necesitaba compensarlo.

ARIZONA: Acuéstate a mi lado-ordené- Deseo tocarte como no tienes idea, mi amor-le dije saboreandome los labios.

ANGELES: Siempre he sido tuya, por favor no me hagas esperar.

Sin mas me puse encima de ella, lamiendo cada parte, lo hacia lentamente, sus pechos estaban duros y me encantaba, si algo quiero en esta vida es quedarme con esto, quedarme con ella, baje mas y mas hasta que por fin pude probar de nuevo aquel sabor que jamas pude olvidar y era simplemente magnifico.

ARIZONA: Extrañaba esto-dije succionando con ganas.

ANGELES: Arizona, no te detengas-dijo entre gemidos.

No puedo explicar lo bien que me sentí, no solo era el sexo, si no todo lo que podía persibir a plena vista y en mi interior, era claro que nos extrañábamos, era mas que obvio lo que iba a pasar incluso antes de que estuviéramos aquí sin una gota de cordura, sabíamos ambas que tarde o temprano íbamos a entregarnos de esta manera y que una de las dos iba a mandar todo al carajo, pero juro que no me importa nada ya, solo quiero pasar el resto de mi vida con ella, hasta que mi corazón deje de latir.

ANGELES: Me vengo-dio un grito ahogado.

ARIZONA: Vente para mi, mi amor, es lo que mas deseo.

No tardó mucho en que llegara hasta el climax y yo lo disfruté hasta el ultimo espasmo de su cuerpo, hasta que se detuvo, acariciaba su cuerpo delicadamente, la verdad, pienso que Ángeles es literalmente perfecta, así que me rendí.

ARIZONA: Te amo-dije sin pensar

Ella abrió los ojos sorprendida por lo que le dije, acarició mi rostro y sonrió, fue una de esas sonrisas que te hacen sentir en casa, te hace sentir como si todo va a estar bien.

ANGELES: También te amo, mi Zo-dijo para después darme un beso.

+++++++++++++++++++++++

No supimos en que momento nos quedamos dormidas, solo recuerdo que nos quedamos en silencio, ella recostada en mi pecho y yo abrazándola, desnudas, complementandonos mutuamente, hasta que yo escuche el sonido de la puerta.

Me levanté de golpe, tratando de recomponerme-MIERDA ¿QUIEN PODRÍA SER A ESTA HORA?-Vi a Ángeles que todavía dormía en la cama, estaba profundamente dormida, podría verse como alguna pintura renacentista, simplemente hermosa, el tortuoso sonido de la puerta se hizo presente otra vez, me envolvi en la bata de baño y abri la puerta, no lo suficiente como para que se vea el fondo.

ARIZONA: ¡MIERDA! ¿Ahora que quieres?-pregunté

¿ME QUEDO CON MOLLY? (PART.2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora