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Un gritó de sorpresa resonó por el baño, el azabache mirándose en el espejo mientras refregaba sus ojos repetidas veces con sus dedos en un intento de que todo esto fuese una ilusión de su cabeza y no hubiese en realidad tres estrellas acompañando...

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Un gritó de sorpresa resonó por el baño, el azabache mirándose en el espejo mientras refregaba sus ojos repetidas veces con sus dedos en un intento de que todo esto fuese una ilusión de su cabeza y no hubiese en realidad tres estrellas acompañando la marca en su brazo derecho. Pero por más que fregaba y fregaba, nada cambiaba y aquellas estrellas permanecían allí, indicando que tenía otra alma gemela además de Jeongin y había convivido con esta, deduciéndolo a lo bien que estaba marcada.

La mañana había ido de maravilla, Jisung había disfrutado bastante ese día de clases, conocer a Felix fue agradable, al principio un tanto extraño, pues que un chico se te quede mirando de repente mientras estas hablando con tu pareja y amigo para luego provocar una extraña sensacion en tu pecho una vez sus miradas chocaron no es algo muy común que digamos. Pero fue agradable al final el encuentro, charlaron, bromearon, rieron, se conocieron e incluso había pellizcado las mejillas del chico para molestarlo un poco y luego de despedirse en la salida había caminado tranquilamente hasta su casa, despidiéndose de Jeongin con un pequeño beso en la esquina donde sus caminos se separaban. Llegando a su hogar unos cinco minutos después para entrar en su cuarto luego de saludar a sus padres y comenzar a cambiarse y fue allí donde las cosas empezaron mal, pues al retirar la camisa del uniforme logró notar algo nuevo en su brazo, una mancha en este que le llamó la atención, por lo que caminó hasta el baño y se puso enfrente del espejo para ver lo que había, abriendo enormemente sus ojos en sorpresa.

Su cabeza era un lío de pensamientos en este momento, se encontraba en un gran conflicto mientras salía del baño para regresar a su cuarto y comenzar a dar vueltas, ¿Qué se suponía que debía hacer ahora? Sabía que una parte suya sentía que algo le faltaba, que no se encontraba completo y aún quedaba una pieza oculta en algún lado que debía encontrar para completarse pero no esperaba que esa pieza resultase ser una persona, sinceramente solo planeaba llenar ese pequeño vacío con más cheesecake y besos, pero ahora, qué debía hacer. ¿Debería hablar con Jeongin? ¿Eso sería lo mejor? Pero no estaba seguro de cómo podría ser la reacción del menor, no quería llegar herirlo pero tampoco podía mantener esto en secreto, no sería lo correcto, sabía que quedarse callado traería mayores problemas en el futuro por lo que debía armarse de valor y hablarle a su novio sobre la situación.

Sacó su teléfono del bolsillo de su mochila, dudando aún mientras continuaba dando vueltas, una leve frustración colándose en su pecho como al mismo tiempo curiosidad y sorpresa. No pensaba que esto podría pasar alguna vez, claro, sabía que existen personas con más de un alma gemela pero nunca pensó que esto podría llegar a pasarle.

Soltó un largo suspiro, dejándose caer en su cama y volvió la mirada a la marca, estirando la piel en su brazo para verlo mejor, pequeñas estrellas acompañaban al sol y la luna en su brazo, ahí viene la curiosidad, la duda.

—¿De quién es esta marca? –murmuró para si mismo, trazando las estrellas con la yema de sus dedos.

Se quedó así por unos minutos, el silencio envolviéndolo por fuera mientras su cabeza estaba llena de ruido. Otro suspiro escapó de sus labios antes de desbloquear su celular y buscar entre sus contactos el número de Jeongin, mordiendo su labio inferior y dudando unos diez segundos antes de tocar el botón de llamada, acercando el aparato a su oído para escuchar el tono, sonó unas tres veces antes de recibir respuesta.

Soulmates || JeongsunglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora