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Me encuentro en la arena, hay nieve a mi alrededor, escucho el sonido de la presa no muy lejos de mi, me mantengo alerta y visualizo cuando el hombre del distrito 7 se acerca a mi con su hacha para intentar herirme pero yo soy mas rápida y le lanzo un cuchillo que se clava en su brazo pero eso no lo detiene así que tomo rápidamente mi tridente y el engulle su hacha, la avienta hacia mi y me da en la parte posterior de mi abdomen, el corre por ella y esquiva mi tridente, cuando toma su hacha alza el brazo para volver a arrojármelo y en ese momento le clavo el tridente en el pecho dando directo a su corazón, veo como sangre comienza a salir por su boca mientras parece ahogarse en ella, escucho el ultimo cañón y luego despierto.

Mi respiración es rápida al igual que los latidos de mi corazón, las lagrimas salen de mis ojos sin que yo pueda contenerlas y grito como si estuviera de vuelta en la arena, Finnick a mi lado despierta de forma inmediata y me toma en sus brazos para intentar tranquilizarme como siempre lo hace cuando dormimos juntos y tengo pesadillas con mi paso por la arena.

-Shhh tranquila estas en casa- me dice -Estas conmigo y no te pasara nada.

-No puedo dejar de tener estas pesadillas estoy fastidiadas de ellas- las lagrimas siguen saliendo y mi voz es mas cortada.

-No estas en la arena, estas conmigo, todo estará bien- intenta calmarme mientras da suaves besos en mi cabeza -Volvamos a dormir, faltan 4 horas para el amanecer.

Volvemos a recostarnos y me acurruco contra su pecho desnudo dejando que sus latidos me arrullen y vuelva a dormirme para no soñar nada esta vez.

►►►►

El sol entra por la ventana de la habitación en casa de Finnick, el sigue dormido así que salgo de su cama de forma silenciosa, me pongo unos zapatos cómodos y salgo del hogar para dirigirme con mi amiga Annie para saber que tal paso la noche.

Todos estamos heridos desde nuestro paso por los juegos del hambre pero Annie es quien peor esta, despues de ver como su compañero era degollado frente a ella perdió toda la cordura y suele tener episodios de ansiedad que no puede controlar a diferencia de nosotros. Finnick y yo tratamos siempre de protegerlas a ella y a Mags, pues los cuatro somos la única familia que tenemos

-Annie- hablo en voz alta cuando entro a su casa.

-Arriba- contesta.

Al entrar a su habitación veo que ya esta lista, con un vestido muy sencillo pero bien arreglada para la ocasión, la gira de a victoria de los tributos del distrito 12 comenzó hace días y hoy llegan a nuestro distrito para dar el típico discurso que favorece al capitolio y que esta lleno de mentiras pero hacemos lo imposible para sobrevivir.

-Hoy estarán aquí los tributos del 12 ¿no es asi?- me pregunta y veo temor en sus ojos.

-Estarán aquí en unas horas pero tu no tienes de que preocuparte- la abrazo para evitar un episodio de ansiedad.

-Son asesinos, como tu, como Finnick, como todos- habla al borde de las lagrimas.

-No son malas personas, además tu y Mags solo estarán ahí para el discurso luego de eso podrán volver a casa ¿esta bien?- ella asienta -Tengo que ir a vestirme y luego a ver que tal lo lleva hoy Mags, nos vemos en un rato.

Me dirijo a mi casa donde al entrar voy directo a la cocina y me preparo unas tostadas con mermelada de ciruela y un poco de jugo de fresa, al terminar subo a mi habitación y elijo la ropa que usare hoy que consta en un sencillo vestido blanco con unas zapatillas rosas.

-Me dejaste sola- Finnick me paga un susto.

-Me asustaste idiota- le digo con una sonrisa.

Lo veo ya vestido y listo para ir al palacio de justicia donde los tributos darán su discurso sobre su victoria y donde Haymitch me ha citado para hablar antes de que ellos salgan a hablar al publico, creo que quiere presentármelos o algo por el estilo.

Sirena ► THG: En llamas ► Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora