Hyunjin&Jeongin (omegaverse)

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9. Verdades a la cara

Todos contuvieron la respiración por lo ocurrido en pocos segundos, pero su mirada se dirigió hacia el agujero en la pared de la recién bala. En ese instante, Changbin estaba a salvo, tirado en el suelo boca arriba, con el pequeño Felix encima suya abrazándolo como si le fuera la vida en ello, sollozando y temblando mientras susurraba "idiota" en el oído del mayor con amor en sus palabras.

Jeongin casi se iba a emocionar por la escena delante de sus ojos, pero el ligero codazo que le hace Hyunjin lo despertó a la realidad y se fijó con más detalle del causante de este desastre repentino. Un alfa joven adulto castaño, muy atractivo pero con rasgos casi extranjeros que le hacían destacar más, de gran altura y con un cuerpo trabajado que se amoldaba al traje que llevaba. Probablemente tendría la misma edad que Seo Changbin o un poco más. Eso fue todo lo que pudo analizar Jeongin con su memoria fotografía en el corto lapsus que tuvo.

Los hombres que estaban a su alrededor habían atrapado a los de Seo y los tenían retenidos. Jeongin se sorprendió por su poder e influencia, debía ser una persona muy importante.

La ventaja parecía tenerla él, pero no lo parecía por la mirada vacía que le dedicaba a la pareja del suelo.

—¿Qué hace el señor Bang aquí?— preguntó Hyunjin en voz baja, haciendo que Jeongin se diera cuenta de que ya no habían guardias detrás suya, por lo que Hyunjin tiró de él para levantarlo—. Se suponía que el trabajo lo íbamos a hacer nosotros y más tarde le íbamos a traer al joven Felix.

Jeongin abrió los ojos sorprendido, ya que ese dato no lo sabía. Él creía que la misión fue impuesta por el señor Lee, padre de Felix. Y al escuchar su apellido, cayó en la cuenta de quién estaba delante suya, tratándose del mismo Christopher Bang, uno de los empresarios más influyentes de Australia, quien tenía muchas sedes en Corea.

—Felix...— fue la primera palabra que dijo Christopher segundos después, intentando llamar la atención del menor—. Soy yo, Channie, he venido por ti...

La pareja detuvo su momento emotivo y encararon al alfa delante suya. Felix se incorporó un poco, pero sin dejar de estar en el regazo de Seo.

—Podemos volver ya juntos a Australia...— fue diciendo con voz temblorosa el alfa mayor, caminando hacia el pequeño omega que le sostenía la mirada—. Podemos volver a casa...

Felix iba a hablar, pero el pinchazo que recibió de la jeringuilla de uno de los hombres vestidos de negro se lo impidió, haciéndole cerrar los ojos y dejando el cuerpo ligero hacia delante, siendo sostenido por el alfa que lo cargó sujetándolo de la cintura y pegándolo a su cuerpo.

—¡¿Pero qué diablos está mal contigo, Bang?!— gritó con odio Seo mirando directamente a Bang, pero se podía notar en sus ojos la preocupación por su omega—. ¿No puedes dejarnos en paz de una vez por todas? Felix ya te explicó mil veces que...

Pero no pudo seguir hablando porque recibió un golpe en la cabeza por detrás que lo dejó inconsciente, dejando su peso caer sobre Felix.

—No estaba en mis planes adormecer a Lixie, pero mis hombres son un poco impulsivos— habló Bang mientras veía a Changbin caer.

Jeongin ahogó un grito de sorpresa, pero luego sintió una mano envolver la suya con fuerza, por parte de Hyunjin. Sus ojos aguantando las lágrimas de la impotencia, sin poder evitar sentir pena por la pareja que no podía hacer nada.