Ambos se complementan en el asesinato y en la cama tan bien que dan miedo.
A Jeongin le gusta vestir provocativo para engatusar a sus víctimas y Hyunjin se ocupa de acabar con sus vidas.
Ambos trabajan como asesinos para el señor Kim, conviviendo...
Chan fue el primero en entrar a su despacho, seguido de Hyunjin y Seungmin, antes de que la puerta fuera cerrada por uno de los guardias.
—Tomad asiento donde gustéis— indicó Chan mientras se acercaba a su carrito de bebidas para servirlas.
Los dos alfas le hicieron caso, decidiéndose por un sofá de cuero elegante.
El sonido del vino se escuchaba mientras caía sobre las copas. Todo el despacho desprendía elegancia por todas partes, desde sus sofás de cuero hasta los detalles dorados de la mayoría de los muebles. Todo gritaba Christopher Bang.
—Espero que os guste este vino importado de España, una de mis últimas adquisiciones y toda una delicia— habló el alfa mayor, acercando sus copas en una bandeja de plata.
Hyunjin y Seungmin aceptaron agradecidos la copa que se les era entregada por el mayor, quien después se sentó en un sillón al lado de ellos.
—¿Estáis disfrutando de la velada?— preguntó Christopher mientras giraba su copa, centrando su vista en ella.
—Por supuesto, señor, es un honor que nos haya invitado— contestó Seungmin, como siempre, tan educado.
Hyunjin, en cambio, se quedó en silencio. Él prefería ser expresivo por gestos y así centrarse en su alrededor.
Los dos alfas desprendían seguridad, pero a su manera. A pesar de parecer una charla normal entre alfas, sabían que podría haber algo detrás.
—Faltaría menos, contribuisteis en el rescate de mi omega y eso ya es merecedor de cualquier cosa que deseéis— respondió el alfa mayor alzando su copa—. Ahora, jóvenes, propongo un brindis por ese triunfo.
Tres copas chocaron en un delicado tintineo, para después beber de ellas.
—Esperamos que duréis mucho— dijo Seungmin por educación.
Chan sonrió mientras pedía con un gesto en las manos a su sirviente que le echaran más vino en la copa.
—Como podéis ver, Felix y yo estamos muy bien juntos, el tema de Seo ya es historia pasada para él... yo soy a quien quiere de verdad.
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Después de escuchar la petición de Felix sobre huir e irse con Seo Changbin, Jeongin necesitó un momento para procesarlo todo.
—¿Perdona... pero estás hablando en serio?— preguntó anonadado Jeongin, intentando no ahogarse con el vino.
Felix seguía impasible, bebiendo de su copa como si no notara el peso de la mirada de Jeongin en él. Se veía tan relajado y elegante que nadie creería que acababa de pedir la mayor locura del mundo. Cuando acabó de beber, volvió a hablar.
