« Capítulo 8 »

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Era fin de semana, no teníamos que trabajar así que salimos a caminar por las calles, mirando las tiendas.

Me distraje viendo los autos estacionados junto a nosotros, causando que me chocara con alguien.

-¡Mira por donde caminas idiota! -Dijo mientras siguió caminando

-¡Pudrete! -Respondí molesto por su actitud- Dios, que idiota

-El otro día me paso lo mismo -Dijo Ashley mientras tomaba mi mano y me llevaba a una tienda en donde vendian de todo, desde ropa hasta joyería.

-James

-¿Si? -Respondí dándome la vuelta

Ella hizo una seña con la cabeza indicando que entráramos a los vestidores.

Ambos entramos al mismo vestidor, riéndonos en voz baja.

-Robemos este suéter -Dijo sacando un suéter de su mochila

-¿Qué?

-¡Por favor! será divertido

-Este lugar es muy grande

-Quiero sentir lo que sentíamos antes, vamos

-Esta bien...

Ella metió el suéter en su mochila y luego ambos salimos del vestidor, caminando hacia la salida, tome un brazalete de oro de una de las mesas de exhibición.

Al estar a pocos metros de salir, el guardia tomo mi brazo.

-¿A donde cree que va?

Entre en pánico y golpe al hombre en la cara, saliendo corriendo del lugar junto a Ashley.

-¡Vamos!

-¡Dios lo golpeaste! -Dijo ella riendo a todo pulmón

Podíamos escuchar como nos seguían más guardias, pero habían muchas personas en las calles, logrando perderlos al escondernos en un bar cerca.

-Hay que escondernos en los baños -Dije disimuladamente para que nadie en el bar supiera lo que pasaba

Ambos fuimos a los baños y nos encerramos en el mismo cubículo, están muy cerca del otro, intentando contener las risas.

-Dios, nos descubrieron, ¿Pero cómo?

-Tome este brazalete -Dije sacándolo de mi bolsillo

-Que estúpido eres, te vieron -Dijo mientras seguía riendo

-Lo se lo arruine

Las risas poco a poco cesaban, pero nuestras respiraciones cortadas eran fuertes.

Estábamos a menos de un metro del otro, podía sentir su respiración, nos miramos a los ojos, ella tomo mi cuello y puso su boca cerca de mi oído.

-Vayamos al hotel -Susurro

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Entramos a la habitación del hotel, tome su rostro y la bese, presionando sus labios, un gemido salió de su boca unida a la mía, eso me excito demasiado, deje su boca y comencé a besar su cuello, escuchándola gemir.

-Vamos a la cama... Dios.... -Dijo con su voz entrecortada

Sin dejar de besarnos nos acostamos en la cama, cuando sentí como su mano toco mi entrepierna.

Rápidamente dirigí mis manos hacia su pantalón, desabrochandolo y ayudándola a quitárselos, tirándolos a un lado, acerque mi mano hacia su ropa interior, rozando la tela mientras la besaba presionando sus labios, haciéndola soltar un gemido, lo que hizo que me excitara aun más.

Abrí mi boca, sintiendo como su lengua se introducía dentro, sintiéndose tan bien, haciendo que mis pantalones se volvieran más apretados.

-¿Qué quieres hacer? -Dijo separando su boca de la mía, tocando mi pecho

Estaba encima de ella, con mis brazos apoyados en la cama, ella me miro, escuche su voz entrecortada, sin responder, volví a juntar su boca con la mía.

Deslice mi mano derecha adentro de su ropa interior, sintiendo lo mojada que estaba, introduje mi índice poco a poco, haciéndola gemir, causando que el sonido se aislara dentro de mi boca.

Empecé a mover mi dedo poco a poco mas adentro, mientras que con mi otra mano tomaba su cuello, ella tomaba mis mejillas con sus dos manos, deseando algo más.

-Quiero que me lo metas -Dijo en mi oído, erizando mi piel, seguido de que con sus dos manos empezara a quitarme la camisa, tirándola lejos con fuerza, volviendo a besarme

Saque mis dedos de dentro de ella, lamiéndolos mientras me miraba, luego comencé a quitarme el pantalón, dejando salir la gran erección que tenia.

Ella la tomo entre sus manos, jugando con ella moviendola lentamente de arriba a abajo, no soportaba seguir otro minuto sin poder saciar todas mis ganas.

Le quite su ropa interior, acercando mi cuerpo mas a ella, estando a pocos centímetros de entrar en ella, empecé a jugar con ella rozando mi erección sobre su entrada.

-Por favor... No... No soporto más.... -Pidió desesperada

Dejando de jugar, entre en ella, soltando un gemido de mi parte, entrando cada vez más.

-Dios... 

Entre dentro de ella por completo, sintiendo como mi cuerpo se juntaba con el suyo.

Me movía hacia arriba y abajo cada vez mas rápido, escuchando como nuestros cuerpos chocaban.

-Más rápido... por favor....

Se podían escuchar las fuertes estocadas en la habitación, junto con los gemidos descontrolados.

Sentía que estaba apunto de venirme, al igual que ella, acelerando el paso.

-¡Dios...! Me voy a venir

Solo hicieron falta dos estocadas más, cuando pude sentir como ella se corrió primero que yo, sintiendo lo húmeda y apretada que estaba, corriendome dentro de ella.

La mire a los ojos, estábamos agotados.

Salí de ella y me acosté a su lado, ambos mirando el techo de la habitación, mientras nuestras respiraciones se calmaban.

Aarón B.

Wheather (actualizando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora