Durmiendo con el enemigo

Prólogo

Marcela no se acostumbraba a lo que pasaba. En poco tiempo perdió su compañía, prometido y dignidad. Había recuperado a su prometido y ahora estaba esperando recuperar la propiedad de sus padres. Además, tenía otro problema. Daniel. Su hermano ha estado solo durante los últimos años. Marcela no contó estos romances fugaces. Al contrario de lo que pensaban los demás, Daniel podía ser educado, cordial y sonriente. Pero tenía que ser así por. Tenía la sensación de que él estaba cada vez más cerrado a otras personas. Recordó las palabras de Patricia. 

 - "Tu hermano podría estar feliz con Betty si no fuera tan fea". 

 Daniel estaba claramente sorprendido por las palabras de su hermana. A Marcela le sorprendió aún más que expresara sus pensamientos en voz alta. 

 - ¿Qué? - Respondió claramente avergonzado por esta declaración. 

 - Nada. Recordé haber hablado con Patricia. Justo después de la cena cenaron juntos. No recuerdo exactamente de qué estábamos hablando, pero esta declaración se quedó grabada en mi memoria. Me hizo reír mucho. 

 Daniel no dijo nada. Solo pensó: 'Sería feliz con ella incluso si fuera fea'. Desafortunadamente, debido a que trabajo con Armando, no tuve la oportunidad de acercarme a ella ''. Daniel suspiró, se levantó de su silla y anunció que se iba. 

 Y Marcela tuvo la impresión de que su hermano salió de su oficina más triste que cuando vino a verla.