Mori Mori: ¡sáquenme de aquí! [Yarichin b club]

•Capitulo 3

•Yuchi

Estaba en la parte de atrás del edificio, mientras trataba de recuperar mi respiración, el deporte no era mi mayor fuerte, pero me haría una corredora profesional si se trataba de correr lejos de ese club.

Solo espero no volver a toparme con ninguno de esos pervertidos...

Lo único que pude hacer fue sentarme en el suelo mientras tomaba mi cabeza entre mis manos...realmente estaba en un problema, si esos chicos insisten en que este en su club, seré descubierta y lo más seguro me comerán viva.

—Tengo que llamar a mi hermano—dije mientras tomaba mi celular para marcarle a mi mellizo, tal vez así él me tenga compasión y me saque de aquí.

Después de varios segundos escuchando el típico sonido que sonaba cuando estabas llamando, mi hermano contestó el celular y se le escuchaba bastante animado a diferencia de mi.

—¡Hermana!, ¿me llamas para contarme de tu gran día?

Aunque no podía ver el rostro de mi mellizo, sabía perfectamente que se estaba burlando de mi, no solía utilizar mucho mi celular, y mucho menos para realizar llamadas, si lo hacía era porque de verdad estaba pasándola mal.

—¡Por favor Zen, sácame de aquí!, solo hay pervertidos y...y gente loca—dije a nada de llorar como una niña pequeña.

—Yuchi, no me vas a convencer, ademas, si tú no sigues ahí perderás mucho tiempo y tal vez tengas que repetir año.

—¿No podemos cambiar?—dije con un tono de súplica.

Realmente no quería estar aquí, no solo porque podrían descubrir que soy una chica y posiblemente eso hará que el problema se haga más grande de lo que está, y mis padres se verían perjudicados por eso, si no también porque no se que pasará cuando montones de chicos se enteren y más los de ese club extraño.

—Estas muy chiflada, claro que no podemos, no arriesgaré mi futuro, menos mi año perfecto, la decisión está tomada, papá y mamá estuvieron de acuerdo, ¡así que deja de chillar!—fue lo ultimo que dijo mi mellizo antes de cortar el teléfono.

Era de esperarse, mi hermano siempre fue la prioridad de mis padres, pero para ser sincera, por un momento pensé qué tal vez, y solo tal vez iba a entenderme, en estos últimos años Zen había cambiado, pero tenía esperanza.

Lo único bueno de venir aquí fue que ya no iba a sentirme un estorbo en esa familia...

Solté un suspiro, mirando mis propios pies, aún sentada en el suelo, tuve un momento de paz y tristeza, pero no duraría mucho, ya que mire unos pies frente a los míos, lo que hizo que levantara la mirada hacia el propietario de esos pies.

—Entonces aquí estabas...¿estás bien?

Era Yuu Kashima, no se en que momento me encontró, creí que este lugar estaba de lo más escondido, pero ahora que lo veo mejor...cualquiera que quiera utilizar los lava manos me podrá ver desde ahí.

—Si...estoy bien—Le regale una sonrisa un tanto forzada, deseando por dentro que se fuera.

Realmente no me sentía bien, y hablar con un posible pervertido de mis problema, no esta en mis opciones, no estoy tan desesperada.

Espero que se vaya ahora....

Mientras seguía con mi sonrisa forzaba, y rezaba porque el peli-azul se fuera, este lo que hizo fue todo lo contrario, y se sentó a mi lado para comer un pan con budín.
Yo solo quería pasar un momento sola para llorar tranquilamente como la patética que era.

—Pareces triste, si necesitas hablar puedes contar conmigo.

Mire al peli-azul tratando de ocultar mi asombro, ya desde un principio parecía amable, pero a decir verdad...parece ser sincero, y eso fue lo que me impresionó.

Ante sus palabras, lo único que hice fue mirarlo sin decir ni una palabra, note que este inspeccionaba mi rostro, así que aparte mi mirada sintiendo mis mejillas explotar en rojo.

—Yuchi, ahora que te miro de cerca, creo que tienes facciones de una chica—dijo Kashima con una sonrisa y un tono juguetón.

—¡O-oye, no digas cosas tan vergonzosas!—mis mejillas volvieron a un tono rojo, y golpee el brazo del peli-azul un poco fuerte, fingiendo que sus palabras me habían ofendido para disimular.

—Ya ya, perdón—dijo entre carcajadas el de cabellos azules.

Mientras miraba mis zapatos con vergüenza, sentía la mirada de Kashima plasmada en mi, realmente temía por mi vida, un pervertido diciendo que tengo el parecido de una chica, que claro que si, soy una, pero se supone que aquí no.

Llevábamos un gran rato en que nadie decía nada, a decir verdad no tenía muchas ganas de hablar.
A pesar de que pasaron como 2 minutos, yo sentía que habían pasado 2 horas, y la mirada de Kashima no ayudaba en nada, y cuando por fin estaba decidida a decir algo, sentía como una mano grande acariciaba mi cabello corto.
Lentamente gire mi cabeza para mirar a Kashima, quien tenía un pequeño color rojizo en sus mejillas.

Se ve...muy lindo.

Espera...¿lindo?, ¡para nada!, no puedo pensar así de una persona como Kashima, tengo que alejarme de él antes de que se atreva a realizar algún movimiento extraño.

Y sin darme cuenta, el peli-azul se levanto después de unos segundos de miradas, mientras que yo tan solo lo seguí con la mirada, y al verlo de pie, mire cómo extendía su brazo hacia mí para que ¿le tomara la mano?

—¿Nos vamos?

Realmente mi pensamiento sobre Kashima no había cambiando, pero por alguna razón...me daba confianza y no temía a tomar su mano...así que si, tome la mano de Kashima y este me levanto del suelo con facilidad ante mi peso de pluma.

Kashima comenzó a caminar, y yo le seguía el paso pisando casi sus talones, aún trataba de asimilar que era lo que había pasado hace un rato y el repentino comportamiento de Kashima.

No bajaré la guardia, no lograrán confundirme...

...

🍄Ya esta el capítulo 3, me atrase un día pero los trabajos me tienen a full, espero este capítulo les guste, la verdad lo sentí muy básico y corto, y me disculpo por eso, pero espero y sea de su agrado, de mientras agradecería que dejaran un estrellita⭐️.
Sígueme para más contenido...un abrazo🤝
Prometo que el cap 4 será más largo.