Al escuchar la voz de la chica, la tes de Jungkook cambió a un color pálido, su expresión fue neutra.—J-Jennie... —empieza a hablar el castaño—. He estado bien, ¿y tú?
—Bien —lo analiza de pies a cabeza—. Muy bien diría yo.
—Me alegro —respondió.
Podía sentir la incomodidad en el aire.
—Oh, lo siento —sonríe ella—. Qué desubicada soy —me mira—. Soy Jennie, ¿y tú?
Fruncí mi ceño. Ella no me entregaba una buena vibra, sus palabras no eran sinceras, sin embargo, decidí responder a su saludo, obviamente.
—Hola, soy ___ —esbozo una sonrisa—. Y soy la amig...
—Mi novia —interrumpe Jungkook, tomándome de la mano—. Te presento a mi novia.
¿Qué se había fumado? Estaba más que claro que él y yo no compartíamos otro vínculo que no fuera dentro de una cama, desnudos.
—Ah, ya veo —dijo ella, sin dejar de analizarme, indiferente.
—Exacto, pero bueno... —decidí devolverle la mirada de mierda—. No sé quién eres, pero ha sido lindo conocerte, Joana.
—Mi nombre es Je...
—Sí, como sea, Joana —sonrío, guiño un ojo—. Nos veremos en otro momento.
—Adiós —dice Jungkook.
Entrelazados de las manos, seguimos nuestro camino, hasta llegar a las puertas del restaurante.
Nos sentamos frente al otro,en una mesa para dos. Todo era muy elegante, había una gran vista a la ciudad tras el gran ventanal al lado de nuestro puesto.
—Gracias por lo de afuera —dice.
—Llegando a casa, ¿podemos hablar de lo sucedido?
—No —niega con la cabeza—. Llegando a casa haremos otra cosa —sonríe, pasando la lengua por sus apetecibles labios.
—¿Sí? ¿Qué cosa? —pregunté, aunque ya había captado su indirecta.
—Ya verás...
•••
La velada había pasado rápido, entre risas, comentarios perversos y copas de vino, ni si quiera nos habíamos dado cuenta de la hora, hasta que empezamos a notar que pocas personas quedaban en el lugar.
—¿Nos vamos? —pregunta.
—Claro, ya es tarde, y me dio sueño —reí un poco.
Comenzamos a caminar a la salida, cuando el castaño se acerca a mi oído y susurra ahí mismo:
—Aún no te puede dar sueño...
—Ya veremos —ladeo la cabeza.
Luego de estar viajando por algunos minutos, Jungkook detuvo el auto en la esquina de una calle, fruncí mi ceño con extrañeza, al visualizar una tienda de herramientas.
—¿Por qué nos detuvimos aquí?
—Anda, entremos —sube y baja las cejas.
—¿Con qué segundas intenciones entraríamos a una tienda de herramientas? —dije, cuando él salió del auto y corrió a mi lado para abrir mi puerta, se vio gracioso.
—¿Acaso no podemos entrar a una tienda porque sí? —se hizo el ofendido—. Me lastimas, ¿eh?
Bajé del auto, riendo.
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Amigos Con Derechos | JJK [+18] ©
أدب الهواةJungkook sólo busca sexo, le encanta follar. Y, ___ se divorció, sólo quiere libertad. Ambos hallarían la manera para escapar de su pasado, y enrollarse de por medio. ▪︎Historia narrada por la protagonista y Jeon Jungkook. ▪︎Historia completamente o...