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ChanYeol despertó en una cama, un techo blanco frente a él, no tenía ni idea de dónde se encontraba, le dolía el cuerpo y se sentía agotado.

Ni terminaba de sentarse en la cama cuando dos personas entraban a la habitación, ambos hablando por teléfono, por su tono de voz uno podría saber que estaban molestos, la mujer se le queda mirando mientras le gritaba a la persona del otro lado de la llamada.

Ni bien cuelgan se miran y voltean a verlo.

—Al fin despiertas, un mes entero en cama, ya era hora —comenta el señor guardando su celular en el bolsillo de la camisa.

—Querido, no digas eso, fue fuerte el golpe que recibió, el doctor dijo que hasta podría quedar así por más tiempo —la mujer se acerca a ChanYeol y toma su mano. —Bueno, suficiente fue un mes, realmente ya no sabía qué hacer para callar a las tías en las reuniones.

El hombre suelta un suspiro y posando sus manos en la cintura. —Te dije que era mejor evitar las reuniones por ese tiempo, si no hubiera despertado ahora, las viejas seguirían insistiendo en querer verlo.

—Lo sé, pero ya está despierto, solo una semana más y volverá a ser la mariposa que suele ser —posa una mano en la mejilla del joven sonriendo, instintivamente este se aleja. —Quisiera que vuelvas antes pero el doctor insiste con que necesitas al menos una semana para que te acostumbres de nuevo.

Los señores siguieron intercambiando palabras, mientras ChanYeol los veía sin entender nada, para empezar, no sabía dónde estaba, quiénes eran esas personas que se encontraba frente a él y por qué esa mujer habla de mariposas y esas cosas.

—Disculpen... —levanta la mano levemente queriendo llamar su atención, ambos volteando.

—¿Qué sucede Yeollie?

—¿Yeol-...? Emm...podrían decirme dónde estoy y...

—¿...y? —interrumpe el señor.

—¿Quiénes son?

Ambos lo miran sin entender, vuelven a verse por un buen tiempo y el señor se ríe seguido de la mujer.

—Hijo, eso estuvo bueno, casi nos das un susto.

—Yeollie, bebé, esas bromas son divertidas, pero en serio nos asustaste.

—No, yo...

—Hijo, ya basta, esto ya es mucho, fue bueno el susto del momento, pero ya no es divertido —la expresión de la mujer cambia a una seria.

—No estoy bromeando, señora, dígame dónde estoy y quiénes son, por favor.

Yeol se levanta de la cama, tambaleándose. El hombre lo mira serio, una expresión de molestia; voltea donde la mujer y pareciera que intercambias palabras con la mirada.

—Hijo, dices que no sabes quiénes somos, ni dónde estás, ¿hablas en serio?

—Yo-yo estoy... —tratando de recordar, solo un fuerte dolor de cabeza logra conseguir. —No sé...

Escuchando un suspiro, miraba al suelo, preocupado.

Esas dos personas me llaman hijo, ¿serán que son mis padres? Pero los recordaría, bueno, ni sé dónde me encuentro, no me sorprendería que esta ni fuera mi casa.

—Llamaré al doctor —avisa el hombre dirigiéndose fuera de la habitación.

—ChanYeol, hijo, esta es tu habitación, ¿en serio no recuerdas ni eso?

—Mi habitación... —miro alrededor mío.

—Y yo soy tu madre, quien salió es tu padre. ¿Recuerdas a tu hermana o a tu novio?

For Life - ChanSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora