Capítulo III: Miradas

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Existe un cantante muy famoso que en una de sus canciones cita la siguiente frase ... "Hay miradas que sin dudas, dicen más que mil palabras".Cuando escuche esta canción era muy pequeña ... pero rápidamente aprendí la letra ya que la pasaban en todas las estaciones de radio; era demasiado pegadiza ... pero en ese momento esas letras no eran nada para mí, simplemente eran palabras que rimaban o quedaban bonitas.

Paso el tiempo, y hoy mas que nunca afirmo que esa frase, en esa canción es una absoluta verdad. ¿Que seria de nosotros, los humanos, sin esas miradas? Necesitamos esa mirada de complicidad de un amigo, necesitamos mirar a alguien para demostrarle nuestro enojo, necesitamos ver la mirada de felicidad en nuestra mascota al vernos, necesitamos la mirada de nuestra madre para saber que todo esta bien.

Creo que las miradas no están ligadas a la forma de tu ojo, si no mas bien a lo que transmites mientras miras a alguien ... y él me transmitía sinceridad, amistad, y risas con una sola mirada; pero nunca voy a olvidar lo que me transmitió al mirarme el día en que lo volví a ver en el colegio después de la fiesta.

- Hola solitaria - me dijo una voz en medio del pasillo de la escuela aquél lunes, cuando di la media vuelta vi a Max.

- Hola Max, no me digas mas así por favor - dije sonriendo

- Bueno, entonces voy a buscarte otro apodo- , - Creo que despeinada es el indicado - (nunca me tome el trabajo de ir peinada al colegio, suficiente es que vaya a estudiar)

- Cuanta maldad Máximo, mi pelo y yo no te hicimos nada - le dije exaltada pero riendo.

El se quedo mirándome, en silencio pero con una sonrisa ... al mirarme así no pude evitar ponerme nerviosa, mi corazón empezó a latir rápido. Había un silencio incomodo, él seguía mirándome y yo comencé a sentirme así de extraña, todo me resultaba muy raro y difícil de comprender ... por cierto todo esto paso en menos de un minuto.

- Ali, podrías ayudarme en literatura, todo es tan aburrido, creo que tenemos hasta la misma profe.

Por favor por favor por favor, me dijeron que te va muy bien- rompió el silencio incomodo que acababa de pasar.

- ¡Nos conocimos hace 3 días y ya comenzaste a pedirme este tipo de favores!, te saldrá muy caro Máximo pero ya que lo pides con tanto entusiasmo, te voy a ayudar con gusto- le conteste alegremente.

- Genial Ali, este miércoles podemos encontrarnos en el comedor de la escuela al salir de la última hora de clases, si te parece obvio; estamos viendo Romeo y Julieta - dijo apresuradamente-.

- ¡Romeo y Julieta¡- exclame - amo esa historia, es romántica, dramática, trágica ... -hice una pausa y le pregunté - ¿Te cuesta entender de que trata la historia? - él me miró sorprendido -.

- No rey león (refiriéndose a mi pelo inflado y despeinado), simplemente no me gusta, me resulta aburrida e ilógica ¿Terminar con tu vida solo porque tienes un amor prohibido? -Lo encuentro algo totalmente negativo para que lo lea la sociedad, pero sobre todo aburrido- me lo dijo muy seguro de sus palabras.

- Ah, bueno, te voy a ayudar ... pero vas a tener que dejar de lado un rato ese concepto de "libro aburrido" porque  sino, seria en vano a ayudarte ¿no lo crees?

-Con tal de que me ayudes, lo voy a hacer- sonrió.

- Okey, entonces este miércoles al terminar las clases nos encontramos - le dije apurada, ya que tenia que entrar a mi clase de Inglés

- Si Ali, nos vemos-, - ¡Se puntual por favor! - me sonrió y guiño el ojo izquierdo

- Lo seré Máximo - dije y me acerque a darle un beso en la mejilla de despedida.

En ese momento es donde nos quedamos mirando fijo, el me miraba con esos ojos miel y ese brillo tan especial, sentía por momentos un cierto agrado por él, sentía ganas de seguir mirándolo y que siga mirándome, fue como si no importará que este llegando tarde a mi hora de Inglés, como si no importara que Romeo y Julieta no le guste, fue una sensación jamas sentida la cual recuerdo perfectamente hasta el día de hoy. Sonreímos y cada uno dio la media vuelta y siguió  su camino.

"Hay para mí más peligro en tus ojos que en afrontar veinte espadas desnudas. Concédeme tan sólo una dulce mirada, y eso me basta para desafiar el furor de todos." Cita celebre de William Shakespeare en Romeo y Julieta.

Después de esa charla de pasillo esta cita quedo en mi mente, porque describía perfectamente lo que me estaba pasando. Max, aquél que ha estado con la mitad de las chicas del colegio; él que acabo de conocer hace dos o tres días; él cual ya se divierte poniéndome apodos diferentes; ese que encuentra aburrida la historia de Romeo y Julieta es esa persona que con tan solo mirarme de esa manera tierna, paraba mi mundo. No conocía mucho a Max, hasta ese entonces, me parecía un chico bueno y tierno, pero algo soberbio, un chico que pretendía que todos hagan lo que él pedía pero aún así, su manera de mirar y de sonreír me parecía interesante, me parecía una persona interesante de conocer y estaba entusiasmada por hacerlo. Esperaba con ansias ese miércoles para volver a ver esa mirada que me despertaba curiosidad.

¿Por que aceptaste ayudarlo Ali? Es una pregunta que también me hago frecuentemente, quizas si hubiera dicho que estaba ocupada o que no me iba bien en literatura jamás lo habría conocido aún mas, jamás me hubiese empezado a llamar la atencion su manera de hacer chistes y su sarcasmo, jamás me hubiese llamado la atención el perfume que tenia en su uniforme y jamás se hubiese convertido en el protagonista de esta historia que aún me duele.

La Historia que aún me DueleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora