Capitulo VIII: Amar Miedo Dolor

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Ya habían pasado aproximadamente seis meses desde que decidí estar con Ali, para amarla y hacerla feliz, seis meses desde la respuesta más bella que una persona puede escuchar "si Max, acepto".

Cuando por fin decidí declararme a Ali, pensé que mi vida emocional y sentimental ya estaba resuelta, que todos mis miedos y demonios, ya no formaban parte de mí, pero a medida que pasaba el tiempo me di cuenta, que quizás no fue una decisión muy acertada, no quiero decir que me arrepiento de haber estado con Ali, para nada, al contrario, ella era y es (porque aun pienso que así es, aunque ya ha pasado bastante tiempo de nuestra relación) una persona maravillosa, una mujer increíble, llena de virtudes, llena de cosas que yo, siendo como era en aquel entonces, no merecía.

Debo reconocer que durante en el tiempo que llevaba con Ali, tratando de sostener una buena relación, me sentí el hombre más afortunado del puto mundo, lo quería todo con ella, y quería que ella viviera todo conmigo, no siempre se lo dije, jamás le dije lo feliz que me hacía, no le repetí las veces necesarias cuanto la amaba, ni todo lo que llegaba a sentir estando a su lado y quizás ese fue uno de mis errores al estar con ella, no decir lo que de verdad sentía por ella.

Al pasar los meses, la inseguridad volvió a mí, justo cuando comenzaba sentirme mejor conmigo mismo llego a arruinar mi vida de nuevo y el problema no fue que volviese, si no que yo deje que entrara con mayor fuerza de la que se había ido, aunque sinceramente nunca supe como detenerla, era como si ella dominara mi ser, mi mente, mis sentimientos...todo.

Como saben, el mejor amigo de Ali era Thomas, ¡odio a ese chico! Siempre he odiado a ese maraco, gracias a él comencé a sentirme inseguro de lo que había con Ali. Cuando Ali estaba con Thomas, yo sentía que ella le entregaba lo mejor de ella a él, le demostraba más cariño a Thomas que a mí, o al menos eso pensaba yo; muchas de las discusiones que tuve con Ali, fueron a raíz de la amistad que ella mantenía con ese imbécil, ¡demonios, ese tipo amaba a mi Ali!, y ella ni siquiera lo notaba, le dije en más de una oportunidad a Ali que su amigo del alma, al cual ella apreciaba tanto la amaba como mujer pero jamás me creyó, me decía que eran cosas mías, que estaba equivocado, que Thomas también la veía a ella como su amiga.

Uno de los pleitos más grandes que tuve con Ali fue porque le pedí que se alejara de Thomas, a lo que ella, obviamente reacciono peor de lo que esperaba.

-Estás loco Max, jamás dejare de ser amiga de Thomas ¿Cuál es tu problema? - dijo Ali, casi gritándome.

-Ali, no te das cuenta de cómo te mira - dije alzando aún más la voz, estaba furioso, ya no aguantaba más a ese tipo cerca de Ali.

-Max, no me mira de ninguna forma, estas imaginando cosas, no puedes decidir por mi quien es o quien dejara de ser mi amigo, estas equivocado - se notaba la ira de Ali en sus ojos.

- Ok, tienes razón, vete con tu puto amigo y déjame en paz entonces, quizás a él le guste que le andes mandando mensajitos cursis toda la maldita noche - Ali abrió mucho sus ojos, aun no olvido su cara de no creer lo que estaba escuchando, decidí dejarla ahí, sentada en los bancos de la plaza San Carlos e irme por ahí a despejarme un poco.

Desde ese día, nuestras discusiones fueron siendo más a menudo y cada vez subían más de nivel, llegando a los gritos, y sinceramente agradezco a mi madre, el haberme enseñado que por ningún motivo había que pegarle a la mujer, es de maricones, sin embargo, no me faltaban las ganas de tomarla del brazo bruscamente, en los momentos de ira que vivia en cada discusión, si bueno, lo admito, soy un maricón de mierda, se que lo están pensando, pero es que si ustedes hubieran visto como reaccionaba cada vez que se hablaba de su amigo, también querrían hacer alguna locura.

Aquella primera pelea, me llevo a un bar de mala muerte, de los que ya había dejado de frecuentar estando con Ali, necesitaba despejarme y desahogarme de alguna manera, y esta era mi mejor manera, un bar, un par de cervezas y perderme en mis pensamientos.

La Historia que aún me DueleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora