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Con los informes en manos del azabache y camino hacia la guarida, Toga se vio en la obligación de frenar su paso, llamando la atención de su compañero debido a su repentina acción.

Desde hacía un rato se había estado sintiendo mal por lo que estaba haciendo. Dabi merecía saber la verdad. Nunca pensó que algo así le importase, pero con él sí era así.

-¿Qué ocurre?- En todo el tiempo que habían compartido equipo, ya había conseguido descifrar algunos de los patrones de la menor, como por ejemplo ese momento donde la cabeza baja mostraba su inseguridad respecto a algo que probablemente desconociera.

-Lo siento, no te enfades ¿de acuerdo?- La chica de cabellos rubios no quería cargar con aquella culpabilidad, se suponía que debían confiar el uno en el otro. -Capturaron a Shoto-

-¿Qué?- En un primer momento no fue capaz de reaccionar, no hasta que ató suficientes hilos comprendiendo ahora el objetivo inicial de todo aquel plan. Inmediatamente después de percatarse de todo a lo que estaban expuestos ahora activó su particularidad, quemando así todos aquellos informes que tan solo eran una distracción para evitar su interrupción en el plan real.

De todas formas, ¿para qué coño necesitaban a Shoto?

Dedicó una mirada fugaz a su compañera, transmitiéndole todo el odio que sentía por ella en aquellos momentos, por mentirle sabiendo lo que sabe. Definitivamente estrechar lazos con alguien tan volátil y manipuladora como ella no había sido buena idea, quien sabe si no le había mentido con absolutamente todo su pasado e incluso más.

Corrió, necesitaba llegar hasta la guarida y asegurarse de que no torturaban a Shoto, sin embargo conociendo a sus compañeros dudaba que aquello fuese posible. Probablemente el de cabello bicolor estuviera atado a una silla como anteriormente habían hecho con Bakugou, y realmente lo entendía, pues quien no iba a querer tener de rehén al hijo del actual número uno, Endeavor.

Nada más llegar a la famosa guarida, pateó la puerta sin ninguna clase de cuidado encontrando al barman del equipo frotando un vaso cualquiera tras una barra que tenían sin inmutarse por lo que acababa de ocurrir.

-¿Dónde está?- Las palmas de las manos de Dabi golpearon la barra del bar mientras mantenía una expresión bastante aterradora.

Aquel humo negro permaneció en silencio, observando al muchacho de fuego azul mientras, relajado, evaluaba su reacción.

-Maldita escoria- El chico de grapas prendió su mano, dispuesto a quemar el lugar si hacía falta -Habla-

Sin demasiado ánimo, el barista señaló hacia el pasillo oculto de la guarida, dando a entender que le encontraría en alguna de esas habitaciones. No dejando pasar más tiempo, Dabi se puso en marcha, cruzándose de forma inmediata con su jefe, al que no dudó en confrontar nada más verle.

-¡Tú!- Se acercó, con un semblante sombrío, enfadado y buscando una explicación por su parte -No solo capturas a Shōto, si no que me engañas y distraes con esa maldita loca-

Estaba enfadado con Toga, por supuesto. No solo ella conocía su pasado, si no que sabía lo importante que este era para ella. Se sentía traicionado, después de todo comenzaba a tener confianza con la menor.

-Es una parte fundamental del plan, no podía permitirme que influyeses en el desarrollo- Shigaraki restó importancia, hastiando con ello a Dabi aún más.

-Nos unen lazos de sangre, pero eso no significa que tenga aprecio por él- Mintió, pero quería creer que solo él era consciente de ello. -No me ocultes estas malditas cosas-

Shigaraki le dirigió una mirada, cansado de discutir -Solo olvídalo, le tendremos encerrado un tiempo- Giró en si mismo, caminando para desaparecer del lugar -No hagas nada de lo que te podrías arrepentir, Touya-

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⏰ Última actualización: May 17, 2023 ⏰

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