cap 4

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Mew.

Había llegado el día, al fin iba a conocer al pequeño Gulf y sin embargo aún no podía despegarme de la cama.

Por suerte había pedido el día libre en el trabajo así que podía dormir más de lo normal, al menos eso pensaba ya que me levanté el doble de temprano y mis nervios aumentaban con cada hora pasada.

Mi celular comenzó a sonar sobre la mesa y sin ver de quien se trataba, supuse inmediatamente que era Sehun, aunque costara imaginar, estaba mas ansioso que yo y eso lo sabía.

—¿Qué quieres?— Atendí sin ganas cubriendo mi rostro con el brazo. Esperé pacientemente una respuesta del otro lado de la línea.

—Yo...— Esa dulce voz, sin dudas no era Hun. Me senté rápidamente golpeando mi rostro.

—Gulf, lo siento, no sabia que eras tu ¿Que pasa pequeño?— Carraspeo fuertemente algo nervioso.

—No te preocupes.— Se escuchó una pequeña risa, haciendo que soltara el aire que no sabía que contenía. —Llamaba para saber si ibas.— Bajó la voz rápidamente culpa de un ruido, una puerta azotarse más bien.

—No me arrepentí aún, oye ¿Estás bien?— Se escucharon murmuros. Doblé mis piernas y esperé a volver escuchar su dulce voz.

—Si, mi padre...no es nada.— Volvió a reír, pero algo raro se escuchaba en ella. Sin dudas no estaba bien.

—¿Puedo adelantar la cita?— Pregunté mordiendo mis uñas.—A las 3 te espero, pequeño.— Colgué rápidamente sin esperar una respuesta de aquél, también para no darle tiempo a rechazarme, buena estrategia Mew, buena estrategia.

Me levanté rápidamente arrepentido por la hora impuesta, son las 2 y no me veo capás de estar listo en una hora. Sin embargo quería más tiempo junto al pequeño.

Volvió a sonar el teléfono sobre la cama, dejé mi pantalón a medio poner y di saltitos para llegar a el.

Un "Insoportable" alumbró la pantalla, suspiro y atiendo rendido.

—¿Que?— Apoyé el aparato en mi hombro y continúe mi tarea, pelea, con la prenda.

—No te olvides el contrato, ni él discurso, ni sonreír. Ya practicamos esto, no lo arrui...— Le corté, ya sabia ese discurso de "Ni li arrinis", sin mas, seguí cambiándome con la ropa que Hun había visto mas conveniente. Una camisa negra con vaqueros azules.

"2:30", estaba listo, cambiado, perfumado y con el contrato en mano.

—Deséenme suerte.— Susurré al techo antes de agarrar las llaves y dirigirme al auto.

Ya sentado en mi lugar habitual saqué el celular y marqué el número de Hun, nuevamente.

—Mira quien vuelve.— Me regañó atendiendo al primer tono, como siempre.

—Llamé para decirte que ya me voy.— Reí apretando los dientes y encendí el motor.

—Suerte.— Murmuró él. Volví a reír con más ganas al escuchar sus hipidos.

—¿Estas llorando? —Pregunté conteniendo la risa, fracasando en mi intento.

—No, ya vete.— Asentí aunque no me viera y le corté.

Suspiré por última vez y comencé él corto camino hasta la cafetería impuesta por el menor.

(...)

Al llegar, estacioné en el primer lugar que encontré, bajé y acomodé mi ropa.

—Allá vamos.— Respiré hondo y me dirigí a la entrada.

Al entrar, recorrí con la vista todo el lugar en busca de Gulf.

Y ahí estaba él, con una brillante sonrisa de bienvenida y su bonito cabello despeinado. Lentamente caminé en su encuentro.

—Hola.— Susurré sentándome enfrente suyo.

—Mew.— Un pequeño suspiro salió de sus labios. —Recién había entrado ese señor...— Señaló disimuladamente a un hombre anciano al otro lado del local que lo miraba fijo. —Y como me miraba mucho, pensé que en verdad eras un viejo secuestrador. — Golpeó su frente avergonzado, negando con la cabeza y riendo por lo bajo.

—¿Enserio tan anciano parezco?— Reí a mi vez con el solo hecho de imaginarlo todo rojo en esa situación.

—No, bueno no lo sé, en internet todos mienten.— Se encoje de hombros levantando su vista y clavándola en mí.

—¿Todos? ¿Tu también? Que mal, yo estaba dispuesto a abrazar al pequeño Gulf.— Suspiré teatralmente y tapé mi rostro con una sonrisa que él no podía ver.


—Si quiero abrazos, dímelos.— Levantó la voz haciendo que un par de personas levantaran sus vistas, rápidamente su rostro enrojeció y se disculpó.


—Está bien, pero no grites.— Me levanté, rodeé la pequeña mesa hasta estar enfrente suyo, tiré de su brazo para que hiciese lo mismo. Rodeé su pequeño cuerpo con los brazos y apoyé mi cabeza sobre la suya, sintiendo la mejor sensación del mundo.

—Hace tanto no me abrazaban.— Murmura con la voz rota.


—¿Me dejas cambiar eso, pequeño?— Acaricié su cabello calmando su rápida respiración.

—¿Como?— Interrogó apartándose y secando sus ojitos.


—Solo tienes que dejar tu firma en un papel y automáticamente serás el dueño de mis abrazos.— Llevé mi mano hasta su rostro, él se apartó y volvió a disculparse.


—Costumbre.— Susurró bajito antes de volver a acomodarse en mi pecho. —Pero acepto ¿Dónde firmo?— Sonreí ante sus palabras.

Lo aparté levemente de mi, agarré su mano para dirigirlo hacia afuera y encaminarlo hacia el auto, donde saqué él seguro y adentré la mano agarrando los papeles por firmar que se encontraban en el asiento.

—Tuyo.— Se los extendí, rápidamente comenzó a leer arrugando su naricita.


Verlo concentrado se me hizo jodidamente tierno y rápidamente volvió a mi mente la imagen de él secando sus lágrimas a causa de mi abrazo, quería sanar el dolor que se reflejaba en sus ojos, cambiar sus lágrimas y temores por sonrisas y virtudes. En ese momento me prometí a mi mismo cuidarlo con mi vida.

Solo hacía falta una firma y seria mi bebe.


Esta historia le pertenece a : Baoxxi

Adaptacion de: Ker_Soo

Espero que le guste esta adaptacion 

las amxs

~Yes, Daddy [MEWGULF] Adaptación~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora