~Yes, Daddy [MEWGULF] Adaptación~

cap 6

Mew.

"Quédate con la persona con la cual tener silencios sin que el ambiente se haga incómodo."

La voz de mi abuela resonó en mi cabeza mientras conducía en pleno silencio por la poblada ciudad de Seúl. Miré de soslayo a Gulf encontrándolo con su boquita entreabierta mientras contemplaba las calles y autos pasar.

—Me gusta mucho este lugar.— En su voz se notaba la emoción al hablar, ya que yo no podía mirarlo por mucho tiempo me centré en su dulce voz.+

—Eso es bueno.— Chasqueé la lengua leyendo los nombres de las calles, nunca me perdía pero la presencia de Gulf lograba desconcentrarme de todo. —Pasarás mucho tiempo por aquí.—

—¿Aquí vives?— Ahogó un gritito de euforia mientras se ponía recto y articulaba pequeñas o's con cada casa que dejábamos atrás.
Reí despacio y doble a la derecha al ya encontrarme orientado, estacioné y acto seguido corrí para poder abrir la puerta del acompañante.

—Gracias.— Susurró este bajando la vista mientras acomodaba su cabello tras la oreja.

—¿No mirarás?— Me acerqué más a él levantando su mentón al notar su vista fija en el piso. —Podemos mudarnos si quieres.— Lo tranquilicé entrelazando nuestros brazos para lograr tirar de él hacía la entrada.

—Oh.— Articuló cuando al fin levantó su vista, al hacerlo se paró en seco para poder ver mejor la casa. —¿Vives tu solo?— Su boquita seguía con su expresión sorprendido.

—Lo hacía, ahora estás tú.— Sonrío de lado y tiro de su brazo para dirigirlo a la puerta. —Hoy mira todo lo que quieras hasta que sientas esta casa como tu casa.— Espero hasta que Gulf asintiera para luego buscar la llave en mi bolsillo delantero y abrir la puerta de par en par.

—Ni trabajando toda mi vida lograría comprar una casa así.— Susurró ante el silencio de la casa, opté por mirar su hermoso rostro queriendo llenarlo de besos.

—Ya no pienses en eso.— Me quejé disimuladamente. —Si necesitas algo, solo pídelo y si no quiere sentirse como un mantenido, tengo un puesto de secretaría para ti.— Mordí mi labio interno al imaginarlo. Gulf enrojeció y asintió varias veces.

—En fin, me mudo cada año, espero que te acostumbres.— Cierro la puerta con la pierna, camino tranquilo hasta la heladera para buscar refrescos mientras el pequeño seguía quieto en la entrada, mi semblante mostraba la ternura que me producía su bonito rostro. Ya quería verlo en confianza correteando por todos lados con su cabellos despeinado.

—¿Cada año?— Volvió a dirigir su vista por la sala de estar completamente sin decoración.

—No me gusta pasar mucho tiempo en el mismo lugar, me aburro fácilmente.— Expliqué con la vista de Gulf fija en mi.

—Mew...Daddy.— Murmuró despacito, levanté mi ceja incitándolo a continuar mientras acomodaba las cosas sobre la mesada. —Tengo ganas de hacer pipí.— Articuló bajando su vista con vergüenza, una sonrisa automáticamente dibujó mi rostro.

—Vamos al baño entonces.— Entrelacé su manito con la mía y lo empujé hasta el piso de arriba dirigiéndome al baño. —Como quiero que estés cómodo, repito, te prepararé el cuarto de huéspedes ¿De acuerdo?— Abrí la puerta del baño y contemplé a un silencioso Gulf entrar en el y cerrar la puerta sin responderme.

—Yo quería dormir contigo.— Gritó entre molesto y rendido al otro lado de la puerta.

—La semana que viene podrás ¿Si? Yo también debo acostumbrarme a ti.— Gulf suspiró del otro lado unos minutos después y tiró de la cadena para luego salir con la vista en el piso.

—Bien, lo siento.— Sin más se abraza a mi sorprendiéndome y sorprendiéndose a si mismo, se alejó tan rápido como se acercó con sus mejillas color carmesí. Tiro de su brazo para volver a tenerlo en los mios y besar su cabecita repetidas veces.

—Nuestros cuartos están al lado, si necesitas algo, grita.— Lo tranquilizo alejándome de él para volver a dirigir mis pasos hasta el cuarto de huéspedes que se encontraba al otro lado del pasillo de la planta alta.

—Bien.— Escuché sus pasos rápidos por el suelo de madera y en menos de un milisegundo lo tenía al lado mio mirando la puerta que acababa de abrir. —Osea que tu duermes ahí.— Dirigí mi vista al lugar donde su dedo señalaba y asentí despacio.

—Vamos adentro.— Adentro mi mano por la oscura habitación buscando el tomacorriente para poder prender la luz, al ya estar todo iluminado Gulf entra mirando su nuevo cuarto con una sonrisita disimulada, sabía que le había gustado pero aun seguía molesto por no dormir conmigo. Orgulloso mi niño, orgulloso.
—Ayúdame a ordenar esto.— Pedí agarrando varios papeles que se encontraban sobre la mesa de luz, a veces usaba la habitación de huéspedes como oficina o simplemente tiraba todo ahí.

(...)

3 horas en total bastaron para lograr sacar todos los papeles y cosas que a Gulf no le gustaban, prácticamente sacó todos los muñecos que mi madre me había regalado. "Me dan miedo" había confesado momentos atrás.

Ahora se encontraba tirado boca abajo con sus ojitos cerrados sobre su nueva cama con edredón rosa, me acerco lentamente y compruebo que se había dormido por completo para luego acomodarlo mejor y taparlo, ordenar había agotado sus energías.

Me quedé mirándolo por lo menos 10 minutos, su hermosa presencia me trasmitía paz, quería acostarme con él, pero había prometido darle su espacio y tener el mio, al menos por ahora. Apagué la luz de techo y prendí el velador para no dejar toda la habitación a oscuras, dejé un beso en su mejilla y me dirigí a mi cuarto en busca de ropa pequeña que podría darle, al encontrar volví a su cuarto y la dejé sobre el sillón de flores al costado de su cama.

—Dulces sueños, angelito.— Susurré acomodando su cabello para sacarlo de su rostro.

No me gustaba la idea que se durmiera sin comer, pero yo también estaba cansado y no tenía energías para cocinar o intentar despertar al pequeño, así que opté por tirarme en mi cama y dormir al menos unas horas, cosa que no tardé en hacer.

ESPERO QUE LES GUSTE LA  HISTORIA DE: Boaxxi 

Adaptada por :Ker_SOO

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