1. Encuentro

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Dándole la espalda al resto de sus ex compañeros, Mikasa observa el amplio cielo azul mientras escondía parte del rostro dentro de su bufanda.

Prefería no estar cerca de ellos, no cuando notó sus reacciones al verla. Los había recibido con una sonrisa, pero, ¿tan mal se encontraba su aspecto? ¿Tanto ha estado llorando? ¿Sus ojos se encontraban hinchados o su rostro a causa del dolor por emanar recuerdos con Eren?

"Eren."

Inconscientemente, se aferró más al apreciado trozo de tela.

"Por fin han venido a verte, ¿estás feliz? "

La ya conocida picazón se adueña de sus ojos. Mordiendo el labio inferior, evita soltar sonoros sollozos que podrían llamar la atención.

Odiaba llorar y odiaba que la vieran llorar. No deseaba parecer débil, siempre quiso mostrarse como una persona fuerte, tenía, o bueno, tuvo la obligación de presentarse como tal al ser caracteriza como "La mujer que vale 100 soldados" sin embargo, era humana y muy frágil, aunque le costará admitirlo.

"Este... ¿Es mi destino, Eren? "

Sufrió en su pasado, siendo sólo una niña que no conocía la crueldad del mundo, sólo lo bello. En ese entonces, jamás se imaginó que sus padres morirían frente a sus ojos. Seguía sufriendo ahora en el presente. Siendo una joven mujer, su primer amor murió, ella lo mató, sin siquiera tener la oportunidad de confesarle todos los sentimientos que almacenaba en su corazón. ¿El futuro será igual? ¿Continuará como una viuda solitaria llena de remordimientos por el resto de su vida?

Una presencia a su lado provoca que baje su mirada. Traga fuerte para deshacer el nudo de su garganta y, disimuladamente, limpia su nariz.

Vaya momento para que alguien se acercara.

Vaya momento para que justamente él se acercara.

—¿Cómo te encuentras? —lo escuchó decir, en su habitual tono indiferente.

Su "bien" no sonó nada convincente, sobre todo para alguien como el capitán Levi. Su voz se escuchó apagada y, hasta cierto punto, ahogada. No deseaba hablar, pero tampoco podía dejarlo con la palabra en el aire. Ya no era su superior, empero, el fuerte respeto que sentía por él no le permitía dirigirse de manera informal.

El silencio reinó por unos largos minutos —¿o simplemente fueron segundos?— Donde ella permaneció observando el horizonte al igual que él. No era incómodo, los momentos así con el capitán nunca fueron incómodos, no para ella. ¿Era porque no les daba importancia o por el mejoramiento de su relación? No lo sabía, sin embargo, le pareció curioso como el ambiente ya no se percibía tan trémulo y frío como antes de su llegada.

La voz de Onyankopon llega a los oídos de ambos, notificando que ya era hora de irse. El ex-capitán le indica con un ademán que captó y que regresaría. Manejar la silla de ruedas por su cuenta fue lo mejor que pudo haber hecho el último año. Odiaba de sobremanera el sentimiento de dependencia cada que llamaba a alguien de mala gana para que lo ayudara.

—Ten —dijo el mayor, extendiéndole lo que parecía ser una tarjeta—. Ve ahí cuando lo necesites.

Y posterior a ello, sin medir más palabras y con ayuda de sus manos, regresó con el resto.

Mikasa observó confundida el trozo de papel; Era una dirección.

***

Ok, seré honesta el 139 es un capitulo que no me gustó y me dejó súper mal emocionalmente. Son muchas cosas las que no me agradaron y una de ellas es lo que le hicieron a Mikasa. Si bien no es mi favorita, no voy a negar el aprecio que le tengo. Pienso que merecía mucho más.

Yo desde antes que saliera dicho capitulo, ya tenía pensado hacer algo post guerra Rivamika, sin embargo, la cuestión cambió. Si bien estoy haciendo el fanfic, no era como lo tenía planeado en un principio. Decidí basarme en ese final abierto para construirlo.

Trataré de manejar las personalidades canonicas (hecho difícil) y darle a Mikasa el final que verdaderamente merece; ser feliz.

Le calculo a este ff unos 16 capítulos y cada uno será tipo drabble (aunque no descarto la idea de que uno se alargue porque siempre me pasa)

En fin, espero que les haya gustado este primer capitulo.

Nos vemos pronto.

Las quiere.

Val.

𝑺𝒕𝒂𝒚 𝑾𝒊𝒕𝒉 𝑴𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora