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—Hue- Hueningkai no creo que debamos— tartamudea Soobin cuando siente los labios del menor en su cuello, succionando y sacándole un suspiro de satisfacción.

—¿Porqué, hyung? No le tenga miedo al éxito—bromea Kai mientras sigue con su tarea —Estoy tan cansado mentalmente y el sexo me distrae, ¿Acaso no quiere ayudar a este jovencito en aprietos?—

Pone una sonrisa tan cautivadora que Soobin no podía resistirse pero de verdad pensaba que esto no iba a solucionar algo.

—Hueningkai, debem- ¡Ah!— gime soobin cuando el menor le muerde.

—Vamos hyung, sé que le gusta.

Kai lo sabía muy bien, ahora Soobin estaba experimentando algo parecido al enamoramiento pero realmente sólo estaba atraído por su cuerpo y su carisma.

Siempre era así y Hueningkai lo agradecía.

Empezó a desabotonar la camisa del mayor dejando el pecho descubierto y Kai no perdió tiempo en besar con generosa saliva y pasar su lengua por esos pezones.

—Las Soobintetas.

Dijo sonriendo y poniendo sus manos en los bonitos y firmes pectorales del mayor, que si bien no eran muy grandes eran considerables tomando en cuenta el cuerpo del mayor.

Hueningkai recuerda que antes no estaban así, ¿Acaso su hyung comenzó a hacer ejercicio para impresionarlo?

Apretando y mirando fijamente el rostro de Soobin, sintiendo el cuerpo contrario retorcerse.

Pellizcó suavemente una tetilla sacándole un gemido algo agudo al mayor, Hueningkai sonrió complacido.

—Vaya, con que a hyung le gusta el dolor.

Soobin no podía ni hablar, simplemente salían balbuceos incoherentes de su boca, estaba segandose por el placer brindado, sintió que una de las manos de Kai dejaban sus pectorales para ir hacia abajo, tanteó su zona baja.

—¡Vaya, ya despertó!— comentó feliz, Hueningkai pensó que fué relativamente fácil.

Bajó su otra mano para poder desabrochar el pantalón pero unas manos se lo impidieron, era Soobin.

El mayor jadeaba y sujetaba sus manos con fuerza.

—¿Q- que vas a hacerme?— pregunta con voz temblorosa, Hueningkai con una sonrisa confianzuda se acercó un poco al rostro del mayor.

Y ahora tú te acercarás para besarme.

Dicho y hecho, Hueningkai correspondió y el agarre en sus manos se debilitó permitiendo a Kai seguir, desabrochó el pantalón y tiró de ellos para abajo.

Kai mordió el labio del mayor sin hacerle daño y se separó, agachándose bajo la atenta mirada de Soobin.

Bajó el boxer del mayor y la erección saltó, golpeándole levemente la nariz y Kai rió suavemente por ello.

Soobin se siente liberado y da un respingo, esperando lo siguiente.

—Hagamos algo hyung— dice Hueningkai sacando su móvil de los bolsillos —Si yo hago que se corra en 3 minutos, usted debe hacer algo por mi y si no lo logro yo haré lo que usted quiera.

Soobin le mira desde arriba, sólo le habían hecho una mamada en la vida, es decir que Kai iba a ser la segunda.

Pero la primera fué una mamada mal hecha y apresurada, Hueningkai se veía experimentado en eso y no creía que aguantaría más de dos minutos.

Pero la adrenalina del momento y la emoción podían más con él así que aceptó.

—¡Que bien!— dijo Kai al momento de poner el cronómetro y dejarlo en el suelo. —Empezamos, hyung.

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