iii. di mi nombre.

1.7K 103 77
                                    

DI MI NOMBRE

  Advertencias:
Nsfw. Punto de vista de Kuroro (perdón de antemano jdksk). Los más sensibles probablemente vean dubcon, no busques romanticismo porque no lo hay. Ni siquiera sé cómo catalogar todo esto, simplemente se trata de Chrollo ejerciendo su poder. Y no, no hago apología ni romantizo lo tóxico, esto es solo un fanfic. Disfruta de la lectura <3

           Había tardado un poco más de lo previsto en completar mi parte del trabajo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

           Había tardado un poco más de lo previsto en completar mi parte del trabajo. No era fácil persuadir a las personas poderosas, a pesar de mis notables dotes para la manipulación. Tampoco me había sido nada fácil dar con el paradero de aquel hombre, había sido muy cuidadoso ocultando cualquier rastro que pudiera haber dejado tras de sí, pero a pesar de que ahora estaba incapacitado para usar mi nen y que no podía comunicarme con ningún miembro de la brigada, me las apañé de maravilla simplemente valiéndome de mi fuerza física y mi cerebro.

Llegué puntual a las afueras de aquel edificio con fachada de aspecto postmoderno tal y como había acordado horas antes con mi nueva aliada, y una vez más me encontré con la desesperante mujer metida en problemas, ni más ni menos que con miembros de la asociación de cazadores. Salimos de York Shin sin perder el menor tiempo, tratando de llegar lo antes posible a nuestro piso franco. Me encontraba muy cansado, física y sobre todo mentalmente, no poder usar nen me hacía sentir débil y frustrado. Me reservaba la charla con ella para cuando por fin llegáramos a nuestro lugar seguro, tratando de enfriar mis nervios durante el trayecto. Me torturaba el hecho de tratar de buscar una explicación a cómo y porqué ese maldito cazador de listas negras había logrado seguirla y acorralarla de tal manera. Sin duda, iba a tener mucho que explicarme. Volvía a sentir unas tremendas ganas de abofetearla, pensando en la posibilidad de que no sólo hubiera fracasado en su cometido, si no que por su descuido ahora yo también me podría ver expuesto.

—Dime que tienes la cinta de vídeo —afirmé a modo de pregunta, rogando en mi fuero interno para que la respuesta fuese un sí, pues de lo contrario, no respondería de mis actos.

—Sí —respondió vagamente. Su voz sonó ligera, pero podía notarse un ténue tinte de tensión envolviéndola.

—¿Te han visto llevártelos? —continué.

—No. Nadie me ha visto entrar ni salir del edificio, estoy segura —dijo tratando de aparentar tranquilidad, a pesar de poder notar la ansiedad que cargaba tanto en su respiración como en sus latidos.

Opté por no hacer ninguna pregunta más. No hasta llegar a la casa. Parecía agotada, y yo tenía mucha prisa por largarme de allí. Si seguíamos su ritmo corríamos el riesgo de que aquel miserable nos volviese a alcanzar, y tampoco podía dejarla atrás ahora y huir solo, así que decidí cargarla para aligerar el paso.

𝗧𝗢𝗫𝗜𝗖 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora