Capítulo 9

29.6K 2.2K 4.2K
                                    

Capítulo 9

Taehyung se sentía más animado antes de la graduación. Se pasó por la universidad en un par de ocasiones y colaboró en la preparación de la ceremonia. La organización del evento, las notas que leerían algunos de los voluntarios, y llamar a un cáterin decente que se encargarse de servirles durante la noche, entre otros.

Estaba entre un par de amigos conocidos cuando vio a Jungkook pasar por el campus. El muchacho le saludo con la mano desde unos metros, y se metió en el edificio universitario. Jungkook iría a solucionar algo sobre su inscripción en el máster, pero Taehyung se moría por agarrarle la mano delante de todos y presentárselo a sus amigos. Ya le habían hecho preguntas fugaces, sobre a qué venía aquel pedazo de beso con lengua que se habían dado días atrás en el pasillo universitario.

"Jungkook, se llama, ¿no?" le dijo uno de sus amigos. "¡Te había visto almorzar con él por el campus! ¡Qué calladito te lo tenías!"

Taehyung apretó los labios, y se guardó sus comentarios. No se había acercado a Jungkook por eso – simplemente, él había sido un inesperado apoyo. Pero ahora estaba loco por sus huesos. Desde la otra noche en la que le acompañó hasta casa y le pidió formalmente salir con él, hablaban por Whatsapp y se mandaban mensajitos súper adorables.

Jungkook le deseaba las buenas noches como si fuera un trozo de pastel de fresas. Le enviaba memes, y selfies como si fuera lo más común del mundo. Y dios, le parecía súper besable, y se moría por volver a hacerlo.

A Taehyung sólo le quedaba por gritarle a la pantalla y mordisquearse las uñas preguntándose cómo tal dualidad podía esconderse bajo la misma persona. ¿Esperaba un Bruce Wayne, como en los cómics que leía? ¿Multimillonario y madurito?

Jungkook era un chico normal –o al menos se esforzaba por serlo– y le había robado su corazón por completo.

Y se sentía mejor sabiendo que Gyeong le había dejado en paz a ambos, así como el acoso que el chico había estado ejerciendo sobre el pelirrojo. Una vez que pareció darse cuenta de que todo el mundo hablaba de que Taehyung y aquel pelinegro parecían estar juntos, Tae se dio cuenta de que Gyeong se había apartado de todos.

Parte de su grupo de amigos se había divido, y Taehyung ahora se hablaba más que con un par de amigos – y de manera relativamente superficial.

Quizá aquello de ser la estrella más popular se había desvanecido debido a toda la oscuridad que estaba persiguiendo su apellido. Pero se sentía cómodo con no ser el pleno centro de atención gravitatorio de todo el mundo.

Taehyung aún tenía algunas citas pendientes con la justicia, y algunos abogados de su familia, a los que acompañó durante varias tardes para hablar sobre los derechos de la empresa Kim, y la fortuna a la que accedía el joven. Por derechos de herencia, y gracias a su mayoría de edad, le pertenecían participaciones de la empresa que seguirían remunerándole mensualmente, mientras otros se encargaban de coordinar las funciones empresariales.

Esto dejaba a Taehyung en una situación en la que podría seguir viviendo sin tener que buscar ni un trabajo en su vida. Si bien aquella no era su meta. Vivía bien en su pequeño apartamento frente al río Han. Y adoraba su deportivo. Pero seguía pensando en que su padre estaba por algún lado.

Fuera como fuese, eso era asunto de la justicia. Si había salido de corea, sería para evitar los cargos legales que podían caerle por sus acusaciones sobre los informes de experimentos genéticos que se habían llevado a cabo hacía varios años.

Pero Taehyung no podía dejar de pensar – entre su brote de dolor y cierta añoranza que tenía por la pérdida de su madre, que Tae Pyung, de algún modo, había intentado curar aquella extraña enfermedad que la había arrastrado durante los últimos años. Quizá por eso tan sólo iba a visitar a ella, de vez en cuando. Quizá... aún la amaba, realmente.

Spidergguk ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora