Capítulo 4

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Capítulo 4

Los días habían transcurrido dejando atrás el incidente sucedido en la calle mayor de la ciudad. Un brote epidémico de rabia era todo lo que habían barajado. Y Jungkook sabía que no podía encontrar al culpable –todavía–, por lo que tan sólo le quedaba esperar. Su nueva cámara hizo que su trabajo se volviera más sencillo, si bien su jefe seguía insistiéndole en que fotografiase cosas bizarras, él prefería llevarle una galería tomada en el puente de Seúl al atardecer, antes de tener que meterse en el barrio de Chinatown vestido de Spidergguk.

Mientras tanto, sus prácticas en el centro I+D+I habían dado su fruto, y se encontraba siendo halagado por algunos trabajadores de la empresa, y prácticamente rifado por sus ayudas. Aunque claro, los estudiantes universitarios seguían sin entrar en las zonas restringidas, y no participaban en ningún trabajo de carácter secreto para la empresa.

Mantenerse en silencio de cara al público, y a la competencia, era algo esencial para una de las empresas de tecnología e investigación más enormes del país.

Jungkook se alegró de que J. Lee se encontrase en otra planta, y no se cruzasen demasiado el resto de los días. Pues el hombre le tenía el ojo echado a él y Hoseok, a pesar de que no era lo suficientemente inteligente como para rastrear los pasos que habían dado.

Es decir, Hoseok y él estaba intentando no volver a meter más las narices donde no les llamaban, aunque Jungkook seguía preguntándose qué demonios podía tener que ver el robo y la explosión de la planta, con el incidente sucedido en la avenida.

Hoseok no es que fuese un amigo especialmente reservado. Él había estado buscando información extra por internet, y tenía los datos de los infestados y alguno de los síntomas que se le asociaron. Sabían en que hospital estaban internados – gracias a la televisión, y que aquello no se había expandido más.

"Probablemente el brote de rabia pueda contagiarse por mordiscos, pero dudo que el virus sobreviva en el cuerpo humano más de unos minutos... quizá no llegue a horas." Le dijo Hoseok en la cafetería, con su bata blanca y credencial colgando del cuello.

Jungkook estuvo reflexionando sobre eso durante su breve desayuno.

"Ten en cuenta que si no, tendríamos un brote zombie." Añadió su amigo castaño, subiéndose las lentes con un dedo. "Sé que adoras Resident Evil, y te encantaría hacerte el héroe en un apocalipsis, lo siento tío."

El pelinegro no pudo evitar exhalar una sonrisita. Estaba claro que no era un brote zombie, ambos lo sabían. Pero no podía dejar de pensar que estaba relacionado con el maletín plateado.

Los chicos lidiaron con sus horarios de prácticas, y el resto de las clases universitarias a las que aún tenían que asistir. Jungkook se llevó su cámara nueva al campus, pensando en fotografiar las pistas de césped y árboles que rodeaban el edificio de la universidad. En ocasiones se hacían partidos de fútbol o baloncesto en una zona preparada para ello.

Durante esa tarde, Jungkook tomó fotos del club deportivo, que estaba haciendo un partido amistoso junto a la pista. Y cerca del lugar, habían establecido una mesa con limonada fresca, y gratuita. En otra vida –muy parecida a esta– les hubiera pedido algunas fotos a un par de porristas que se encontraban entrenando sin su grupo, pero era demasiado tímido como para acercarse a un par de chicas y lanzar un 'Oye, ¿os importa si os tomo unas fotos mientras entrenáis? Es para el periódico local.' Ehmn, no. Imposible.

Porque si no se iban a reír como unas idiotas, iban a quedarse mirándole con esa cara que no comprendía. La misma cara que ponían casi todas desde hacía varios años, cuando Jungkook empezó a crecer como un hombrecito, y a resultar estar más bueno que el pan.

Spidergguk ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora