Capítulo 11
Jungkook tamborilea con los dedos sobre el teclado de su portátil. La búsqueda de Google está cargando, y cuestión de unos segundos despliega un resultado ridículamente enorme sobre Industrias Stark.
Se encuentra sentado en su cama, con una camiseta de tirantes blanca y unos pantalones anchos de chándal. Tiene su cámara de fotos a un lado, con un carrete vacío y varias tiras de fotos sobre el escritorio. Jungkook hace scroll en su búsqueda. Ya sabía de qué iba todo eso de Industrias Stark, no por nada se había sacado una carrera universitaria en ingeniería. La empresa multinacional Stark se situaba en Estados Unidos, pero allí en corea del sur tenían varias sucursales, y colaboraban en tecnología puntera en la ciudad de Incheon.
Desarrollo e investigación de los Kim era mucho más potente en el país surasiático, si bien a veces habían colaborado en algunos proyectos, especialmente cuando se trataba de energía renovable.
Hace años, cuando Jungkook sólo era un niño entrando en su fase de pubertad, Industrias Stark había sufrido un cambio sustancial en su modelo de empresa, pasando de ser una empresa centrada en desarrollo de armamento militar, a una de energía renovable. Las acciones de la empresa americana habían caído en picado durante el primer año, pero con el lanzamiento del nuevo motor de energía, y la particular presentación de Iron Man –todo el mundo apuntaba a que el excéntrico Joon Stark había perdido la cabeza–, Nueva York había dado un giro de ciento ochenta grados.
Así que..., ¿qué malditas narices había perdido la sucursal surcoreana de Industrias Stark?
Es más, ¿podía el jodido mundo dejar de perder cosas relativamente importantes? Jungkook empezaba a pensar que estaba rodeado de incompetentes.
El pelinegro se pasa una mano por el cabello, sintiéndose un poco abrumado. Con lo bien que había ido el verano, y ahora empezaban las cosas extrañas, de nuevo.
El chico pasa por Google Imágenes echando un vistazo por encima. Reconoce el rostro de Joon Stark, ciudadano americano, cuyos padres nativos y nacidos en surcorea habían emigrado al otro continente durante el siglo pasado. Lo que habían montado allí era un imperio, sin duda.
Pero a Jungkook le traían sin cuidado los ricachones que iban de héroe, ¿eso de que todo el mundo supiera que él era Iron Man, le dejaba dormir tranquilo por las noches? Porque Jungkook no podía permitirse relevar su identidad, desde que era un ciudadano de a pie, y alguien completamente normal.
¿Que sería de sus seres queridos si todo el mundo se enterara?
El joven resopla profundamente, y contempla una imagen de Joon tomando una estatuilla dorada con los dedos, un árbol macizo de oro con la insignia de premio mundial de la paz, de hace tan sólo unos años. Su cabello castaño oscuro peinado hacia atrás pulcramente.
El menor se hunde en su asiento, y escucha el golpeteo de unos nudillos en la puerta de su dormitorio. Jungkook levanta la cabeza. Su armario está abierto, y el traje de Spidergguk se encuentra impecablemente doblado sobre un montón de ropa de chándal.
"¿Sí?" Lanza una red para tirar de la puerta del armario y cerrarla inmediatamente.
"¡Kookieeee!" escucha al otro lado de la puerta, de una voz familiar que hace pegar saltitos a su corazón bajo su pecho.
Jungkook pulsa un botón en su muñequera, y el candado automático de su puerta se desbloquea emitiendo un sonidito.
El menor cierra la pantalla del portátil, apartando al señor Stark por el momento y lo deja a un lado de sus piernas, cuando ve entrar a su nueva compañía.
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Spidergguk ⋆ Kookv [Chispasrojas]
RomantikNunca trató de convertirse en el héroe de la ciudad. Jeon Jungkook no sólo intenta lidiar con una difícil vida universitaria, sino que además de ser un superhéroe, su corazón flaquea cada vez que esa especial belleza pelirroja se cruza por delante. ...