Capítulo 33: "Búsqueda"

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Tres semanas y tres días antes de la misión de robar el nuevo antiregenerativo del sublíder Raito, la joven Sachiko fue ella sola al distrito donde poca gente transitaba, un lugar sospechoso de albergar mayor cantidad de semidemonios que en otros distritos, y esto también representaba un riesgo para ella.

Se intentó escabullir por un callejón bien escondido, no obstante, vio a agentes custodiando estos lugares con linternas, así que se dio para atrás de inmediato. En eso, pensó con las piernas temblorosas:

–Hiro tenía razón, es imposible encontrar a un semidemonio a estas horas de la noche en la calle, tengo que volver...

Uno de los agentes la escuchó, así que apuntó la linterna de su arma hacia aquella esquina, pero no encontró a nadie. Sachiko logró agacharse y correr con pasos silenciosos, mezclándose con el ruido clásico de una ciudad que nunca descansa.

La menor se cubrió la boca, sin poder evitar oír a los uniformados hablar entre ellos con poca discreción:

–Despejado, vamos a la central, ya enviamos a un semidemonio hoy y es suficiente para mí.

–Esas ratas se saben ocultar... –dijo su compañero de misión, queriendo volver tanto como él.

La preadolescente se logró escapar por el otro callejón que llevaba al mismo camino, una de las guaridas para semidemonios de la zona, y la más habitada.

Caminó sin temor por el oscuro pasaje de débiles luces, buscando a alguien para entrevistar acerca del fallecido sublíder de Komodo.

–Oiga, señor –trató de llamar la atención de un ser a lo lejos, el cual parecía no querer contacto con nadie, ni siquiera con ella.

–¿Eh? ¿Qué es lo que quieres? Largo –expresó disgusto el tipo, quien se había separado un momento de su hogar para fumar a solas.

–Perdón, pero ¿sabe algo sobre... Osamu Aoshi, el semidemonio fallecido en el incendio? –preguntó sin titubear, queriendo saber el verdadero propósito de su padre, y sin creer del todo en lo que Hiro le había contado.

–¿Qué te puedo decir que no hayan dicho antes de él? Vuelve a tu casa, tus padres te deben estar esperando o quizás ni sepan que estás aquí –respondió, tirando su cigarro y apagándolo con la suela.

Sachiko, frustrada y sin poder decirle, se retiró con las manos vacías. En eso, el tipo la volvió a llamar antes de que se alejara:

–Si quieres información, demuestra que puedo confiar en ti.

El sujeto sacó dos cúteres de su bolsillo para extenderle uno hacia la niña y le aclaró su duda:

–Corta mi palma, yo te haré un corte pequeño y sabré que eres una de nosotros. No dolerá mucho.

El "saludo de sangre" es una moda de los semidemonios que consiste cortar parte de la piel del otro para ver su factor regenerativo y estar seguros de que hablan con otro mitad demonio.

–¿Q-qué? No quiero hacer esto –espetó, desconfiando de la cuchilla de un completo extraño. No estaba acostumbrada a su costumbre.

–Bueno, si tienes temor, entonces muéstrame tu hakouga –el hombre pidió que lo hiciera, no iba a darle información a cualquiera.

La joven Sachiko se vio en aprietos, ya que no había desarrollado uno aún, a pesar de su esfuerzo en los entrenamientos con su maestro.

–Uhm... Perdón, no puedo arriesgarme a decirte algo. Adiós –se dio la vuelta sin más.

Bloody Claw 2: Ciudad de tinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora