Gente adinerada de todas partes de Japón se presentaban en distintos lugares con la intención de ver sangre en combates entre dos individuos demonios, y no iban a dejar de pagar hasta saciar su sed de sangre.
La universidad de Shinjuku consiguió mejorar su calidad en todos los sentidos gracias a este evento financiado por ricos y organizado por las organizaciones unidos solo por esta ocasión.
Raito mostraba una sonrisa confiada, en cambio, Thea lo veía con seriedad, preocupándose más por la ausencia de dos de sus peleadores más importantes. A paso rápido, el secretario de la sublíder se acercó a ella para avisarle sobre cierto inconveniente:
–Señorita Thea, no pudimos averiguar el paradero de Chains...
La alta dama lo miró con desprecio y temor mezclados, sabiendo que este tipo de cosas no podían pasarle justo en el día de los combates.
El peleador Chains había sido liberado para el encuentro, siendo sometido con un seguro especial en su cuello que suprimía sus habilidades demoníacas. Artefacto muy usado en Jigoku para retener a los reos.
No obstante, ellos no sabían de lo que era capaz con su sola fuerza bruta, y los seguros con los que los guardias pensaban llevarlo al estadio no cumplieron su propósito.
El misterioso hombre estaba en las alcantarillas de Tokio, aún con el collar, divagando sin rumbo entre los pilares por doquier; solo buscaba una caminata tranquila. Hasta que escuchó una potente exhalación desde el fondo del sitio, en un área oscura y húmeda como pantano.
Un cocodrilo de más de cuatro metros que, al igual que él, era un fugitivo de su celda e igual de buscado. Sin embargo... una de las dos bestias era multitud en un lugar tan extrañamente acogedor.
En lo que esto se resolvía, la sublíder de Komodo sur realmente no tenía idea de que hacer con solo tres peleadores. El secretario creía tener una idea efímera para solucionarlo, así que trató de expresarlo para cuando ya estaban en sus respectivos lados de la arena:
–Señorita, si me permite opinar...
La mujer, entre regañadientes, trataba se pensar en algo y el ruido del señor Shimamoto solo la hacía enfadar. Interrumpió con furia a su secretario:
–Carecemos de más peleadores de nivel en el sur y ya no se puede cambiar a los seleccionados de último minuto. Espero que sea una idea útil o te usaré como reemplazo de ese gorila.
–N-no hay ninguna regla que no permita que un peleador pueda luchar dos veces... quizás Masanori sea el indicado gracias a su recuperación, si logra ganar –habló el hombre, tratando de que su jefa no cumpla su palabra.
Impresionada por la idea, bajó de su asiento, posteriormente las escaleras hacia la planta baja y se acercó sin más al centro de la arena. Raito la vio con curiosidad desde su asiento en la planta superior, pensando en que iba a clamar la señorita Thea.
–Es cierto... Fudo –llamó la atención del demonio de fuego con su llamado.
–¿Quieres apostar? Ah... ¿Qué pasa, Raito? –preguntó el chico fastidiado por interrumpir una riña con otro de los peleadores de su equipo.
–Al ser el primero en pelear, quiero que me hagas cierto favor –le dijo, sabiendo todas las posiciones en la que los peones se enfrentarán, igual que todos los presentes durante las presentaciones.
–Mierda, ¿de qué se trata? –enfadado por no querer seguir más órdenes de Raito, a quien se supone podía hacer añicos ahora si quisiese.
Raito sospechó de alguna estrategia sucia del sur, lo que lo motivó a pedirle a Fudo que provocara cierto comportamiento en su combate, pensando en cómo podría reaccionar los rivales:
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Bloody Claw 2: Ciudad de tinieblas
ActionHan transcurrido 9 meses, las calles han vivido una historia diferente y bizarra para todos. El orden y la justicia es defendida por los mejores soldados humanos para combatir contra una amenaza nueva... "Los demonios". El semidemonio de las garras...