Corazones de Plástico © [BH#2] (Completo ✔)

18. Cita de tres. Manuel, Valentina y yo

18. Cita de tres. Manuel, Valentina y yo

Emma

Ha pasado tanto tiempo desde que agarre a mi compañía en mis historias de desamor, tanto sufrimiento en la escuela y tanto dolor en alejarme del chico mafioso llamado Diego. No porque ande enamorado, sino que se convirtió en alguien que le podía decir varias cosas y lo entendía, un chico mafioso no tan mafioso la verdad, pero que no sabía ningún rastro de él.

Valentina se encontraba comiendo papilla de manzana, yo miraba las elecciones que tocaba hacerse el día domingo y claro que antes del domingo iba a mostrarme en un evento con la empresa "Los Aguilar" quien me ha llamado para una propuesta.

Hace una hora llamo Manuel para una cita que no creo que podré ir pero con tanto en ocuparme, se me hacia demasiado disfrutar de la vida cotidiana como una persona soltera.

Eso ya lo deje hace tiempo.

Manuel

Verlo era como la competencia olímpica de rostros guapo y claramente yo quedaría como descalificado, era como lo había dicho y claramente la chica de su costado, Valeria era una chica como lo había dicho antes  —Guapa —su combinación era uno de figuras de la revistas "Cosas" o "Vogue" literal, no bromeaba.

—Hola Sr. Jones

—Omitamos lo de "Sr." ¿ok? —me queje, con la expresión asqueada por decir lo anterior

—Ok —se sentó luego de que Valeria tomara asiento, si que andaba embobado —Sabemos que nuestra marca es distinta

Si y te explico a ti, querido lector. La diferencia de nosotros es porque la empresa "Los Aguilar" tiene dos cadenas: una es la marca de belleza y la otra es la que obviamente sabemos todos lo que viven y miran revistas todo el tiempo, la ropa titulado "Last time in the sky". Mientras que, nosotros nos encargamos de los eventos de aristas (cantantes, actores, etc) y hacemos publicidad porque somos una compañía global y de confianza. ¿Diferencia no?

Continuo Eduardo

—Queremos que nos hiciéramos socios, a lo que me refiero a que tú vendes mi marca afuera y yo promociono tú compañía

—¿Qué pasa si yo no quiero aceptar? 

—Pues... lamentablemente tendré que irme con otra compañía —dice Valeria

—Valeria ¿no? —hago una pausa, ella siente —Que bueno que andes de parte de él y no del mío. Ahora que lo recuerdo mi trabajador Iván te propuso empleo aquí

Al ver que Eduardo no tenía ni idea de ello, le guiño el ojo y me retiro de mi sitio para irme a caminar en el sitio de la sala de trabajo. Sigo

—Ya que no tenías ni puta idea de eso, te haré una pregunta —volteo a ver la cara de Valeria sonrojada y Eduardo furioso —¿Por qué no le dijiste, querida Valeria? ¿Será porque... lo amas?