Había amanecido, mire el techo de la habitación y suspire, frote mis rostro desesperadamente pensando en lo de ayer. ¿Enserio era tan estúpida?, Dios mío.
- Buenos días.- Stefan toco la puerta y abrió.
- Buenos días.- Respondí igual.
- ¿Cómo dormiste?.
- Bien, creo.- Fruncí mi ceño.
- Si es por lo de ayer, Elizabeth yo.
- No te preocupes, creo que dejamos las cosas muy en claras ayer.
- Claro.- Miro al suelo.- En la mesa hay bolsas de sangre por si quieres.
- Gracias.- El asintió para luego cerrar la puerta y dejarme sola.
Mire a mi lado izquierdo y tome mi teléfono.
Un pitido, dos pitidos, tres pitidos.
Estaba a punto de rendirme pero respondieron.
- Buenos días.- Le dije.
- Buenos días.- Me respondió.
- ¿Estas enojado conmigo?.
- ¿Porque debería?.
- Connor.- Dije.
- Estoy bien Elizabeth, por favor quédate tranquila.
- No puedo, el remordimiento me gana.
Suspiro.
- Escucha, no sabemos que vaya a pasar con nosotros mas adelante, mis planes de querer casarme contigo siguen en pie, aquí la única persona que puede tomar la decisión de seguir eres tu.
- ¿Me esperaras?.- Dije.
- Te espere por mas de un siglo.- Rio.- Se que puedo esperar un poco mas.
Sonreí.
- Gracias, te amo, no lo olvides.- Dije.
- yo también te amo.- Respondió y colgó.
Cuando iba bajando la escaleras me tope con Rebekah.
- ¿Qué haces aquí?.- Pregunte.
- Eso mismo digo yo.
- No es de tu incumbencia.- Seguí ignorándola.
- Ay por favor Elizabeth, somos hermanas, debemos actuar como unas.
La mire y reí sínicamente.
- Solo lo dices cuando necesitas algo.- Tome la bolsa de sangre.- ¿O me equivoco?.
- Escucha, quiero esa cura.
- ¿Para?.
- No es de tu incumbencia.- Me respondió lo mismo.
ESTÁS LEYENDO
𝓐 𝓛𝓪 𝓛𝓾𝔃 𝓓𝓮 𝓛𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪. (PAUSADO)
Vampire𝒟𝑒𝓈𝓅𝓊é𝓈 𝒹𝑒 𝒽𝒶𝒷𝑒𝓇𝓈𝑒 𝒶𝓁𝑒𝒿𝒶𝒹𝑜 𝒹𝑒 𝑀𝓎𝓈𝓉𝒾𝒸 𝐹𝒶𝓁𝓁𝓈 𝓎 𝓈𝑒𝑔𝓊𝒾𝓇 𝓈𝓊 𝒸𝒶𝓂𝒾𝓃𝑜, 𝐸𝓁𝒾𝓏𝒶𝒷𝑒𝓉𝒽 𝒶𝒽𝑜𝓇𝒶 𝓉𝑒𝓃𝒹𝓇á 𝓆𝓊𝑒 𝓋𝑜𝓁𝓋𝑒𝓇 𝓅𝒶𝓇𝒶 𝑒𝓃𝒻𝓇𝑒𝓃𝓉𝒶𝓇𝓈𝑒 𝒶 𝓊𝓃𝒶 𝓃𝓊𝑒𝓋𝒶 𝒶𝓂𝑒𝓃𝒶𝓏𝒶, 𝓎 𝒶...