ꜰᴏᴛᴏꜱ ᴅᴇ ᴛɪ.

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- ¿Dónde están? - Pregunto Stefan a lo cual Katherine simplemente sonrió. - Rebekah, ¿Te das cuenta que si algo le pasa a Elena no encontraras la cura?

Bekah me miro y yo negué con la cabeza.

- De acuerdo. - Suspiro.

- ¿Entonces para que pedias mi opinión? - Le refute a Bekah.

- No tengo opción Elizabeth. - Luego miro a Stefan. - Se supone que se verían en el quiosco del parque.

- Voy hablar con Elijah. - Stefan se levantó.

- Tu encargarte de Elijah, Katherine nos llevara a la cura. - Dije para luego mirarla.

Ella dio una pequeña risa.

- No, no lo voy hacer. La cura es mi única oportunidad de librarme de Klaus.

- ¿Quieres hacer un intercambio con Klaus? - Comento Damon.

- No. - Interrumpió Stefan. - Ella quiere que Elijah haga el intercambio por ella, por eso necesitas a tu amiguito, ¿Cierto?

- Algunas cosas nunca cambian Katherine. - Dije.

- Bien. - Se rindió. - Muévanse tienen que seguirme.

- Luego los sigo. - Los mire. - Necesito hacer algo antes.

Ellos asintieron y me dirigí hacia el parque central.

- No creí que me quisieras volver a ver. - Dije para luego girarme.

- Yo pensé lo mismo. - Dijo Connor.

- ¿Qué es lo que quieres?

- Tengo información que tal vez te pueda ayudar.

Alce una ceja.

- Circe. - Suspiro. - Ella me dijo que sus poderes se deben gracias a otra bruja.

- ¿Otra bruja?

- Si, una bruja bastante poderosa y que conoce a tu familia.

- ¿No te dijo como se llamaba o si aún está viva?

- No me dio muchos detalles, teme que yo te diga algo.

- Que zorra. - Dije fastidiada.

- Dahlia, así se llama la bruja que le da sus poderes.

- Dahlia. -Repetí. - Lo tendré en cuenta. - Lo mire. - Gracias.

-No hay de que. -Se giro. - Y Elizabeth, espero vernos pronto.

- Lo mismo digo, suerte.

Asintió para luego desaparecer.

Al llegar a la casa donde estaban los demás lo primero que veo es a Rebekah desmayada en el sofá y Stefan recriminando a Damon

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Al llegar a la casa donde estaban los demás lo primero que veo es a Rebekah desmayada en el sofá y Stefan recriminando a Damon.

-Lo único que tenías que hacer era entretenerla. - Acusaba Stefan.

- Lo siento es Rebekah, Stefan. - Damon secaba su cabello. - No tenía un pony para distraerla.

- ¿Dejaste que la tomara cierto? Nunca estuviste de mi lado, ahora Elena será vampiro por el resto de su vida como querías.

- Alguien por favor me puede decir ¿Que carajos está pasando? - Me acerque al cuerpo de mi hermana, pero ella despertó tomando una gran bocanada de aire.

Bekah me explico que había tomado la cura, Katherine la tenía en una pesera con verbena y esa es la razón por la que Damon estaba tan molesto secando su cabello. Mire a Stefan y luego a Damon, maldiciendo mentalmente el no estar con ellos cuando Katherine escapo.

- ¿Cómo te sientes? - Pregunte sentándome a un lado de mi hermana.

- Estoy... Me siento bien. - Sonreía. - Me siento genial, la verdad me siento con vida.

- Hay un problema con el que ahora estes viva. - Nos miró. - Ahora te puedo matar. - El cuchillo hubiera quedado en el cráneo de mi hermana de no ser porque ella lo detuvo.

- No puede ser. - Dije mirando como sanaba la herida de su palma.

- ¿Todavía soy vampiro? - Tomo aire evitando llorar. - La cura no funciono.

- Funciono como ella quería, la cura el falsa. - Stefan la miro.

- Debió ser un concentrado de verbena o algo. - Dije. - Por eso te desmayaste, y eso significa que le verdadera cura la tiene.

- Katherine. - Completo mi frase el pelinegro.

- ¿Crees que Katherine le haya dado la cura a Elijah? - Me pregunto Rebekah

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- ¿Crees que Katherine le haya dado la cura a Elijah? - Me pregunto Rebekah.

- Estoy totalmente segura. - Seguí conduciendo. - Katherine puede ser una perra, pero cuando se trata de Elijah ella es diferente. - Suspire para luego aparcar el auto. - Vamos. - Nos quitamos el cinturón de seguridad y bajamos. - Te lo dije. - Mire a mi hermana para luego mirar a la dirección de Elijah quien sostenía una pequeña cajita.

- Impresionante. - Me dijo.

- Gracias. - Sonreí.

- Tu y Katherine, y yo que pensaba que eras el hermano inteligente. - Rebekah se recostaba en el capo del auto.

- No tienes un hermano inteligente, resulta que soy igual de estúpido del resto. - Defendió.

Un "Auch" en susurro salió de mí.

- ¿Por qué no me das la cura para que pueda juzgarte en silencio en... No lo sé...Tal vez otro lado?

- ¿Y para que querrías tener la cura?

- Quiero ser humana de nuevo.

- ¿Cómo sabes que ser humana es la respuesta que estas buscando? - Entrecerró los ojos. - Me refiero a que es solo una noción romántica, las cosas no necesariamente mejoraran Rebekah.

- Tal vez es cierto, pero no me importa. - Se cruzo de brazos. - Quiero llevar un simple y feliz vida como una persona normal y que termine cuando tenga que terminar, ya llevamos unas veinte vidas juntos ¿No les parece suficiente? - Su mirada cayo en mí.

- Aun no lo entiendo, ¿Porque siempre consideras a nuestra familia como una carga? - Pregunte esta vez. - Siempre y para siempre, esas palabras son tan importantes para mí. - Metí mis manos a los bolsillos. - Al ser la menor siempre supe que podía contar con ustedes, que estarían allí para luchar conmigo no contra mí.

Rebekah suspiro y luego hizo que yo sacara mis manos para estrecharlas.

- Tu siempre serás mi hermanita y nunca dejare de amarte. - Sonrió débilmente. - Pero ahora es tiempo de que yo viva y muera de la manera que elija, no de la manera que Elijah o Nick quieran. - Luego miro a Elijah. - Por favor te lo imploro solo dame la cura.

El teléfono de Rebekah sonó y el nombre Nick en la pantalla hizo presencia, ella hablo un momento con él para luego pasárselo a Elijah. "Debemos arreglarlo como familia" fue lo último que escuche antes de que Klaus colgara.

- Tengo un mal presentimiento. - Dije mientras le daba las llaves del auto a Elijah.

- Yo igual. - Contesto mientras nos subíamos al auto.


𝓐 𝓛𝓪 𝓛𝓾𝔃 𝓓𝓮 𝓛𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪. (PAUSADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora