"La Promesa Book 2" [Charlie x Alastor] [CHARLASTOR]

†Acto 35†

»Acto 35: Protección 2/2

Alastor caminaba hacia la habitación de su hija a pasos largos, luego de que Alexander le contara todo lo sucedido, se preocupo por los sentimientos de su hija en estos momentos, una vez llego a su habitación toco la puerta tres veces, pero no hubo respuesta, volvió a tocar y tampoco escucho nada, un guardia se acerco y le pregunto que pasaba, a lo que al demonio rojo le dio una idea.

—¡Oh Alette! -toco varias veces mas- ¡respeto tu privacidad tocando la puerta, pero reafirmo mi autoridad como padre y rey del infierno, entrando de todos modos¡ -entro rompiendo la puerta con la cabeza del guardia-

—su alteza...¿me suelta? -dijo con voz recaída-

—si, si, fuera -lo soltó y el guardia se fue de inmediato- ¿Alette? -la busco por la habitación, por si estaba en la cama, hasta que vio la cola de Kiara en la ventana, sin pensarlo mas se acerco y por fin pudo ver a su hija- oh, ahí Estas Alette, hoy hace un mundo día, un maravilloso y esplendido... -escucho un sollozo débil y la regreso a ver- día.

Alette tenia las orejas caídas, abrazaba sus piernas contra su pecho mientras que de sus ojos salia lágrimas, esa faceta no le gustaba para nada al demonio radio, así que con una gran fuerza de voluntad salio por la ventana y se sentó a un lado de ella.

—Alette -la llamo haciendo que ella se sobresalte un poco y lo voltee a ver, pero lo miro con una sonrisa-

—hola padre...-dijo con la voz algo ronca tratando de secar disimuladamente sus lágrimas-

—jovencita, se que te digo que siempre estas mas hermosa con una sonrisa, pero esta vez creí que no la necesitas -paso su brazo por los hombros de su hija y la acerco a el pegandola en su pecho para acariciarle la cabeza- dime mi pequeña princesa ¿por que no tienes tu radiante sonrisa que tanto me gusta?

—papá...yo...-se ocultó mas en el regazo de su padre para empezar a llorar- soy una tonta...creí que Damian y yo iríamos a caminar animadamente por la ciudad pentagrama -sollozo de nuevo- ...y cuando llegue al punto de encuentro, lo vi con mas chicas...dijo que yo solo era un juguete fácil de manipular...y cuando llegue se burlaron mas de mi...hasta algunos pecadores...luego me empujaron hacia un callejón...de no ser por Alexander...

Un tic apareció en el ojo derecho de Alastor mientras aun acariciaba el cabello rubio de su hija, la silencio para abrazarla mas.

—tranquila mi niña, papá se encargara de este pequeño asunto lo mas pronto posible ¿ya hiciste tus tareas?

—si...

—bien -la cargo en sus brazos para caminar adentro de nuevo- mañana va ser un mejor día, así que por favor, no tengas esa cara larga cariño, sonríe como tu padre -su sonrisa se ensancho mas mostrando sus afilada dentadura amarilla, sacando una pequeña risilla a Alette- así me gusta.

—gracias papá, tu si sabes como hacerme sentir mejor -sonrió sobandose su brazo derecho, incluso sus orejas se habían levantado un poco-

—ne alegra, tengo que regresar con tu madre -invoco su cetro- el lunes tienes que ir a clase, así que aprovecha tu fin de semana, Alette.

—claro padre.

Alastor sonrió un poco para salir de la habitación de su hija, minutos despues entro el mas menor de los Magne para ver a su hermana.

—¿te sientes mejor?

—eso creo...

El fin de semana paso rápido, como si solo fuera un abrir y cerrar de ojos, ya era Lunes, ambos príncipes estaban en la lumisina afuera de su escuela, su madre los había ido a dejar esta vez.

—madre creo que -Alette no termino de hablar pues su madre la habla interrumpido dandole un beso en la frente-

—tranquila mi pequeña manzana de caramelo blanco -jugo con el cabello rubio de su hija, por eso el apodo- tu solo centrate en tus estudios, si te sientes mal, ve con Alexander, ¿entiedes?

—si -sonrió ante las suaves caricias en sus mejillas por parte de su madre-

—esa es mi niña, y como siempre les he dicho: nunca reciban mierda de otros demonios. -dijo con una sonrisa-

—lo recordaremos -dijeron los hermanos para darle un beso en la mejilla a su amada madre para despedirse y finalmente dirijiese a la escuela.

—vaya, vaya, ya llegaron. -saludo Damian abrazando a Alette por los hombros- hola preciosa, hola enano.

—soy Alexander -fruncio el ceño el pelirrojo-

—como sea...chiquita, no debiste irte del callejón esa vez, me hiciste quedar como un mentiroso, les dije a las chicas que estaban conmigo que tenia a la piencesa del infierno a mis pies, ahora ya no me dirijen la palabra, pero ahira vas a tener que solucionar eso...-la tomo de ambos hombros bruscamente-

—me estas lastimando...

—¿y a mi que?

—sueltame...-lo miraba con el ceño fruncido-

—obligame, maldita perra -se acercaba cada vez mas al rostro de Alette, hasta que sintió un golpe limpio en el estomago obligándolo a separarse inmediatamente-

—mantente alejado de mi hermana -en efecto, Alexander lo había alejado de ella, sus astas se hicieron presentes, pero no eran grandes, no estaba de humor para perder el control ahí- Alette, su clase ya va a empezar, yo tengo que ir a la mía.

—¡mocoso maldito! -Damian se Había levantado para agarrar del cuello de la camisa a Alexander y darle un golpe limpio en la cara, haciéndole volar sus lentes y aparte de hacerle sangrar un poco la nariz- ¡¿quien te crees!?

—¡Alexander! -Alette se agacho para ayudar a su hermano a reincorporarse- ¡ya fue suficiente Damian, no metas a mi pequeño hermano en esto! -sus cuernos se hicieron presentes, se estaba molestando, había aguantado, pero no permite que alguien le ponga una mano encima a su hermano menor-

—¿que vas a hacer?

—te lo diré con mucho gusto...

Al ser solo un hijo de un overlord que no tenia mucha fama fue derrotado, el entrenamiento de Alette era muy notorio, Damian se habia quedado en el patio, solo, mientras que los demás ya fueron a sus respectivos salones, ahí fue cuando escucho interferencia, una muy fuerte, sintió una sombra detrás de el y se giro, vaya error, detrás de el estaba el rey de todo el infierno, con los ojos totalmente negros y soltando sangre por ellos, su sonrisa mas grande de lo normal, sus brazos mas largos al igual que sus garras, y sus astas, eran enormes...

—hablemos rápido, joven. -soltó por ultimo para tieoneaelo sin dificultad a un portal que habia Creado llevándoselo con el-

Continuará.