Mandú (2/6)

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(Vanessa)

Abrí los ojos con esfuerzo, mire mi celular, las 9:00 am.

Luego de hacer mi rutina diaria fui al cuarto de mamá.

–mamá ya es hora de...– habri los ojos sorprendida –¿¡que demonios!?

El cuarto era un desastre, ropa por todos lados, el tocador desordenado lleno de cosméticos regados y lo peor de todo era mamá durmiendo con un desconocido, ambos desnudos. No quise ver mas, salí de ahí asqueada y con un trauma permanente, supongo que se fue de nuevo cuando me dormí.

No sabia que pensar, mamá nunca traía desconocidos a la casa, siempre se quejaba de que estaba sola y nadie la quería, aún así me causaba nauseas aquella escena.

Me prepare el desayuno y luego de tomarlo escribí una nota para cuando la “parejita” despertara.

“sali a caminar, volveré en la tarde”

Sabia que se enfurecería por esto, pero ya me daba igual, estaba confundida y quería escapar de todo.

Luego de caminar un rato mire a mi alrededor para saber donde me encontraba, nunca había estado en esta parte de la ciudad y solo había una mujer en el lugar la cual caminaba adelante de mi, de una manera bastante extraña, un ropaje sucio, cabello negro liso y desordenado, pero... Hay no.

Me di la vuelta y corrí lo mas rápido que pude, ella hizo lo mismo, corría mas rápido que yo, divise un bosque y a su lado un camino que no llegaba a ningún lugar, opte por  adentrarme en el bosque debido a que era la única manera de perderla.

Cuando me cansé volví hacia atrás para asegurarme de que la había perdido, no había nada pero ahora la perdida era yo. Era un bosque muy grande, no alcanzaba a ver sobre las copas de los arboles, camine en linea recta por horas, mi celular no tenia batería y estaba muy cansada.

Luego de un rato vi una pequeña casa, opaca, vieja y en muy mal estado, supuse que nadie vivía ahí, pero aun así llame a la puerta.

–¿hola? ¿holaaaa?– toque la puerta pero nadie atendió por lo que decidí entrar.

Tres habitaciónes, un baño y una cocina, todo estaba en pésimas condiciones, unos ruidos en uno de los cuartos llamo mi atención.

Me asome por el picaporte y vi a una criatura enorme y peluda, tal vez tenia el tamaño de un humano, estaba rasgando el tapiz con sus garras, fue extraño pero no sentí miedo, note que había un papel en el centro del piso era lo unico que había ahí.

–ven–dijo la criatura percatándose de mi presencia, su voz era grave pero muy tranquila.

Abrí la puerta y la criatura se volteo quedando cara a cara, de forma involuntaria di un paso hacia atrás, tenia un aspecto desagradable, su rostro era similar al de un gato,con varias cicatrices profundas y sus ojos... Eran de un amarillo quemado intenso que hipnotizaban.

–perdón, yo solo estaba...

–se quien eres y no debiste meterte con ella.

–¿como lo sabes?– mire su rostro el cual estaba también lleno de sangre, volvi a dar un paso hacia atrás.

–hueles a su asquerosa sangre y carne putrefacta– gruñó.

–¿eres un demonio?– pregunte rogando que no fuera así.

Un silencio lleno la habitación por unos minutos y yo esperaba impaciente su respuesta.

–me llamo Mandú.

Gritos en silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora