Querido diario, estoy enamorado [Ironstrange]

Capitulo 7

Querido diario:

-Y es por eso que nosotros creemos que la conquista de México y la película de chicas pesadas son tan parecidas-concluyen con su presentación Thor y Clint

-Eso fue sorprendentemente bueno, considerando que no esperaba nada de ustedes- dice la maestra- tienen 7-

-Pasar es pasar- menciona Clint levantando los hombros antes de sentarse en su escritorio. Fueron 40 largos minutos esperando a que todos los equipos terminaran de exponer, no entiendo a esas personas que les ponen tanta atención a todas las exposiciones como para hacer preguntas.

Yo sinceramente he estado ocupado pensando en otras cosas, como los horribles ojos de Stark, en su asqueroso pelo, en su irritante voz, su repulsivo olor y su molesta sonrisa. Acepte ir a esa cita, pero eso no significa que me guste; solamente lo odio demasiado.

-¿Ya sabes que te vas a poner?- 

-¿En Halloween?- Aparentemente en esta escuela se toman muy en serio esta festividad, faltan dos semanas y todos los pasillos ya están ambientados de acuerdo a la fecha. Sin mencionar la enorme fiesta que están organizando los maestros.

-No tonto, en tu cita con Stark- 

-Ah, eso. No sé, me pondré algo que encuentre-

-Suenas muy relajado considerando que en seis horas estarás a solas con Tony Stark- Dice Loki tomando de mi botella de agua- ¿Quieres que te preste una de mis lencerías?-

-Estoy seguro de que estoy bien así. Y aunque no me preguntaste te aviso desde ahorita que no voy a disfrazarme en Halloween.-

-Eres un amargado, Strange-

-¿Quieres que te ayude con tu tarea o no?-

-Ya, bueno. Solo digo que de seguro Stark  va a preparar cada maldito detalle para que todo salga bien, y parece que no te interesa.- 

Me puse a reflexionar, puede que Loki tenga razón, pero no se de que otra forma se supone que debo comportarme. Soy un inexperto cuando se trata del amor, un ignorante, pero claramente no le voy a decir eso a Loki porque se burlara de mi, y mucho menos a Stark. Para mi fortuna, y desgracia, cerca de las tres de la tarde comencé a comprender mucho más a lo que se refería Loki. Todas mis playeras, todos mis pantalones y todos mis zapatos de repente se me veían horribles, o me hacían ver gordo, o muy alto o como un anciano. No podía encontrar algo sin verle un terrible defecto, o sin imaginar todas las cosas malas que pensaría Tony si me viera así vestido. Ya rendido y con el tiempo encima, llame a Loki en busca de auxilio.

-No me convence-dice Loki viendo el séptimo outfit que me probaba

-¿Por qué?- a mi sinceramente me gustaba la camisa color vino y los pantalones blancos que me hizo ponerme

-Te ves desnalgado- sale de la habitación y cinco minutos después vuelve con un pantalón negro- ponte este- cuando salgo del baño Loki me analiza con una mirada tan penetrante que siento que me ve hasta los pecados- me gusta-

-Al fin- digo aliviado y alejándome para ponerme un poco de colonia

-Vaya, en serio te gusta Stark, hasta perfume te pones- menciona burlón

-Uno: no me gusta Stark, y dos: no es perfume, es colonia-

-Lo que digas- en eso se oye cómo alguien toca la puerta- vamos te acompaño con tu novio- me jala a la entrada y abre la puerta

-Ya te dije que no me gusta Sta- Mierda. En el marco de la puerta estaba Stark; hermoso, brillante, sexy. Estaba usando una camisa y pantalón negro, además de un abrigo que le llegaba a los muslos y resaltaba el color oscuro en su pelo, podía jurar que veía brillos en sus ojos color whiskey. Y sus labios, por todos los cielos, sus labios se veían tan carnosos, tan apetecibles. De un momento a otro el probar esos labios era mi única meta en la vida, y el atrayente y suave olor que su cuerpo desprendía no era de mucha ayuda. Estoy seguro que mi cara esta tan roja como un tomate en estos momentos.

Esta bien, probablemente me gusta Stark.

Stephen

Querido diario:

Estuve el día entero arreglando todo para que mi cita con Stephen. Al principio pensé en ir al cine, pero no podríamos hablar. Luego se me ocurrió comer en un  lujoso restaurante, pero siento que es muy agresivo para la primera cita. Al final me decidí por hacer algo más intimo y simple, pero romántico a la vez. 

-Una cena a la luz de la luna, con velas y pétalos de rosas por todas partes- dice Pietro visualizándose su cita perfecta- y un mariachi, todos vestidos de negro con toques rojos-

-Te dije que quería algo simple-

-Es simple, no entiendo por qué nadie lo hace- y aquí va la reina del drama- ¿Verdad, Barton?-

-Ehh, sí- contesta Clint totalmente confundido, claramente no entendió la indirecta

-Como sea, la cena es buena idea-

-A Stephen le gusta el sushi- 

-¿Y tu como sabes eso Bruce?- Thor celoso detectado

-Pues es mi amigo, nos llevamos muy bien-responde mi hermano de ciencia algo molesto

-Bueno, los dejo con sus problemas de parejas- dije para después retirarme y ahorrarme problemas. Tengo lo que necesito para esta noche.

Cerca de la escuela hay una cabaña abandonada en medio del bosque. Pedí el sushi y lo lleve junto con un mantel. Limpie una mesa de madera que encontré adentro de la casa y después me fui a arreglar. Me puse la ropa que ya tenia preparada y salí hacia la habitación de Stephen. Cuando salió pude comprobar lo afortunado que soy. 

De hecho, creo que si en lugar de humanos fuéramos flores, yo sería una hermosa rosa roja, atractiva, clásica, amada por todos, pero con un par de espinas. Mientras que Stephen sería un acónito, una planta europea con un color azul exótico y atrayente. Leí en algún lado que las flores con ese color simbolizan comodidad, relajación, paz, lealtad y misterio pero al mismo tiempo confianza. Un acónito detona sentimientos puros e intensos, como los que sentí en el momento en el que vi a Stephen al otro lado del marco de la puerta. 

Él es un acónito común, único y sentimental. Yo soy una rosa roja, típica y pasional. Dos flores cuyas únicas similitudes son su hermosura y los fuertes sentimientos que pueden llegar a provocar. Además, las rosas tienen espinas, y los acónitos pueden llegar a ser muy peligrosos si se consumen, y eso me relaja, el saber que no soy el único que se puede equivocar y dañar a alguien sin querer. 

Verlo ahí me ayudo a entender que lo quiero cerca, lo quiero para mí, y a pesar de que puedo espinarlo y él puede envenenarme, estoy dispuesto a correr el riesgo por la inalcanzable belleza que seriamos capaces de desprender los dos juntos.

Tony