Querido diario, estoy enamorado [Ironstrange]

Capitulo 8 T. S.

Querido diario:

Mi cita con Stephen no fue cómo en las películas de Disney o cómo los doramas que yo y Clint vemos a escondidas los jueves en la noche. Pero a pesar de eso, no pudo ser más perfecta.

-Tienes algo aquí- acerco mi mano a su mejilla quitando una mancha de helado con mi pulgar. -¿Entonces quieres ser doctor?-

-Sí- toma chocolate derretido de un tazón con una cuchara y lo vierte en su helado-¿y tú?-

-Es obvio- suelto una pequeña risa- no importa cuantas carreras ni títulos consiga, voy a trabajar en la Stark Industries, y cuando mi padre muera, voy a ser el dueño.-

-De ser gratificante, tienes un futuro lleno de lujos y éxito garantizado-

-Sí lo es, pero aunque suene frase como inspiradora de Facebook, el dinero no compra la felicidad- suspiré- Sabes, mi padre cree que soy un fracaso, un inútil, un bueno para nada. Mi madre siempre me repite que esa es su forma de hacer que me esfuerce por mejorar, pero yo sé que miente.-

Stephen pasó un dedo por el chocolate derretido y lo llevó a mi frente. Sentí cómo dibujaba algo, lo único que pude hacer fue enfocar mi vista en la sonrisa orgullosa que se formaba en la hermosa cara de mi pequeño. Se separó mientras sacaba su celular para luego tomarme una foto. En mi frente había una especie de medalla con un número uno y una estrellita, todo de chocolate derretido, que empezaba a volverse sólido.

-Que bueno que no quieres ser artista, doc-

-Idiota-  me golpea suavemente con un codo y guarda su celular. Veo como se pone más serio (y  más rojo) mientras baja la cabeza- Tony... para mi tú no eres nada de eso. De hecho, eres la persona más inteligente y talentosa que conozco, además de que no eres tan feo. Ha logrado maravillosas cosas a tu corta edad, y estoy seguro de que cuando seas adulto te volverás el héroe de muchos. Tienes todo para triunfar en esta vida, no necesitas a tu padre, ni a los maestros, ni a nadie, ni siquiera al dinero. Tú sólo puedes cambiar al mundo, de eso estoy seguro. Y si yo fuera tu padre, estaría más que orgulloso de tener un hijo tan grandioso como tú.-

¿Alguna vez has visto la explosión causada por la reacción del litio con agua y aire? Bueno, eso sentí por dentro cuando Stephen terminó de hablar, una explosión dentro de mi. No pude contener tantas emociones, y sin pensarlo mucho me lance encima de él, atrapándolo en un fuerte abrazo mientras contenía las ganas de llorar.

-Eres increíble- susurré en su oído, maldiciendo mi voz cortada. Al sepáranos vi de nuevo ese sonrojo que ya se había vuelto común en sus mejillas

-Y no soy tu hijo, pero si quieres puedo ser tu papi- dije con una sonrisa coqueta arruinando un poquito el ambiente romántico que se había formado, ganándome de nueva cuenta un golpe en el brazo.

(...)

-Tú serás Pinky y yo Cerebro-

-jamás-

-Phineas y Ferb- propuse a mi mejor amigo

-Tony, no me voy a disfrazar, y muchos menos en conjunto contigo-

-Vamos, Bruce. No seas aguafiestas.-

-Ya te dije que no-

-¡Hey Thor!- saludo al rubio que acababa de entrar al gimnasio, tal vez él pueda ayudarme a convencerlo - ¿Iras a la fiesta de Halloween?-

-Claro, ¿ustedes?- 

-Igual, ¿verdad Bruce?- digo con una sonrisa llena de malicia, soy el mejor amigo del mundo.

-... sí-  su mirada es de puro odio, pero lo necesito en Halloween, y más ahora que convencí a cierto chico pelinegro de pasarla juntos en la fiesta de la escuela.

Las clases que tuve el lunes en las que concedía con Stephen fueron cómo un sueño haciéndose realidad. Nos pasábamos notas, nos dábamos sonrisas confidentes y en los últimos 30 minutos de la clase de historia me los pasé intentando hacerlo reír, y puedo asegurar que después de escuchar su risa, quiero que me reciban con ese hermoso sonido cuando vaya al cielo (si es que voy). 

No puedo dejar de pensar en él, específicamente en lo que me dijo en nuestra cita. No voy a arruinar la oportunidad de estar con alguien que me quiere de esa manera. Tan pura, tan sincera, tan suya. Para el no soy un estorbo ni un inútil. Y ahora que tengo su cariño lo voy a cuidar como si fuera la pieza de cristal más delicada del mundo, voy a cuidarlo como lo que es, mi mayor tesoro. Porque Tony Stark necesita a Stephen Strange.

Tony

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